10. ¡Hey, capitán!

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— ¿Cómo es que tardaste tanto si vives a dos casas de aquí?

— Lo siento, tuve que alimentar al señor conejo y buscar su juguete favorito que perdió esta mañana. Ser padre soltero no es fácil, SeungMin.

El menor se hizo a un lado para que el peliazul pudiera pasar y dejar sus cosas en algún lugar libre en la habitación. Decir que Chris se emocionó al enterarse que su hijo participaría en su primera pijamada se queda corto. El rubio había tomado el auto, y a su esposo, y había conducido al supermercado más cercano para comprar todo lo necesario para una noche inolvidable.

— ¿Jengibre o miel? —preguntó mostrándole dos mascarillas a su esposo quien como gato molesto solo gruñó— Tienes razón, llevaremos un poco de todo.

— Si tienes todo esto bajo control ¿por qué no me dejaste quedarme en la casa a dormir?

— Porque los chicos empezarán la pijamada después de que terminen de entrenar y HyunJin vaya a su casa a ducharse y por unas cosas; eso nos limita el tiempo, entre los dos terminaremos las compras con más eficacia y rapidez. 

MinHo suspiro, era cierto que prefería tomar una siesta ante que estar en ese molesto supermercado, pero también era verdad que la idea de que SeungMin tuviera un buen recuerdo adolescente como lo era esa tonta pijamada infantil también le emocionaba.

— Bien, ¿qué hago?

— ¡Sabía que aceptarías! —dejó un casto besó en la cabeza contraria y le señaló un pasillo a lo lejos— Ve por algunos dulces mientras yo acabo aquí.

— No te emociones.

— Demasiado tarde.

Después de echar un sin fin de cosas al carrito y dar un par de vueltas al supermercado en busca de cosas que pudieron dejar pasar por alto, los hombres creían que ya estaban listos para ir a pagar y regresar a casa pues a esa hora seguramente los adolescentes ya estarían terminando con las prácticas.

— No. —negó MinHo, regresando a su lugar la caja de preservativos que su esposo había tomado.

— Le quitas la emoción a la vida, MinHo.

Y después de pagar se dirigieron a casa, dejando las bolsas en la habitación de su hijo y arreglando una cama improvisada para que ambos pudieran dormir ahí.

— Deberíamos colgar algunas luces.

— Me largo.

— ¡Honnie!

Chris hizo un puchero, pero igual siguió a su pareja quien apenas llegó a su habitación se tiró en la cama y concilio el sueño. Bang, como el hombre débil que era frente a Lee MinHo, no tardó en unirse a él.

Ahora gracias a toda esa travesía ambos adolescentes estaban disfrutando de una pijamada en todo el esplendor de la palabra. HyunJin sentado en el piso y con la espalda contra la pared comía de sus gomitas favoritas mientras escuchaba a SeungMin hablar de porqué Drácula era un buen clásico y todo el mundo debería de leerlo.

— Mi madre lo tiene en su biblioteca. —recordó el peliazul— Después de escucharte hablar, definitivamente lo leeré.

— Deberías, es muy bueno.

HyunJin tomó una de las bolsas y ayudó al menor a sacar de ella todo lo que sus tutores habían comprado; ya había golosinas, frituras y bebidas afuera, pero aún parecían haber bolsas que faltaban por desempacar.

— Amo estas galletas. —chilló el mayor al sacar un paquete azul metálico.

— ¿Qué es esto? —preguntó HyunJin mostrando unos cuantos paquetitos dorados.

¡Hey, capitán! - ksm & hhjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora