Una noche, después de salir de una sesión de fotos, Pei Ming esperaba a Shi Qingxuan afuera. Según el último mensaje de He Xuan, este se había ocupado en el estudio de grabación y más tarde tendría que verse una vez más con Ling Wen, Qingxuan estaba molesta, pero prefirió no reprocharle nada.
—Me dijeron que esta princesa no ha comido desde hace horas... Así que vengo a llevarla a comer y a que me cuente cómo estuvo su día.
—¡Pei Ming! ¿De dónde sacas esa información?— Qingxuan rió y aceptó ir a comer con él, pues había tenido una larga jornada de trabajo y necesitaba comer de inmediato.
Pei Ming la llevó a un restaurante muy famoso en la ciudad y allí pasaron un rato agradable, el mayor incluso la llevó de vueta a su apartamento.
—Gracias por la cena, Pei ge... Pero no tenías que hacerlo, tengo sopas instantáneas, no moriré de hambre.
—Una cosita tan hermosa como tú no puede comer sopas instantáneas todo el tiempo. ¿Cómo es que conservas tu figura a punta de sopas instantáneas y quien sabe qué otra comida basura?
Qingxuan soltó una corta risa y lo siguiente que pasó fue que sintió los labios de Pei Ming presionando los suyos, se quedó inmóvil y un momento después lo alejó.
—¿Qué estás haciendo?
—... Besándote, quería hacerlo hace tiempo e imaginé que tú también.— el mayor la miró con una sonrisa coqueta. Qingxuan solo frunció el ceño con confusión.
—¿Qué? No... Nooo, Pei Ming esto no está bien. Perdona si te di a entender algo que no era, pero no me interesas de esa forma. Eres el amigo de mi hermano. Esto no debería pasar.
—¡Oh! Pero...
—!No!
Cruzaron un par de palabras más y Qingxuan le dejó las cosas claras a Pei Ming. Se sintió un poco mal por no haber confiado en la palabra de He Xuan y más bien haber confiado en extremo en la amabilidad de Pei Ming. Se despidieron y ninguno notó que habían sido captados por una cámara. La relación de Qingxuan y He Xuan ahora sí estaba en gran peligro.
Esa noche después de despedirse de Pei Ming, Qingxuan le hizo saber a su novio que ya no volvería a ver al mayor, pero aún no sabía cómo contarle acerca del beso sin que He Xuan se alterara. Y no pudo dormir bien e incluso sintió un molesto cólico todo el tiempo, seguramente el estrés de aquel suceso la tenía tan tensa.
A la mañana siguiente debía terminar aquella sesión de fotos en el estudio donde estaba, de camino allá, recibió un correo electrónico de la misma marca italiana, la querían en pasarela en Milán y tenía tres días para responder y aceptar. Tendría que hablar con He Xuan y contarle que tendrían que separarse un tiempo, pues aquella oferta era algo que no podía dejar pasar.
Por otro lado, para He Xuan, la mañana siguiente transcurrió normal. Se alistó para ir al estudio de grabación. No fue hasta el primer descanso que Yushi Huang lo buscó. Parecía apurada y un tanto preocupada, pero no sabía cómo decirle. Finalmente, para evitarse palabras, dejó que mirara la pantalla de su celular.
He Xuan tuvo que sentarse. Las fotos, aunque nocturnas, eran claras y en sucesión: Pei Ming tomaba a Qingxuan por la barbilla y la besaba. Si no hubiera montado en cólera, habría notado la expresión de confusión de su novia, de la que se hablaba también un poco. Escuchó a Yushi Huang hablar de las teorías de los fans, y de cómo eso ya se había vuelto un triángulo amoroso, pero no escuchó. Sólo le escribió a Qingxuan para saber dónde estaba, y una vez que obtuvo respuesta, se salió a mitad de la grabación sin decir nada.
Condujo furioso hasta el estudio donde estaba su novia. En el camino, iba preguntándose cuántas veces más lo habría hecho, incluso si Pei Ming se la habría llevado a la cama. Sólo de pensarlo quería explotar.
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Jugando a no extrañarnos [BEEFLEAF]
Romance-Deja en paz a la chica. Estás borracho y la estás incomodando. El hombre que estaba a punto de respingar, se controló cuando vio su rostro. Parecía que sabía de quién se trataba. -Por supuesto. Seguro preferirá a alguien sobrio. Acompáñela, por fav...