Mi Omega Especial (Minsung)

♡︎Cap.17♡︎

Jisung acariciaba su vientre con tranquilidad con su espalda apoyada en la fría pared, si bien no se encontraba en el mejor estado físico, estaba feliz, feliz de que un cachorrito estuviera creciendo en su interior, un fruto del amor entre Minho y él.

Cuando Lucas salió dejándolo solo con la loca, tuvo que hacer todo lo que su estado amarrado y deteriorado le permitió para impedir que las drogas diarias le fueran inyectadas. Logró con éxito su cometido, obviamente terminó con algunos rasguños y heridas en su pecho y brazos, pero aquello era lo que menos le importaba en estos momentos.

Ahora tenía un nuevo motivo para luchar e intentar escapar a como diera lugar. Tenía un cachorro que proteger y un alfa que debe estar desesperado por encontrarlo.

Había herido lo más que pudo a la chica, cuando esta se había dado por vencida solo lanzó la jeringa a dios sabe donde y se fue a paso molesto no sin antes insultarlo un poco.

-Hola Sungie- el mencionado levanto su mirada hasta toparla con el beta recién llegado.

El pelinegro iba a devolver el saludo, pero un conocido aroma hizo que su corazón saltará esperanzado al igual que su lobo.

-¿Porque hueles a mi alfa?- preguntó molesto olfateando al pelirrojo confirmando que sin dudas era el olor de su pareja.

-Tranquilo, no pienses nada malo- habló Lucas quitandose la mochila de la espalda y abriendo esta--Fui a la universidad y en el casillero de Minho encontré su sudadera-

Le extendió la prenda y Jisung la tomo desesperado llevándola de inmediato a su nariz, ronroneando mientras sentía el adictivo aroma de esta.

-El... ¿Te vió?- a Lucas se le encogió el pecho ante el tono ilusionado del chico, solo pudo negar bajando su cabeza.

-Pero le deje una carta...- mencionó haciendo que el omega levantará su mirada fijandola en el, esperando a que continuará--Le escribí que estabas embarazado--

El pelinegro sintió su corazón encogerse con tristeza, le habría encantado darle la noticia el mismo y ver la expresión de alegría de su alfa. Que este lo abrazara y besara, que mencionara lo feliz que se encontraba y que le prometiera una vida alegre a su lado con sus cachorros.

-No pude verlo, estaba en práctica de basquetball con Hyunjin, solo deje la carta, saque la sudadera y me fuí-

Jisung sonrió con nostalgia recordando a Hyunjin, el gracioso y peculiar mejor amigo de Minho, no convivieron mucho, pero le agradaba bastante y se veía confiable.
Los ojos se cristalizaron cuando pensó el sus amigos, Jeongin y Seungmin, los omegas más loco y rebeldes que podían existir, extrañaba como el demonio las escenas dramáticas de Jeongin, extrañaba los cálidos abrazos y besos en las mejillas de Seungmin. Que lo mimaran cuando se sentía mal y le dijeran que todo iba a estar bien, que debía pensar positivo en todo momento.

-Hey, tranquilo- el beta se acercó a el cuando vio las lágrimas salir de los oscuros ojos del omega, envolviendolo en sus brazos y dando todo el apoyo posible.

-L-Los extraño tanto- sollozo Jisung escondido en su pecho, aferrándose a su ropa como si su vida dependiera de ello.

Lucas ya no lo soportaba más, odiaba ver al pelinegro de esa manera, encadenado, con su rostro sucio y rasguñado, su pecho y espalda con sangre seca y heridas, pero sobre todo, embarazado.
Y sabía que aquello era su culpa, no debería ser tan cobarde, ahora eran dos vidas o quizás más en juego.

Debía hacer algo pronto, Jisung no sobreviviría mucho tiempo en ese lugar, dentro de poco comenzaría a decaer otra vez, la falta de alimento le sacaría factura, al igual que la inmensa tristeza en su pecho por no estar con su alfa.
Si no hacia algo Han Jisung moriría, por ende sus cachorros también y Lucas no se perdonaría jamás haberlos dejado morir solo por ser un maldito miedoso.