Capítulo seis. Gilbert

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Al otro día Diana y  Anne se encontraban aparte de las demás niñas, estaban leyendo lo que parecía una carta, me acerqué a ellas para ver cual era su misterio.

-¿Qué están leyendo?

Pude notar que Anne tenía una expresión seria y pensativa, quizás un poco preocupada.

-Anne  recibió una carta, es de Gilbert Blythe, dice que nunca volverá al pueblo y le he dicho a Anne que le de la carta a Ruby, ella siempre ha estado enamorada de Gilbert y así podrá tener algo que la acompañe en su luto.

-Pero Diana, no puedo darle la carta porque... -Anne guardó silencio abruptamente.

-¿Por qué Anne? -preguntó Diana

-Quizás quiere escribirle de vuelta, ¿no, Anne?

-Si,  es eso exactamente lo que iba a decir, he decidido escribirle de vuelta a Gilbert para despedirme de él y después de eso podré darle la carta a Ruby.

-Pero me acabas de decir que no responderías...

-Diana, es su decisión, deja que haga lo que quiera -le dije severmente pero con gentileza a mi hermana.

Pude  notar que Anne esconde algo acerca de Gilbert, quizás en secreto está enamorada de él, y no puedo culparla de ninguna de ambas cosas, es decir, primero: de que esté enamorada de él, porque Gilbert es un   muchacho apuesto y no sé como haya sido su interacción cuando Anne llegó a Avonlea y lo segundo: que lo mantiene en secreto, las chicas pueden llegar a ser amenazadoras si aceptas que te gusta el chico que le gusta a una de ellas.

Toda la tarde estuve pensando en Anne y en Gilbert, sentía cierta tristeza al pensar en la situación, pero no podía entender que era lo que me hacía sentir así, quizás el hecho de que ella no podía abrir sus   sentimientos por el asunto de Ruby, debía sentirse muy llena de sentimientos que no podía sacar a relucir, si, debía ser eso lo que me entristecía... o ¿sería que...? no, eso no podía ser, quizás solo pasar   tiempo en Charlottetown me hizo sentirme de ese modo, pero no... no podría ser.

Los chicos volvieron a jugar su estúpido juego de besos, así que me fui sola a casa nuevamente, cuando iba caminando tuve la mas genial idea de todas, le haría a Anne una pintura. Al llegar a casa tomé el lienzo mas grande que tenía, pero no me decidía, hasta que en el fondo del baúl pude notar el mas pequeño lienzo de mi colección, era de 10x15 centímetros, era mas pequeño incluso que las pizarras que llevábamos a clases, pero sería perfecto para Anne, así podría llévarselo a la escuela y no tener que escabullirme hasta Greengables con el lienzo enorme, así ella podría llevarlo a donde quisiera y recordarme, mas bien dicho, recordar el lago de aguas relucientes.

Me puse manos a la obra con el boceto recordando el lago en otoño, el día que lo vi con Anne y que el sol lo atravesaba, sería un recordatorio del día que la conocí y de que fue mi temporada favorita, temporada que ahora asocio a ella, por un lado dibujé un arbol de cerezo, el favorito de Anne, la Reina de Hielo como ella la llama, sería un elemento distinto en mi dibujo otoñal, un hermoso árbol blanco entre todo lo naranja, como la esperanza que tengo de que Anne me quiera como yo a ella, comencé a pintar el lago, pero pronto se hizo de noche, así que guardé el lienzo para seguir al día siguiente.

Llegamos mas temprano de lo habitual a la escuela, no podía evitar llevar mi vista hacía la puerta, no quería admitirlo pero estaba esperando ver a Anne entrar, cuando de pronto una cara diferente pero ya conocida atravesó el umbral, era Gilbert Blythe, había regresado de su aventura, se le veía mas fuerte y mas maduro que la última vez que nos vimos, Gilbert también era de mi edad, pero se había atrasado cuando se fue de viaje con su padre, de niños éramos amigos, pero con el tiempo nos fuimos distanciando, de pronto recordé la carta de Gilbert y la actitud de Anne cuando Diana mencionó que debería dársela a Ruby, ahora Gilbert estaba aquí y Anne... el corazón se me hizo pequeño al pensar que ellos iniciarían un romance pronto.

-¿Danielle? -dijo Gilbert al verme después de haber saludado a todos los chicos-. Cuanto tiempo sin verla, me da gusto que haya regresado.

-Debo decir lo mismo de ti, ambos regresamos a casa. -dije levantando la voz, ya que yo aún seguía sentada en mi banca y Gilbert estaba de pie enfrente de la chimenea.

-Claro, deberíamos platicar sobre nuestras aventuras, supongo que en estos momentos somos lo mas interesante en este pueblo quieto.

-Tú lo eres, yo no tengo mucho que contar, solo estuve en Charlottetown encerrada la mayor parte del tiempo con mis... mi tía.

De pronto Diana se acercó a las chicas que estaban de pie con cara de preocupación, no podía entender la razón de su expresión hasta que la vi: detrás de ella estaba Anne, con el cabello tan corto como un niño y además con cortes irregulares en cada mechón, traía la cabeza gacha y la expresión seria, pero mi sorpresa de pronto pasó a ser ternura, Anne aun con ese corte tan irregular se veía hermosa, no podía creerlo, lo admití por fin, lo que tanto había estado evitando... Estaba enamorada de Anne, lo estaba porque aun así, con ese corte, aún así con la sonrisa apagada yo no pude evitar sentir que me brincaba el corazón al verla, estaba enamorada de Anne como la tía Josephine amaba a Gertrude...

Anne siguió avanzando con la cabeza gacha, cuando se detuvo y levantó la vista estaba justo enfrente de Gilbert, quien le dedicó una sonrisa pícara y comenzaron a hablar entre ellos, no podía apartar la mirada de tal escena, aún no podía confirmar mis sospechas de que a Anne le gustara Gilbert pero si tenía algo muy claro... ella si le gustaba a él, pude verlo en la manera en que sus ojos brillaron al verla aun con su apariencia, como supongo que también brillan los míos cada que la veo. Anne, mi hermosa Anne, solo espero poder tener una oportuidad contra Gilbert.

-Oye Anne, ¡Espera! -llamé a Anne en la salida de la escuela.

Iba caminando rápidamente, había salido huyendo en cuanto el señor Philips dió por finalizada la clase, no esperó siquiera a Diana, la cual venía detrás de mi también preocupada por Anne.

-Dani creo que Anne necesita tiempo, lo que le pasó no fue nada lindo y no se siente bien con su apariencia -dijo Diana al llegar a mi lado.

-Es por esa razón por la que debemos estar con ella, para apoyarla en estos momentos, hoy el profesor también se burló de ella, no debe estar pasándola bien.

Fui a casa por el pequeño cuadro que estaba haciendo para Anne, iba a ponerme a terminarlo antes de lo que planeaba, para animarla. De pronto se me ocurrió una idea, iría a pintarlo con ella, iría ya para Greengables a pintar su cuadro, a inspirarme a su lado, a hacerla feliz... Tomé todo lo necesario para seguir mi pintura en casa de Anne, cuando pensé en invitar a Diana, pero de inmediato quité ese pensamiento de mi cabeza, adoraba a mi hermana y sabía cuanto se querían ellas dos, pero en este momento quería estar solamente con Anne, mi querida Anne.

Danielle with an E | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora