Capítulo diez. Desconocidas

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Estuve un rato mas con Gilbert, todo el rato quise disimular el disgusto que sentía con él por ser lo que era, claro que él no tenía la culpa de nada, nisiquiera podría imaginar que me dolía tanto su privilegio, si se le pudiera llamar así.

Después de aproximadamente una hora me levanté y le dije a Gilbert que estaba suficientemente inspirada pero que había cometido el error de no traer mi pincel especial así que tendría que ir a casa a plasmar lo que había visto.

Gilbert dijo que era una lástima no poder verme pintar, pero ese privilegio solo se lo había dado a una persona y me veía incapaz de algún día dejar que alguien mas lo hiciera...

Durante el camino de regreso me venía contando acerca de la pantomima navideña para la que estaban ensayando todos los chicos y algunas personas más del pueblo, me invitó a participar pero tuve que negarme, mencionó que Cole estaba pintando algo para el escenario y que podría ayudarle, pero no podría hacerlo, no frente a todos, no en algo que no fuera un lienzo, además quería pasar el menos tiempo posible con Anne. Para no desanimar a Gilbert le dije que posiblemente iría a uno de los ensayos para ver en qué podía ayudar, esperaba pronto poder encontrar una buena excusa para poderme librar de aquello.

Al llegar a casa, Diana me entregó un papel, no dijo nada sobre quien lo enviaba, lo tomé y me fui a mi habitación, dejé mis cosas y me senté en la cama a leer la nota misteriosa.

Danielle, espero que estés mejor, tu ausencia en la escuela me estaba matando, ver tu asiento vacío me hacía pensar solamente en si estarás bien y no podía concentrarme en lo que decía el señor Philips. Espero verte pronto y podamos hablar, recuerda que te quiero mas cerca de mí que cualquier otra persona en el mundo. 

                           Con todo el amor del mundo, Anne

No supe que sentir, quise hacer trizas la hoja para deshacerme de ella, pero no pude, me la lleve a los labios y me permití pensar en ella, en mi Anne, mi inspiración, la persona que Gertrude me dijo que algún día llegaría. Quizás pasar tiempo con ellas dos me había hecho así, quizás nunca debí ir a Charlottetown y convivir tanto con ellas, el ministro decía que esas cosas se pegaban y quizás eso me había pasado. Pero ¿Cómo podía sentir tantas cosas por Anne si solo era confusión por lo que había visto en ellas? No creo que el amor surgiera de algo que no estaba destinado a ser, quizás el ministro no tenga razón, quizás habemos muchas personas diferentes en el mundo.

Guardé la nota en mi caja de cosas especiales, esperaba que con el tiempo esa nota solo se volviera un recuerdo de un amor que no pudo ser.

No tuve mas remedio que ir a uno de los ensayos de la pantomima por obligación de mis padres, todas las chicas me recibieron con abrazos y Gilbert también se acercó a saludar, Anne fue la última en acercarse a saludar, parecía que estaba esperando para tener más tiempo conmigo, así que cuando llegó su turno la vi, llevaba una gran sonrisa, tuve que agachar la mirada y parecer desinteresada.

-Danielle no sabes la dicha que me da tenerte de vuelta, estos días han sido un tormento sin ti, necesitaba verte, necesitaba...

-Gracias -la interrumpí y miré a Cole que estaba ensimismado pintando un hermoso marco para el escenario -que hermoso se ve, Cole, te dije que eras un artista.

De reojo miré a Anne caminar despacio hasta su lugar designado de ensayo, estuve por un lado de Cole platicando y dándole ideas para su obra de arte pero siempre evitando pintar yo o ver a Anne, aunque lo segundo no podía evitarlo del todo.

-Oye ¿no pintas por que tu inspiración está ocupada ensayando? -dijo Cole sin dejar de mirar su trabajo.

-No lo hago porque solo hay una persona que me ha visto pintar y si lo hago aquí todos me verían.

-¿Quién es esa persona?

-Gertrude -mentí-. la... mejor amiga de mi tía, falleció.

-Ahora entiendo tu razón, lo siento mucho.

Me sentí culpable de involucrar a Gertrude siendo que se fue de este mundo sin verme a mi realizar las pinturas que tanto amaba, aún más porque invierno era su temporada, sentir el frío me recordaba a ella siendo feliz.

Después de un rato fui a ayudar a la señora Lynde a acomodar algunas cosas para la obra cuando escuchamos un fuerte golpe, seguido de un grito y el murmullo de todos preocupados, corrimos a ver de donde provenían los ruidos y ahí estaba Cole, tirado en el piso con su muñeca doblada en un ángulo imposible para una mano sana, Gilbert ya lo estaba auxiliando y entre él y Moody lo ayudaron a levantarse, podía andar pero no dejaba de llorar de dolor, vi como Gilbert ponía demasiado empeño en no mover la mano afectada de Cole y sentí mas rabia de saber que Anne lo estaba viendo ser un héroe, después de eso me invadió la culpa de estar celosa cuando mi amigo Cole estaba mal.

Varios días después llegó la víspera de navidad, mi madre horneó algunos pasteles y galletas y nos pidió a mi y a Diana ir a llevarles algo de eso a los Cuthbert, fui a regañadientes junto con mi hermana, la cual me miraba confundida.

-Danielle, últimamente estás de malas y... Anne me dijo que has sido muy dura con ella, ambas nos sentimos muy mal de saber que estás molesta por algo y no sabemos si es con nosotras -me dijo y sentí una punzada de dolor al saber que a Anne le dolía mi actitud.

-No estoy molesta con ustedes, Diana, disculpa por haber estado distante y de malas, no sé que me pasa, trataré de estar mejor.

-¿Hay algo que quieras contarme?

-No, la verdad no es nada, creo que solo extraño un poco la vida que tuve hace unos meses pero mi vida es esta, Diana, debo volver a adaptarme.

Llegamos a Greengables al mismo tiempo que Gilbert (¿por qué él iba a pasar la cena con Anne?) y un muchacho que conocía.

-Hola señoritas -dijo Gilbert amablemente -. Danielle, mira, el es Sebastian, mi amigo del que te hablé.

-Mucho gusto Sebsastian -dije y extendí la mano al pobre sujeto tembloroso que se encogía en si mismo para no dejar escapar el poco calor que quedaba en su cuerpo.

Me extendió la mano y murmuró las mismas palabras que yo. En ese momento la señora Marilla nos abrió la puerta, dejamos pasar primero a sus invitados por piedad al pobre Sebastian que en cualquier momento se convertiría en una estatua de hielo.

-Buenas noches chicas y feliz navidad ¿qué les trae por acá?

-Feliz navidad señorita Marilla -dijimos al unísono Diana y yo.

Diana le extendió la canasta que habíamos traído para ellos.

-Le trajimos estos postres que mi mamá horneó, esperamos que pasen una bonita noche y que los disfruten -dijo mi hermana.

-Vaya, que amables son, muchas gracias chicas, salúdenme a Elisa y espero que también pasen unas bonitas fiestas.

La cena fue muy deliciosa, traté de estar feliz durante toda la noche y disfrutar de mi familia y casi lo logré, pero no podía sacarme en mente a Anne y lo mucho que deseaba ir a desearle una feliz navidad.

Al día siguiente fue la Pantomima Navideña, la pasamos muy bien, todo el mundo estaba feliz y me sorprendí al ver a Anne haciendo el personaje principal de la obra, ya que ese personaje había sido de Josie Pye, tenía sentido y quedaba mas que Anne lo interpretara, ya que con el cabello corto lucía mejor como chico que Josie, se veía adorable vestida así y no podía despegar mi vista de ella cada que hacía aparición, ay Anne, ¿si tu fueras un chico te seguiría queriendo así? sería más fácil para ambas que una de las dos fuera un chico...

Danielle with an E | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora