La pequeña Anet Bowie acababa de abrir los ojos, percatándose de que se hallaba cerca del punto de Frízzy (F-53), un lugar poco concurrido. Ella estaba inerte encima de un cadáver que desprendía un líquido espeso y había comenzado a quedar morado, debido a la falta de circulación de sangre.
Ann miró a su alrededor, fijándose en que el cielo seguía igual de gris que siempre, pero el frío aumentaba conforme ella intentaba recordar lo que había sucedido.
La niña castaña observó hacia el canal, encontrándose con que ningún barco estaba transitando el mar. Entonces, ella viró hacia atrás para notar que nunca fue su imaginación, F-53 lucía como una ciudad lúgubre, perfecta para desechar cuerpos.
A ella le interesó la formación de los oscuros y altos edificios, los cuales parecían peones alineados en un tablero de ajedrez. Así mismo, el resto de las construcciones grisáceas y pequeñas aparentaban ser las crías de los más grandes.
Ann fijó su vista hacia el frente. Justo a unos metros bajando el puente, se encontraba H-55, Hesitate, la ciudad más caótica de Trésse, la cuna de los asesinos más peligrosos de la isla. Allí, donde los edificios se cimentaron sin orden y todos eran de tonalidades diferentes del café, era el sitio al que regresaría.
Un adulto pasaba de camino a Frízzy cuando vio a una niña llorando.
Él se preguntó cuánto tiempo había pasado desde la última vez que ella sonrió, ya que recordaba haberla visto antes, pero no reconocía la felicidad en ella. La gente extrañaba su sonrisa, su forma de caminar despreocupada, sus comentarios de aliento,...
Ellos anhelaban su parte humana, y precisamente ello era lo que el hombre con traje quería observar en la pequeña de vestido floreado y coleta.
Él intentó levantarla, sin embargo, cuando la tomó entre sus brazos se fijó en que las manos de Anet estaban manchadas de sangre otra vez. De inmediato, la bajó, colocándola a metros del muerto.
—¿Qué sucedió? —indagó él, conteniendo la náuseas.
—Te arrepentirás por preguntar —confesó El Monstruo cuando Anet le cedió el control.
Ella cambió su andar despreocupado por uno errático y vacío. Mientras tanto, el sujeto admiró cómo las personas pasaban, juzgando a la niña.
Ellos querían llamar a las autoridades.
—Soy Lizandro. Dame unos segundos, buscaré mi teléfono —pronunció el hombre, confiando en que podría ayudarla.
Una bala atravesó su cabeza cuando se descuidó.
Nadie lo pudo haber previsto porque la niña no daba señales de cargar con un arma. Anet acercó el nuevo cadáver al antiguo y se puso encima del nuevo para saquearlo.
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Coleccionista de Tormentos #PGP2024
Action[Libro 1 de la Bilogía "Impostores"] En otra dimensión, el 05 de febrero de 2043 se volvió una fecha memorable debido a que tras múltiples guerras intercontinentales, nació la Era de Sangre, la época más oscura para la humanidad. Fue entonces que la...