A mi oficina

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Una mañana normal y tranquila, cotidiana en el inframundo, por parte del director de la escuela Babyrus fue de mucho cansancio, pues tuvo un debate con Opera sobre lo que debía hacer, el mayordomo no estuvo de acuerdo pero es un sirviente que sólo...

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Una mañana normal y tranquila, cotidiana en el inframundo, por parte del director de la escuela Babyrus fue de mucho cansancio, pues tuvo un debate con Opera sobre lo que debía hacer, el mayordomo no estuvo de acuerdo pero es un sirviente que sólo debe seguir órdenes y se le mencionó las decisiones de su amo, debido a que le tiene afecto al que será más afectado.

Iruma.

Opera preparo un té que ayude despertar a su amo, ya era tarde, debe irse rápido de la mansión para llegar a tiempo a la escuela.

El peliazul despertó de forma más tranquila que el día anterior, tenía un plan trazado para la tarde, como visitar a su pareja y darle de comer. Tuvo que vestir ese body ajustado de color negro, después vistió su uniforme, sonrío, por alguna razón a sus ojos se veía elegante.

"Como iré a visitar a Azz voy tan atrevido"

Eso y su uniforme anterior destrozado, sus ropas eran un diseño estilizado del traje habitual de los maestros sólo con la diferencia del pantalón a un color negro, y en su saco y capa colores azules oscuros y morados.
Cambio su peinado, para que vaya un poco hacia atrás y verse elegante, ya con eso, salió de su habitación para ir a la planta baja.

Iruma fue a la escuela como es previsto, el inicio de semana, siempre debe trabajar y aún con la pelea reciente con su familiar más anciano, es su jefe y debe presentarse.
La academia siempre fue un lugar difícil el cuál fortalece siempre sus piernas, en esta ocasión muchos alumnos lo acompañaron en su caminata, aunque estos notaron al profesor más callado.

No tenía ganas de hablar o tener una conversación con alguien, sus respuestas eran cortas y una sonrisa demasiado leve.
Al entrar a la academia y dirigirse a las oficinas de los profesores, anotó su entrada y fue a su escritorio, se encontraban algunos elementos decorativos que hizo y además del evento de maestros.

Hoy debería serle entregado su horario de clases, al fin unas clases para él, toda esa competencia fue con ese fin.

"Aunque me enfade, me emociona"

Saber que podría ejercer de manera correcta su profesión y estar más cerca de posibles víctimas es satisfactorio.

Llegó la profesora Suzy a saludarlo.

—Oh Iruma-kun es bueno verte, espero con ansias tu clase.

—Si, puede que sea una clase exclusiva para ti o que se lo des a un grupo. —Comentó Eito mientras fumaba un cigarrillo.

—De ambas formas me emociona ya llevo un tiempo aquí, es lindo saber que puedo trabajar como se debe.

—No te vez tan emocionado. —Interrumpió Kakego. —Estarías gritando de la emoción o con una sonrisa estúpida y no tienes ninguna.

El menor solo rio un poco nervioso al verse atrapado, no podía decir que fue porque el día después de la celebración peleó con su abuelo y por segunda vez escapó de la mansión para distanciarse.

Profesor Iruma-KunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora