25. ¡Hey, Capitán!

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—  ¡Felicidades, capitán!

— Hyunnie, estoy sudado.

— ¡Ganaste Minnie! Deja las formalidades de lado y acepta un poco de amor. —le dijo el menor sin separarse del abrazo; SeungMin sonrió y disfruto del contacto.

— Ya fue demasiado, par de tortolitos sudados. —los interrumpió Jeongin— Rata eléctrica, sepárate y deja que SeungMin se vaya a duchar; Seung, ni creas que me acercaré mientras tengas dos litros de sudor encima.

— Exagerado. —murmuró Hwang separándose del mayor.

— Me iré a duchar, pueden esperar aquí o afuera; no se alejen mucho.

— Te esperamos afuera, aquí hace mucho calor.

— Te vemos en unos minutos.

— No se maten.

— No prometemos nada.

SeungMin se despidió de ambos chicos con un gesto de mano y una sonrisa en los labios; apenas estuvo fuera de su vista Hyunjin suspiro pesadamente.

Fingir que todo estaba bien era más difícil de lo que parecía.

Siguió a Yang hasta afuera del gimnasio, deteniéndose en el lugar más alejado de la multitud y de cualquier persona que pudiera escuchar su platica. Desde que había leído el mensaje su corazón no había dejado de golpetear furiosamente dentro de su pecho, estaba seguro de que si no recibía una explicación justo en ese momento algo dentro de él se descompondría.

— SeungMin se irá al extranjero.

— Si, creo haber entendido esa parte.

— No pareces muy sorprendido.

— Ha decir verdad, aún no lo proceso por completo. —admitió. Era cierto que su cerebro aún se negaba a aceptarlo y lo mantenía en un estado de negación, sin embargo también era cierto que su tranquilidad era falsa y que quería gritarle al menor que le diera explicaciones—  ¿Cómo lo sabes? ¿él te lo dijo?

— No, el tampoco lo sabe... Hace un tiempo me metí en problemas y tuve que ir a sala de maestros a cumplir un castigo; escuché al profesor Bang haciendo una llamada con un colegio privado en un país extranjero, supongo que en Europa porque hablaban en inglés, como sea, al finalizar la llamada tuvo que dar clases y salió de la sala, yo me acerqué a su escritorio y vi que tenía todos los papeles de SeungMin, incluyendo los formatos de inscripción de la escuela.

— Pero-

— La semana pasada escuché otra conversión entre sus padre sobre el tema y el otro día me metí en el estudio de su casa para comprobar si era verdad lo que dijeron.

— ¿Y?

— Había una carta de aceptación a su nombre. Creo que planean decírselo en su cumpleaños. Analizándolo desde el punto de vista de sus padres, regalarle un futuro brillante comenzando en un prestigioso colegio en Europa es el mejor obsequio que pudieran darle.

Las palabras dieron vueltas en la mente de Hyunjin. Europa estaba muy lejos. SeungMin estaría a miles de kilómetros de él. Ya no podían jugar basketball en el patio de su casa ni caminar juntos al colegio.

Ya ni siquiera podrían estar juntos. No quería que SeungMin se fuera, por más egoísta que sonara quería quedarse con él por siempre.

Pero...

— Estudiar en el extranjero puede darle un montón de oportunidades para entrar en un equipo profesional.

— Así es.

¡Hey, capitán! - ksm & hhjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora