Jugando a no extrañarnos [BEEFLEAF]

Capítulo 19

La joven fue a recogerlo a su casa en la mañana y tuvo la atención de llevarle un café y un croissant. Pei Su le había comunicado brevemente sobre la situación del día anterior y ambos conociendo a su jefe, sabían que no podría dormir. He Xuan agradeció pero apenas tomó unos sorbos y dio algunas mordidas al pan en el trayecto y dejó de hacerlo en cuanto llegaron a las oficinas. Esperaba que fuera lo suficientemente temprano para ver a Qingxuan entrar y su plan funcionó.

La vio caminar hacia la puerta, esperó un poco y luego entró tras ella con un poco de tiempo de desfase. Luego una chica de recepción lo detuvo para preguntarle a quién buscaba. He Xuan, sin perder de vista el elevador por donde había entrado su exnovia, respondió tranquilamente a la recepcionista y dio un nombre falso.

—Busco a-

—¡Ay, no puedo creerlo! ¿Eres He Xuan? ¿El cantante?— preguntó la chica con emoción.

He Xuan trató de calmarla amablemente. Las fans solían reconocerlo y los haters también, por lo que prefería mantener un perfil bajo. 

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Qingxuan, por su parte, no notó que había sido seguida en la entrada, ni escuchó el escándalo de la chica por ver a la famosa estrella de la música. 

Ella había contratado a un joven que hacía las veces de niñero y en la mayoría de ocasiones su asistente para cuándo debía dejar a su bebé e ir al edificio de la agencia de modelos. Esa mañana luego de alimentar a su hijo y dejar todo listo para lo que necesitara el bebé, Qingxuan subió a su auto y se dirigió a la agencia, tardaría solo unas dos o tres horas allí, pues su lugar de trabajo temporal era su casa y debía estar pendiente de su bebé todo el tiempo.

Llegó temprano a entregar algunos books que ella misma se encargó de consolidar para algunas modelos, tendría una reunión con un diseñador y se llevaría a casa algo de trabajo.

Y abajo en la recepción, por suerte, la euforia de la chica hizo que olvidara por completo su trabajo de preguntar las razones de la visita de He Xuan, y por la emoción, le dio toda la información para encontrar a Qingxuan.

—Está en el segundo piso. ¡Pero no te preocupes! ¡Puedo darles una sala de juntas privada! Oye, ¿pero puedo pedirte un autógrafo y una foto antes de eso? Fue una pena que dejaras de cantar, ¡tus fans te extrañamos tanto! ¿Volverás a cantar algún día?

En realidad, era un precio muy bajo para todo lo que la recepcionista le estaba dando. Después de hacerla prometer que no subiría la foto a ninguna red, y de firmarle tres autógrafos para ella y sus sobrinas, finalmente la muchacha lo dejó solo en la sala de juntas para ir por Qingxuan. En cuanto la vio, le informó que alguien la estaba esperando en la sala de juntas.

—No puedo decir quién es, ¡pero le interesa tu trabajo!— afirmó la recepcionista con emoción mientras la guiaba hacia la sala de juntas donde la esperaba He Xuan.

Aunque a Qingxuan le dio risa, también se emocionó por tener más trabajo que se convertiría en dinero para mantener a su bebé.

—No vine a atender a nadie hoy, pero supongo que antes de que inicie la junta puedo hablar con esa persona.— Qingxuan no era una mujer temperamental, por lo que no le molestó hacer un poco de espacio en su agenda para conocer a quien la esperaba en la sala.

Y cuando He Xuan la vio entrar, se dio cuenta de que podría usar artimañas una y otra vez con tal de verla. Era tan hermosa que se llenó de nostalgia cuando la vio, y se puso de pie para admirar la belleza que alguna vez fue suya.

—Xuan-ehh... mmh- Qingxuan— se corrigió.— Tenemos que hablar.

El corazón de Shi Qingxuan saltó y luego sintió una rabia descomunal queriendo salir de sí cuando vio a He Xuan levantarse de su silla y mirarla. Si volvía a huir seguramente él no la dejaría en paz. Sintió que sus piernas temblaron cuando esos ojos dorados la miraron con intensidad y tragó saliva mientras recuperaba la compostura.