El hambre es un gran motivador, ella lo sabía más que nadie. Su vientre se agitaba y retorcía como una caldera hirviente; la gente en aquel mercado solo la ignoranba o se hacía a un lado, su presencia era demasiado imponente pero más imponente era el rugir de su vientre desnudo. Sabían que de no pasar de ser percibido, ella dejaría que las bestias furiosas en sus entrañas descuartizaran a cualquier pobre diablo que le estorbe.
Su melena rubia clara emanaba un brillo propio, era común que la belleza elfica resalte; su cabellera caía como una cascada de lado derecho, cubriendo su rostro fino por ese lado y terminando reposando sobre su busto copa D. Y del lado izquierdo había una trenza desde arriba de la cien que dejaba al descubierto su oreja puntiaguda.Y es que sus enormes proporciónes y altura de 1.90 eran movidas por sus gruesas piernas con músculos marcados por su pantalón café. Unas placas verdes con bordes dorados cubrían sus pantorrillas al frente y unas rodilleras del mismo color defendían esa extremidad, gruesas cuerdas de cuero curado rodeaban sus muslos con chapados dorados que dejaban al aire a los lados las correas sobrantes. Un cinturón con anillos en doble fila cubrían su cintura colgando debajo del vientre.
Su armadura era verde esmeralda con bordes dorados en cada pliegue apilado uno sobre otro con forma puntiaguda cómo hojas. Del lado izquierdo tenía una hombrera de placas sobre puestas que cubrían hasta la parte media del hombro. Usaba guantes de cuero negro que descubrían las puntas de sus dedos y los nudillos. Su top cubría hasta el busto en corte de V dejando un revelador escote, sobre él, habían placas verdes herméticamente acopladas una sobre otra hasta debajo del busto recubriendo de forma redonda sus pechos.
Su zona media estaba al aire, aún con la nieve apilandose sobre el techo de las casas. Sus expandibles 67 centímetros de cintura eran azotados por el viento gélido, la muralla muscular fronteba su vientre con seis tabiques de músculos alineados dejando su ombligo en el centro.
El viento gélido era demasiado, tanto que la gente optó pot ocultarse en sus casas, pero ella debía llegar a la taberna. Su capa de cuello afelpado y blanco se sacudió antes de abrocharlo en el busto para cubrir su pecho y su rostro con la capucha. Pero su capa se ondeó de nuevo con el viento, su torso bajo seguía desnudo y claramente no quería cubrirlo.
Abrió la puerta doble de la taberna, solo ella quedaba en el salón y no dudo en avanzar hacia la recepcionista. El viento soplaba ondebado su capa dándole un aire grandilocuente mientras caminaba segura hacia la mujer detrás del escritorio.
—¡Bienvenida de vuelta, aventurera!— saludó la recepcionista alegre.
—vine a cobrar mi recompensa— dijo sin ánimos la elfa.
—¡Claro!— dijo sonriendo y ladenado la cabeza— su parte será pagada cuando venga el resto de su gremio—.
—la tormenta nos alcanzó y no pudieron venir— dijo la elfa con media sonrisa.
—¿Ninguno lo logró?— preguntó sospechosa la recepcionista— parecían fuertes— dijo rascandose la barbilla.
—los descuartizó un terrible monstruo— dijo fingiendo tristeza.
El líder del gremio era el más grande de todos pero ni con esa enorme armadura ni el portentoso espadón en su espalda podían mantenerse firmes en la terrible tormenta él fue el primero en tambalearse del gremio de guerreros en aquella montaña nevada. La única opción para ocultarse del inclemente tormenta eran las oscuras entrañas de la montaña que escalaban para llegar al pueblo. Al llegar a la puerta de la cueva se toparon con una enorme agujero oscuro y siniestro el cual les alertó para huir, no podían hacerlo puesto que la tormenta les impedía el paso por la montaña.
No tenían opción, la maga; una chica delgada con hábito blanco con adornos barrocos en su indumentaria, se tambaleaba y temblaba sosteniéndose apenas por su báculo con el cual disparaba rayos mágicos canalizados por el orbe de rubí en la punta. La chica cayó de rodillas y los fuertes vientos la sepultaron en nieve casi al instante. El guerrero líder la sacó y la cargó por el hombro hasta la entrada de la cueva. El interior oscuro no era más amable, era frío y húmedo pero al menos el viento y la nieve no entraban; ensendieron una fogata y miraron al exterior esperando al resto.
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(Vore) Shadow Eaters (Devoradoras De La Oscuridad)
FantasíaEn un mundo de fantasía, un grupo de féminas de diversas especies se unen para enfrentar un antiguo mal. El abismo amenaza con devorarlo todo a no ser que ellas se lo devoren primero. Alto contenido vore. +18