Capítulo veinticinco. Esto es precipitado

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Después de unas horas que me parecieron días la voz de Anne, Gilbert y Diana me sacaron de mi ensimismamiento.

-Si, ahí está -dijo Diana.

Los pasos de todos sonaron mas cerca, yo no había levantado mi vista.

-Danielle, ven aquí -dijo Anne y me tendió la mano.

La tomé y me levanté, Anne se lanzó a mis brazos.

-No quiero que te vayas, mi hermosa Danielle -dijo.

-Yo no me quiero ir -dije cansada.

-Creo que debes decirles ya lo que quieres -dijo Gilbert quien me tomó de la mano en cuanto Anne me soltó. Ellos también se tomaron de la mano.

-No la escucharán, tendrá que mudarse con mi tía si quiere evitarlo -intervino Diana.

-¡No! -dijo Anne muy alto -, buscaremos otra solución.

-¿Y si hablo con ellos? -se apresuró Gilbert.

-¿Cómo? ¿Qué les dirías? -pregunté.

-Que no necesitas ir ahí para gustarme, que te quiero tal como eres y que sé que serás buena esposa.

-¿Y si te piden que te cases con ella entonces? -preguntó Diana.

-No lo pensé -dijo Gilbert desanimado.

-Pues háganlo -dijo Anne-, si eso es lo mejor para que Danielle se quede... Quizás podamos estar mas tranquilos así.

-¿Estás segura? -pregunté-, de todos modos no te dejaría.

-Yo tampoco, mi Annie -dijo Gilbert.

Sonreí.

-No sigas -dijo ella volteando los ojos-, bueno al menos hiciste sonreír a Danielle.

Después de hablar un rato mas del asunto decidimos que lo mejor por ahora era que nos vieran juntos nuevamente. Así que emprendimos el mismo movimiento del día anterior. 

Llegamos a casa y al entrar lo primero que ocurrió fue que mi padre bajó su periódico, cosa que rara vez hacía.

-¿Otra vez te acompañó? Esto parece ir enserio -dijo.

-Si, lo hizo.

-Excelente, así cuando se enteré que te estarás educando para ser una mejor esposa para él no te dejará ir -dijo mi madre tomándome de los hombros.

-Madre, por favor, denme tiempo para salir con él antes de irme, solo el siguiente ciclo -dije.

-Cariño tu padre ya envió la carta, además no necesitas tiempo, con que pida tu mano antes de que te vayas es suficiente, después se casarán y tendrán todo el tiempo del mundo.

-Madre, él no es así, a él le gusta conocer a las personas antes de algo serio.

-Pero si se conocen desde niños querida -dijo mi padre.

-Si pero no de esa forma.

-De todos modos no cambiaremos de opinión, queremos que seas la mejor esposa para que los lazos con los negocios de Gilbert sean fuertes.

-¡Quiero estudiar arte! -dije de pronto.

-¿Qué? -dijeron los dos con tono ofendido.

-Si, lo que dije, amo la pintura, quiero dedicarme a eso -dije con valentía.

-Pero si no tienes talento para la pintura, nisiquiera hemos visto algún cuadro tuyo -dijo mi padre con risa burlona.

-Además un pintor es de lo mas bajo.

Danielle with an E | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora