Capítulo 37

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NARRADOR OMNISCIENTE

Un día más había pasado desde que Lisa había visto a la morena al llegar con Jackson al estudio de Mino. Se moría por mirar, abrazar y besar a la morena. Pero sabía que no podía hacerlo, sabía que si lo hacia su novio podía hacerle mucho daño a Jennie.

—Jennie— suspiro mientras miraba por la ventana de su habitación.

Hoy la pelinegra había despertado más temprano que de lo común en un sábado. Mientras se ataba su pelo en un coleta alta y se terminaba de vestir para salir a correr y aflojar un poco lo denso de su cuerpo. Tomó su iPod y salió de la casa. Tomando la dirección hacia el parque.

Levanto la gorra de su campera y se la puso sobre la cabeza tapando casi su rostro por completo. Comenzó a correr con un trote lento y tranquilo. Sólo miro hacia adelante para fijar su meta y esa meta era llegar al parque para después de estirar descansar un poco. No supo en que momento llegó al parque, ya que en su iPod venía escuchando a todo volumen canciones de grupo AH ASH. Con cada canción recordaba las veces que estuvo con Jennie y sentía su pecho arder al recordar esos momentos.

—¡Mierda!— grito cuando se paro delante de una banca para estirar sus piernas —sal de mi mente por favor— pidió al recordar a Jennie.

Tiro de los auriculares que tenía en sus oídos y terminado así con la música.

—¿Lisa?— sintió esa voz en su espalda la misma voz que le hizo erizar su piel.

No quería darse vuelta, sabía que de quien era voz, pero aún no se sentía segura de hablarle temía por la vida de la morena y sabía que si alguna vez le pasaba algo a Jennie jamás se lo perdonaría.

—Lisa— hablo ahora Jennie acercándose a pelinegra y quedando delante de ella.

Lisa inmediatamente volteo su rostro para no mirar a los ojos a la morena, porque sabia que si lo hacia no aguantaría y la tomaría en sus brazos para besarla.

—Lis...— iba a hablar Camila pero Lisa la detuvo.
—Disculpe creo que me confunde— le dijo y Jennie frunció sus cejas.

Mientras Lisa se reprimía a ella misma.
¿En serio Lisa? se dijo después de caer en cuenta de lo que había dicho.

—Lisa, ¿porque me ignoras?— le pregunto la morena con un hilo de voz, apunto de llorar.

—Yo..yo..— dijo Lisa.

—¿Lisa que pasa?— pregunto Jennie tomándola de los hombros y la abrazo sin importarle nada.  
Jennie la había extrañado tanto y quería que Lisa lo notará.
 
—¡Jennie por favor!— pidió Lisa —tengo que irme— dijo rechazando a la morena. 

—¿Porque haces esto, porque me ignoras, porque no contestas mis llamadas, porque no hablas conmigo?— terminó preguntando la morena sin recibir respuestas. 
—Por favor—  volvió a decir la ojiverde sin mirar a Jennie y sacando los brazos de la morena de su cuello —necesito que te alejes de mi. Por favor. 

Jennie miro el destello de tristeza en los ojos de Lisa y sin pedir permiso tomó el rostro de la ojiverde y la beso.
Junto sus labios buscando ser correspondida pero sólo sintió como Lisa la apartaba.

—Jennie, no hagas eso— dijo Lisa en tono de enfado- no vuelvas a besarme nunca más.

—¡¿Porque?!— grito Jennie —¡que mierda te sucede, porque haces esto, diablos contéstame!— volvió a gritar la morena y sólo vio como Lisa negaba y se colocaba los auriculares en sus oídos y se alejaba de ella.

—Por favor no me busques mas— le dijo Lisa una vez pasó por el lado de Jennie.

La morena sintió su corazón romperse en mil pedazos. Que pasaba con Lisa.

Ella se sentía feliz de haberla encontrado y creyó que la pelinegra se sentiría igual, pero al parecer se equivocó.
Había algo raro en Lisa y Jennie tenía que averiguarlo.

Miro el lugar por donde la pelinegra se había ido corriendo y sintió una necesidad de salir detrás de ella, pero no lo hizo. Necesitaba saber que pasaba, tenía que saberlo.

Jennie ahora era libre y podía estar con Lisa, pero en una semana había cambiado tanto todo. Que ya no se sentía segura de que Lisa sintiera algo por ella.
Tomó su móvil y busco el número que su amiga le había pasado ayer.

Llamada en curso.

—¿Hola?— dijo la voz del otro lado del teléfono.

—Hola, ¿Jisoo?—  contestó Jennie algo insegura de si su amiga le había pasado bien el número.

—¿Jennie?— dijo la coreana del otro lado —¿eres tu? 

—Si, soy yo— respondió Jennie,  —gracias a dios, te necesito sabes ¿podríamos encontrarnos?

—¿Es sobre Lisa verdad?— exclamo la coreana  y Jennie sintió su corazón parar.

—Emmm....— intentó hablar pero Jisoo la interrumpió.

—Ella está extraña sabes— dijo Jisoo y Jennie sabía que algo andaba mal realmente —no se de ella hace más de una semana, ¿tu sabes algo?— pregunto la coreana.

—Es por eso que te estoy hablando— dijo Jennie —te veo en mi departamento en una hora, ¿aún sabes mi dirección?— pregunto.

—Claro, sino igual Rosé puede ayudarme— dijo Jisoo y soltó una risa algo tímida. Y mirando a Rosé su lado.

—Lo se, las espero entonces— dijo Jennie.

Ella había hablado con su amiga y sabía que entre ella y Jisoo había algo más que una buena amistad y estaba feliz por su amiga, sabía que eran la una para la otra, pero ahora necesitaba la ayuda de esas dos para recuperar a Lisa.

—Bien nos vemos— dijo Jisoo sacando a Jennie de sus pensamientos.

—Ok, nos vemos— dijo colgando la llamada.

Camino a pasos decidido por la acera hacia su departamento. Tenía que tomar una ducha antes de que Jisoo llegará con su amiga al edificio.

A escondidas (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora