9. ¡Hey, capitán!

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— ¿Y HyunJin?

— Se fue a lloriquear a mi habitación.

Chris río ante eso. — Sabes que no tenían que comer con nosotros si no querían, podrían haber comido en tu habitación.

— Eso no hubiera sido divertido.

— Dios, cada día me asusta más el parecido que tienes con tu padre. — MinHo al otro lado de la cocina bufó divertido.

Después de la comida, que no fue tan desastrosa como pensó, SeungMin había recordado que sus padres debían de firmar algunos permisos para el colegio por lo cual le dijo a HyunJin que podía subir a su habitación mientras él se encargaba de los asuntos escolares.

— Estoy seguro de que tú, Honnie, también me hubieras obligado a comer con tus padres.

— No lo niego. —confesó el hombre encogiéndose de hombros con una sonrisa pequeña en los labios— Esto está listo ¿ya firmaste Chris?

— Si, solo faltabas tú.

MinHo le extendió los papeles a su hijo y este le agradeció. — Tu padre y yo estaremos resolviendo algunos asuntos del colegio, si nos necesitan llámenos; y no estén mucho tiempo afuera, el clima no es muy bueno hoy.

— Entendido.

— ¡Y mantengan la puerta abierta! —bromeó Chris recibiendo una mala mirada de parte de su esposo.

— ¿Eh?

— Ignora a tu padre, ve con HyunJin.

SeungMin sin entender realmente lo que quiso decir su tutor subió hasta la segunda planta con rumbo a su habitación, encontrándose al mayor en su cama con la cara oculta entre las almohadas.

— ¿Qué haces?

— Intentó ahogarme.

— Creo que así no funciona.

— Entonces ayúdame. —se incorporó en la cama y le extendió una almohada. SeungMin rodó los ojos.

— No fue tan malo.

— ¡Que fácil es para ti decirlo!

SeungMin dejó los papeles firmados en el escritorio, tomó una pelota de espuma pequeña del tamaño de un puño y la arrojó al rostro del chico quien únicamente pudo parpadear después de que el objeto lo golpeara directo en la cara.

— ¡Eso fue cruel!

— Tu negatividad comienza a marearme.

— ¡No tenías que golpearme!

— No hay muchas formas de callarte, además, no fue un golpe.

— ¡La pelota golpeó mi rostro! Eso es básicamente un golpe.

— ¿Y qué harás?

HyunJin no contestó, se mantuvo callado examinándolo con la mirada, preguntándole de manera silenciosa si hablaba en serio.

— Oh, Dios; no me digas que todo este tiempo has sido uno de esos acosadores escolares que roba los almuerzos a otros y los hacen llorar.

— ¿Que? ¡Por supuesto que no!

— Desapruebo por completo ese tipo de comportamiento, Kim SeungMin, por lo cual, si tú eres una de esas personas deberé-

— Yo no hago ese tipo de cosas; créeme cuando te digo que después de sufrir acoso escolar durante toda mi infancia, convertirme en ese tipo de persona sería lo último que quisiera.

¡Hey, capitán! - ksm & hhjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora