Amnesia ||• Charlos •||

Capitulo 9

— ¡No es tan facil Charles! — Carlos gritó, perdiendo la paciencia.

— ¿No? ¿Que no es fácil? No estoy pidiéndote que lo gritemos Carlos. — negó frustrado. — Tengo un anillo colgando de mi cuello, uno por el que todos mis amigos preguntan y no puedo responder nada, porque tu tienes miedo, temes decir que estamos juntos.

— ¿Crees que lo tomaran bien? ¿Lo has pensado siquiera? ¿Como lo tomará tu familia? Tal vez esto no era lo correcto... — negó, sentándose sobre la cama.

— ¿Te arrepientes? — Charles rió irónico, sentía como su corazón se rompía con el silencio del mayor, quien ni siquiera podía mirarlo. — Carajo, enserio lo haces...

— Lo hemos mantenido en secreto por algo. — murmuró. — Creo que ambos lo sabemos y nos dejamos... Yo me dejé llevar por el momento, me dejé llevar por el amor que siento por ti y dejé que eso me cegara...

— Bien, tomalo entonces. — el menor se tragó las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos, sacando el anillo de la cadena y entregandoselo.

— Charles yo... No es a lo que me refería...

— Lo dejaste claro Carlos, no me amas lo suficiente para arriesgarlo todo por mi. — una lágrima lo traicionó y corrió por su mejilla. — ¿Sabes que es lo jodido de todo esto? Que yo habría abandonado mi carrera, mi vida, todos mis sueños solo por ti, lo habría hecho sin pensarlo.

— Ángel... — trató de tocarlo.

— No, no quiero que me toques, prefiero que mantengamos una relación completamente profesional a partir de hoy, tu lo dijiste, te cegó la emocion del momento y no lo pensaste. — lo miró con todo el dolor y la ira contenidos, no queriendo explotar.

— No quise decir eso ángel...

— Pero lo dijiste y si lo hiciste es porque muy dentro de ti así lo sientes. — negó.

— Te amo.

— No, tu no me amas, tu solo te sentías solo y yo estaba ahí, siendo ingenuo, tonto, creyendo que podíamos ser algo mas, creyendo que tu podrías quererme como algo mas, pero no fue así. — levantó el rostro, mirandolo a los ojos. — Ya tuviste lo que querías ¿no? Meterme en tus sabanas.

— Estas siendo injusto Charles. — negó el mayor. — No puedes demeritar mis sentimientos hacia ti solo porque tratas de victimizarte, yo no te obligué y ambos acordamos que esto sería así.

— Eres un verdadero imbécil. — rió, dejando las lágrimas fluir con libertad. — Por favor, no vuelvas a hablarme, ni a tocarme, no te me acerques siquiera, no quiero tener nada que ver contigo fuera de lo profesional, ten buena vida Carlos.

El menor abandonó la habitación entre lágrimas, sintiéndose ahogado, dolido, decepcionado y estúpido, tan estúpido por haberle creído todo lo que dijo, por haber confiado en el.

Carlos estaba casi listo para su cena con Charles, aun así optó por verse nuevamente al espejo y suspiró, notando el bonito anillo que colgaba de su cuello.

Sonrió al recibir el mensaje del monegasco, aceptando su propuesta, mientras peinaba nuevamente su cabello y salia del departamento.