Capítulo 8: ¿Quisieras Pasar?

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Afuera había mucho bullicio

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Afuera había mucho bullicio. Lejos del edificio, la gente había perdido la cordura, la mayor parte de la sociedad rogaba por morir de forma instantánea que continuar con vida, observando el sufrimiento como si estuviera en oferta.

Por supuesto, los clanes eran felices porque tenían nuevas víctimas para sus deleites, sin embargo, no todos atacaban a pesar de que podían debido a que algunas Madrigueras formaron alianzas o determinada cantidad de Presas se transformaban en Cazadores.

El lema mundial era «Los medios de comunicación deciden mi destino desde antes de mi nacimiento», pero terminó por modificarse para estar acorde a la situación actual, así como mostrar estar con los habitantes cuando solo era un método de control.

Ahora era común escuchar a las personas decir: «Solo yo puedo decidir acerca de cómo viviré, el resto que se limite a observarme». Una frase poderosa para muchos, pues fue gracias a ella que se originaron los Héroes, Madrigueras decididas a enfrentarse a los Cazadores por mantener la paz.

En el caso de Trésse, dentro del Good State había refugiados. La mayor parte del edificio era habitado por quienes huían del sistema, es decir, nada de Cazadores o Presas. Allí vivía gente que se regía por sus propios valores, casi sin mantener contacto con la realidad, por lo que era normal pensar que había paranoicos o conspiradores.

En la zona superior izquierda de aquel edificio, había una familia anormal compuesta por una pareja formal y dos personas que se amaban, pero no se aceptaban entre sí. Allí estaba Anet, la joven que generaba embrollos debido a su oscuro pasado.

Ella reposaba dentro de su cuarto, todavía incómoda porque sus amigos seguían considerándola una esquizofrénica cuando ella padecía otra enfermedad. Aun así, no se sentía lista para corregirlos, debía ser paciente para hallar el momento.

Al lado de Anet, estaba el chico moreno que persistía como su interés romántico. Ella osciló su vista, concentrándose en que Lucien seguía con ella.

—Debería acabar contigo —susurró—. Cuando estás conmigo, siento que no soy yo... Debo pretender que no quiero herirte.

«Me imposibilitas ser objetiva», acertó ella, asqueándose tras verlo moverse. Aunque actuaba indiferente, amaba saber que él la elegía a pesar de todo.

—Amaría ser una de tus víctimas —alegó Lucien—, pero sería mejor ser reconocido como tu pareja sentimental porque unidos somos inalterables. ¿No lo crees, cariño?

—Ash, prefiero que te alejes de aquí —comentó ella, volteando su mirada hacia la pared. La presencia de su novio hacía que fuera vulnerable.

El moreno se entristeció, ¿qué podría hacer para ser aceptado por ella? ¿Cuál sería la acción ganadora que lo llevaría a ser respetado por el amor de su vida?

Lucien recordó a su madre, ella siempre le decía que una mujer valiosa jamás se dejaría pisotear por su pareja. Una mujer de talla merecía ser tratada como lo que era, una diosa, pero, ¿sería posible que el hombre se sintiera digno de ella, denigrándose?

Coleccionista de Tormentos #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora