¡Hey, capitán! - ksm & hhj

18. ¡Hey, capitán!

— ¿Cuándo seas capitán que pasara? ¿Pondrás una máquina expendedora en el gimnasio? ¿Una exhibición de osos? ¡Uh, mejor, deberías poner una fábrica de algodón de azúcar y quitar los impuestos!

— Seré capitán, Mingi, no presidente.

— ¡Pero eso es aún más increíble, nadie quiere ser presidente!

SeungMin rodó los ojos con diversión. Mingi parecía más emocionado por su nombramiento que él mismo. No podía imaginarse como actuaría cuando llegara su día de ser nombrado capitán.

— Oh, ahora que lo recuerdo, te compré un cactus como regalo, ¿vamos a mi casillero por el?

— ¿Un cactus?

— Si, según Yunho, regálate una gallina "no es correcto".

— Me lo entregas después ¿sí?, ya vamos tarde al entrenamiento.

— ¡Pero morirá en mi casillero!

— Los cactus son resistente, no creo que muera por un par de horas en tu casillero.

— ¡Vamos, cap!

— Al único lugar que iremos será al gimnasio.

— Espera, mejor vayamos a comprar algo a la cafetería.

— Acabas de comer.

— O vayamos a-

— No podemos atrasar el entrenamiento cuando estamos tan cerca del partido.

— Pero...

SeungMin dejó de prestar atención a las palabras del menor cuando a lo lejos, tan solo a unos metros del gimnasio, vislumbro una conocida cabellera azul.

— ¿HyunJin?

— ¡SeungMin, vallamos a-!

Ignoro a Mingi y caminó hacia HyunJin. ¿No había dicho que no podrían verse ese día? ¿Y por qué estaba hablando con Yunho?

— Gracias por tu ayuda, Yunho, nos vemos luego.

— Claro. Adiós, HyunJin.

¿Qué carajos estaba pasando?

— Hola Hyu-

— Adiós SeungMin.

— Espera, ¿ya te vas?

— Si, tengo cosas que hacer.

— Pero-

HyunJin esquivo su mirada y SeungMin entendió que el ultimo lugar en donde quería estar era ahí. Y el no podía obligarlo. No podía seguir reteniéndolo.

— Ve con cuidado ¿sí?

—Lo haré, gracias.

Y se fue.

SeungMin lo miro hasta perderlo de vista y luego se giro para pedirle explicaciones a Yunho pero para su sorpresa su compañero ya se había desvanecido. Suspiro cansado de no poder comprender todo lo que sucedía a su alrededor por los últimos días.

Volvió a mirar al frente y pudo ver a su mejor amigo caminando hacia el.

— Hola. —saludó Jeongin.

— Hola.

— ¿Fue mi imaginación o vi al cargador portátil por allá? —señaló.

— No es tu imaginación, si era él.

— ¿Y a que vino?

— No lo sé.

— ¿Y ya se va?