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Lucerys seguía intento dormir aferrándose con más desesperación al frágil cuerpo de su último hermano. Aegon quién apenas seguía vivo después de la muerte de su madre junto al resto de la familia

Puede ver que su caballero estaba sentado en los sillones frente al balcón Sir Erryk jamás dormía. La guerra los había vuelto paranoicos ante los enemigos

Apenas recordaba la última vez que estuvo en la fortaleza roja aquellos años su abuelo seguía vivo y el único problema que había era el trono de Driftmark. Ojalá pudiera volver a aquellos años donde era feliz, pero era mucho pedir para los dioses

Mira el rostro de su hermano buscando alguna facción que le recordará a su familia. Sus ojos se llenan de lágrimas cuando sabe mejor que no había nada ni un recuerdo ni un lugar seguro

Solo la maldición de ser un premio de guerra ante el enemigo. Maldecía a la antigua valirya el haber sido bendecidos con la sangre de la creación y al mismo por ser una creación que por lo que sabía estaría llena de vida en poco tiempo

Aegon lo embarazaría para tener un nuevo heredero y después de ello lo votaría como un pedazo de basura dándole el paso a los cuerpos carroñeros que lo debatirán de mil maneras diferente

A primera hora de la mañana es arrancando de la cama por los guardias tiran a Aegon que suelta un llanto al verlo en manos de Criston. El hermano de Sir Erryk estaba enfrentados interponiéndose en el camino

- ¡Cuida a Aegon! ¡No dejes que le hagan nada! - forcejea a duras penas su cuerpo apenas estaba respondiendo

- ¡Cállate! - un golpe en el estómago por Sir Criston lo tira al piso - llévenselo al rey no debemos hacerlo esperar

- ¡Hermano! ¡No!

Fueron los gritos de su hermano los que resonaron en su cabeza torturándolo ante su debilidad. En ligeras ropas es mostrado ante la corte las casas enemigos estaban allí incluyendo a las cuatro tormentas

Aquella maldita perras que habían sido cómplices en el asesinato de la princesa Rhaenys. Por ellas junto a Aemond había empezado la guerra

Quería arrancarles la piel de sus malditos huesos y exponer sus asquerosidades de ser. Cuando las puertas del salón del trono son abiertas divisa al consejo de los verdes liderados por los Hightower

Intenta escapar, pero Sir Criston lo vuelve a golpear. Esta vez sale sangre de alguna parte de su cabeza. El lugar gira mareando a Lucerys que siente que en cualquier momento vomitaría

- ¡Luke! ¡Nuestro valiente sobrino! ¡Años sin verte mira que ahora eres todo un doncel! - exclama con alegría Aegon segundo sentado en el trono de hierro con la corona del primero - ¡Es una pena volver a vernos de esta manera, pero que más da!

Mira a los alrededores asqueada por el color verde si no fuera por sus años en la fortaleza roja no sabría que ese color jamás sería de la casa Targaryen. Su tío sigue hablando y no es hasta que Sir Criston pisa su pierna que no presta atención

- no lo vuelvas a tocarlo - advierte Aemond junto a su hermano a su lado pudo ver a una mujer Baratheon que vendría siendo su esposa - se te permitió traerlo a la fuerza pero jamás golpearlo

- mis disculpas - baja la cabeza mordiéndose la lengua

Aemond y Aegon se acerca ambos hermanos se alejan de su familia murmurando juntos de algo que si estaba seguro de que se trataría de su castigo. Tiembla de miedo aprieta sus piernas con fuerzas para no llorar, gritar ni desquitarse debía de seguir vivo para proteger a su hermano

- mírame Luke - ordenó Aegon

A duras penas levanta la vista la luz de los rayos de sol le molestan poco a poco se acostumbra. Puede ver la gran diferencia de sus tíos con los años habían dejado atrás aquellos rasgos infantiles para dar paso a los de Targaryen. Su pecho se contrae al recordar a Daemon

𝐍𝐚𝐜𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫|| 𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐱 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐱 𝐀𝐞𝐦𝐨𝐧𝐝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora