(Vore) Shadow Eaters (Devoradoras De La Oscuridad)

10

Se despierta, los rayos de sol entran por su ventana entrecerrada. Las sábanas cubren su cuerpo delgado, su melena con mechones dorados estaba desperdigada por todo el colchón como si fuera una manta. Abre lentamente sus ojos color gris y rasgados. Su piel morena brilla con el sol al hacer un lado las sábanas. Al ponerse de pie se muestra en todo su esplendor sus 1.95 de altura, fue al baño y dejó que el agua tibia enjuague su piel bronceada.

Se puso su camisa blanca de botones, su chaqueta negra que hacía juego con si falda de lápiz hasta las rodillas, sus gruesas piernas enfundadas en medias negras con encaje de rosas, se sujetó el pelo en una coleta y salió a la ciudad. Las carrozas de vapor circulaban por la calle mientras ella y otros transeúntes caminaban por la escapa. Los edificios con hileras de ventanas eclipsaban el sol de la mañana.

Caminando por la calle, llegó al mercado local, un par de hombres irrumpieron con cuchillos y lanzas en un local y escaparon por un callejón. La mujer los siguió y entró al mismo callejón. Los hombres se dieron cuenta que los seguían. La mujer, Yuan, caminó por el pasillo con los botes de basura a sus lados dejando el claqueo de sus tacones en el frío piso. La mujer se paró en seco cuando sintió el frío de una espada en su cuello, la tomaron por detrás. El hombre roso la mejilla de Yuan con su lengua.

—sabes bien, cariño— dijo siniestro.

Yuan arqueó los labios en una media sonrisa. Velozmente se zafó del agarre dando una pirueta al frente. Al mismo tiempo aprovechó el impulso para dar una patada a la barbilla del tipo con su tacón, el hombre salió volando en la dirección contraria a Yuan cayendo de bruses en el suelo. El otro tipo esperaba oculto detrás de un bote de basura, tal estruendo lo hizo asomar por la esquina del contenedor y vió a la mujer en cuclillas. Yuan se puso de pie con el rostro mirando al cielo, el tipo forcejeaba con la cara de la mujer mientras descendía más y más por sus fauces.

Pronto cayó hasta la cintura y lentamente fue arrastrado al interior, el hombre buscaba por dónde zafarse y forcejeaba pero era inútil así como pedir ayuda. De forma súbita cayó hasta las axilas. El otro tipo salió de su escondite tomando una daga. Yuan tragó más profundo haciendo que entren los hombros dejando las manos al cielo. Yuan se dió la vuelta al oír los pasos y se preparó. Solo fueron un par de pasos, cuando el secuas estaba frente a la mujer solo colgaban los dedos del sujeto aferrándose al mentón.

Yuan tomó la daga y la arrebató del secuas. El hombre cayó de culo y vió como el cuerpo de la mujer solo creció unos centímetros en el vientre, como si fuera una mujer en su quinto mes de embarazo. Nadie sospecharía que adentro había un hombre adulto. La mujer convirtió su boca en un abismo con hilos de saliva de un lado a otro y arremetió contra el hombre. Ladrón y secuas cruzaron miradas mientras el último desendia por la caverna apretada y viscosa. Las mandíbulas de Yuan se cerraron mientras los pies del hombre descendían por su garganta. Tomó la bolsa con el botín y lo devolvió al ventero.

—gracias por detener a los malechores— dijo el anciano ventero— ¿Que haríamos sin usted, sargento Yuan?—.

—¡Gracias a usted por el desayuno grátis!— respondió guiñando el ojo.

Con un par de palmadas a su abdomen expandido en un orbe de metro y medio se perfiló a su destino.

Las engullidoras de Ayalem, la fuerza de élite de la ciudad, depredadoras adiestradas para mantener el orden en la gran ciudad. Entrenadas por la misma Ray Zah, Yuan era del rango más alto "Segundo estómago" de Ray Zah. Nacida en el barrio más peligroso de la ciudad, se dedicó a proteger a las personas y devorar criminales. La mujer escaló la escalinata de la gran cede de comando. Entró por una puerta doble y se topo con el recibidor y la enorme placa detrás en el muro.