Yoongi había esperado aquel fin de semana como agua de mayo porque había quedado en reunirse con Seok para el proyecto de literatura. No era una cita, pero para Yoon se sentía como si lo fuera; además, estaba más emocionado e impaciente que de costumbre ya que hacía días que no veía a Hobi, y le había echado de menos en ese tiempo.
Habían decidido que el menor iría a su casa en esta ocasión, de modo que Yoongi quiso prepararse con antelación para recibir a su invitado. Por suerte, aquel día tendría la casa para él solo toda la mañana ya que sus padres estarían en el brunch de unos amigos suyos que celebraban su aniversario de boda.
Cuando el sábado por fin llegó, el joven se levantó al primer timbrazo de la alarma. Sabía que a Hoseok le gustaban mucho los dulces, en especial la bollería, así que fue a la panadería más cercana para comprar el desayuno para ambos. Sus padres ya habían salido cuando regresó y aprovechó el tiempo para darle un último repaso a su habitación para cerciorarse de que no hubiera nada fuera de lugar.
El resto de la casa estaba en perfecto orden, mas Yoon aún no tenía claro si su cuarto estaba lo bastante presentable para recibir a Hoseok. Después de haber estado en su casa, en ese dormitorio de revista que el más joven tenía, Yoongi se había sentido un poco avergonzado por el estado en que Seok encontró su habitación la vez que estuvo ahí.
Por ese motivo se había esforzado en poner orden y limpiar a fondo, pero por más que miraba el dormitorio, seguía pareciéndole oscuro y algo desarreglado en comparación con el de Seok.No obstante, no había mucho más que pudiera hacer. Si Hobi se enamoraba de él, tendría que aceptarlo con sus virtudes y sus defectos, y uno de estos era precisamente su cuarto. En realidad el lugar no estaba tan mal, pero Yoongi ya no veía el espacio con objetividad sino juzgando cada metro cuadrado sin piedad.
Estaba tan impaciente por ver a Hoseok que en su cabeza no paraba de visualizar sus cabellos rosados y su sonrisa de corazón apareciendo frente a su puerta... Si había suerte, quizás ese día también podría robarle un beso, aunque fuera en la mejilla.
Se encontraba sentado en el comedor a la espera de que su invitado llegase, y su corazón dio un brinco al escuchar el timbre, que sonó con insistencia varias veces seguidas. Vaya, Seok también de estar muy ansioso por volver a verle — se dijo para sus adentros mientras caminaba hacia la puerta.
Sin embargo, su sonrisa se borró de un plumazo cuando abrió y, en lugar de Hoseok, quien le saludó fue... Jungkook. El susodicho tenía la respiración acelerada, como quien acaba de hacer ejercicio, y estaba todo rojo y sudado a pesar del frío y el viento que hacía en la calle.
— Hola hyung, ¿te importa si me quedo por aquí un rato?
Yoongi miró con confusión a su amigo, quien a pesar de haber planteado la pregunta, continuó su camino hacia la cocina aun sin haber recibido permiso para entrar. Kook regresó al comedor al cabo de algunos instantes con un flan y una cuchara para empezar a comer.
— Mm, qué rico — comentó con la boca llena, ya sentado en el sofá ante la mirada de un atónito Yoongi.
— Oye, no quiero ser grosero, ¿pero qué haces aquí? — inquirió el anfitrión. — No me avisaste de que vendrías.
— Es que no lo sabía — aclaró el castaño, degustando el flan de nuevo. — Se me ocurrió por el camino. La verdad es que me estoy escondiendo de alguien.
— ¿De quién, qué has hecho ahora?
El mayor enarcó una ceja, instándole a explicar ese asunto. Jungkook carraspeó y se rascó detrás de la nuca en lo que pensaba en cómo abordar el tema y contarle a Yoongi lo ocurrido. Sus mejillas, abultadas por el flan en su boca, se sonrojaron levemente otra vez pero en esta ocasión fue por la vergüenza.
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Sugar Rush Drama [YoonSeok]
FanfictionHoseok recibe dos noticias. La mala es que su novio le ha engañado, y la buena es... -¡Espera! ¿Cómo que le gusto a Min Yoongi? II Yoongi recibe dos noticias. La mala es que Jung Hoseok sabe lo que siente por él, y la buena es... -¡Espera! ¿Cómo que...