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Todos caminan, por la noche se les ve a ellos dos cenando a solas a lo lejos, ríen, Kurt está en el bar, Dusty va por una botella de agua:

-Dusty: ¿Qué pasó papá?

-Kurt: ¿Ya estás feliz no es cierto Dusty? Que ese... llegara te prueba que no había nada entre tu madre y yo.

-Dusty: Mmm... ¿La enorme sonrisa en mi cara es tan obvia? No tomes tanto para hundirte en tu soledad pá, por cierto, la chica, Cameron, te busca.

Dusty se va, pero llega Don, se sienta a su lado:

-Don: Que maravilloso día ¿no lo crees Kurt?

-Kurt: (molesto, sarcástico) Sí, en serio maravilloso (ve a Maggie y Philip reír tomándose la mano). Yo debería estar ahí.

-Don: ¿Qué? ¿dónde?

-Kurt: (ahora mira a Don) Don, cuando tu esposa te dejó por aquel piloto famoso y delgado, ¿sentiste algo más que tristeza?

-Don: (se mira por lo de delgado) Yo... bueno, pues...

-Kurt: Eso creí, desde la vez que la primera vez que la vi a ver no puedo sacarla de mi mente, ese beso... creí que lo dejaría todo, pero no, creo que la amo Don.

-Don: ¿En tan poco tiempo?

-Kurt: Bueno, en poco desde que nos vimos, pero tenemos historia, ella es la única mujer que puede hacer que deje de ser el abuelo que sale con tantas mujeres.

-Don: ¡Que alegría! Si la amas tanto podrás proponerle matrimonio ¡ahora mismo!

-Kurt: ¿Crees? ¿ella diría que sí?

-Don: ¡Por supuesto! Los he visto pasar los últimos días juntos y en verdad son una adorable pareja, están hechos el uno para el otro.

-Kurt: ¿En serio?

-Don: ¡Sí, sí! No dudaría si fuera tú, si se lo propones ahora, podrían casarse aquí.

-Kurt: ¿En serio? ¿con él aquí?

-Don: (extrañado) ¡Sí! Incluso ¡podrían tener una boda doble!

-Kurt: ¿Y quién más se casará?

-Don: Pues Philip y Maggie, y tú con Cameron.

-Kurt: (molesto) ¿Qué? ¿de qué hablas?

-Don: Eso es lo que decías ¿no? Quieres estar con Cameron.

-Kurt: ¡Rayos no! Quiero estar con Maggie.

-Don: ¿Maggie? Pero ella se casará con Philip y ustedes ya no... ¡Oh! Ya entiendo, te enamoraste de nuevo de ella tras todos sus ratos juntos esta semana.

-Kurt: (evade la mirada) Nunca dejé de amarla, ni siquiera cuando me engañó con nuestro amigo, ella cree que después de eso la engañé, pero la verdad es que me encerré a llorar todo un fin de semana en ese cuarto de hotel, la amaba, la amo todavía.

-Don: Pero ella a ti ya no Kurt o ¿hay algo que te diga que sí?

-Kurt: Anoche nos... besamos, bueno yo la besé, pero ella continuó el beso y salió huyendo para olvidarlo con alcohol.

-Don: (mueca de tristeza) ¿Entonces Kurt? Ella no te ama, siempre serás parte de su vida, pero que esté en esa mesa dice mucho de sus sentimientos y tal vez es lo mejor para ambos.

-Kurt: O puedo volver a besarla y ver qué pasa.

-Don: Kurt... Todo estará bien, no hay por qué llorar, todo estará bien.

-Kurt: ¿Qué' ¡No quiero llorar! (Don lo mira con ojos de perrito). No, no quiero.

Don lo abraza y se le ve llorar, no se ven las lágrimas, sino como se mueve por el llanto en los brazos de Don.

Guerra de papás 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora