Capítulo doce. La fiesta de invierno

153 18 0
                                    

Hacía todo como si esta misma noche me llevarían a la horca, no tenía ánimos de nada y desde la noche anterior tenía pensamientos aleatorios de mi vida en Charlottetown, sobretodo de Gertrude, me dolía tener que volver pero todo fuera por los chicos.

Se llegó la hora de marcharnos y los cuatro nos subimos al carruaje, evité con todas mis fuerzas las ganas de pedir regresar a casa en cuanto avanzamos, me había dormido poco después de salir de Avonlea y fue un alivio porque escuchar solamente una conversación animada sobre la fiesta me tenía aturdida.

Abrí los ojos después de lo que me parecieron solamente unos cuantos minutos, pero al mirar por la ventana vi que faltaba poco para llegar, admiré el familiar paisaje y sentí una calidez en mi mano, bajé la mirada y era la mano de Anne quien me sujetaba, la miré a los ojos después de varias semanas sin hacerlo, su cabello estaba mas largo, los mechones de su cara casi tocaban sus pestañas, me dedicó una pequeña sonrisa y quise grabarme esa imagen para siempre.

-Gracias por hacer esto por nosotros, Dani, sé que es difícil para ti -me dijo sin soltarme la mano.

No supe que responder y solo apreté la mano de Anne, me permití tener mas contacto con ella del que me había prohibido a mi misma, después de todo la seguía amando.

Por fin llegamos a Charlottetown y solté la mano de Anne antes de llegar a la casa, Anne me miró confundida, pero no quería que mi tía notara nada, no aún.

Les permití bajar a los tres primero y me quedé a un lado del carruaje admirando la casa en donde viví durante los dos años anteriores, cuando ellos estuvieron en la puerta y la tía Josephine los hizo pasar me acerqué y entré.

-Mi querida niña, te extrañé mucho -mi tía me abrazó con fuerzas y sentí un nudo en la garganta, no quería llorar, pero al sentir todo familiar pero lejano a la vez me apretaba con fuerza el estómago.

Después de cenar me fui a mi habitación y los demás hicieron lo mismo por instrucción de mi tía, quien minutos después apareció en mi puerta pidiéndome permiso para entrar.

-Querida, estoy preocupada por ti, en la cena apenas hablaste y te noto triste ¿Podría saber la razón?

-Disculpa por mi mal genio tía Joe, es sólo que volver en las fechas de la fiesta de Gertrude, me hace sentir demasiada tristeza.

-Entiendo querida, el año pasado huí de este lugar en estos días dejandóte sola, sé cuanto querías también a mi amada Gertrude.

-No debes culparte por haberte ido el año pasado tía, entendí que no querías estar aquí sin ella.

-Y nunca voy a quererlo, pero es algo con lo que he tenido que aprender a vivir... Y para ser sincera contigo pensé mucho en no hacer esta fiesta, pero no puedo dejar a los amigos que ella me dió, espero que sentirlos cerca y felices me haga sentir que ella está aquí presente.

La tía Josephine me dijo que veía algo diferente en mi y que me conocía tan bien para saber que algo mas me ocurría, tuve que decirle que me había enamorado, no podía mentirle a ella, no le dije quien era y menos que era una chica, pero le di unos cuantos detalles acerca de nuestro pequeño beso y de como era nuestro trato.

-Danielle, esa persona que dices, ¿te acompaña aquí en este viaje?

Me quedé callada, me arrepentí de no haber dicho que no, pero mi tía me había tomado desprevenida, asi que solamente cambió de conversación.

Al día siguiente todos estaban listos para la fiesta, yo aún seguía en mi bata de pijama, la tía Joe me había dado permiso de no asistir a la fiesta, entendía mis emociones, así que tuve que disculparme de nuevo con los chicos y regresar a mi habitación mientras ellos bajaban. Estuve un rato leyendo un libro que traje de casa, pero Gertrude se empezó a apoderar de mis pensamientos, salí de mi cuarto y escuché la música y el murmullo de la gente, los ojos se me llenaron de lágrimas pero seguí adelante a la habitación de mís tias, abrí la puerta e imaginé la silueta de Gertrude sentada en la cama leyendo su adorado libro Jane Eyre, me acerqué a su mesilla de noche donde aún se encontraban sus libros, pero su favorito no estaba, quizás la tía Josephine lo había movido de lugar.

Danielle with an E | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora