En un par de días, He Xuan recibió una llamada de Jun Wu platicándole brevemente sobre componer algunos temas para la banda sonora de una película. He Xuan no parecía particularmente interesado, pero reconocía el tono del productor cuando quería hacerle notar que no tenía opción. Parecía un proyecto decente, así que acudió con un poco de desgano, pero dispuesto a aceptar y hacer bien su trabajo. Después de una larga junta con Ling Wen, Jun Wu y los representantes de cada uno, hicieron los primeros acuerdos para la producción. Ling Wen y compañía se fueron, y cuando todos iban a salir de la sala de juntas, Jun Wu le pidió a He Xuan que se quedara.
—Ah, por cierto, He Xuan. Quería hablar contigo de algo importante, ¿tienes tiempo?
He Xuan se tensó enseguida. ¿Era sobre Qingxuan? Estaba casi seguro de que había sido muy cuidadoso, ¿cómo era que ese maldito ya sabía algo? Aún así, actuó con naturalidad.
—¿Qué ocurre?
—Es sobre tu imagen. Hace unos días empezaron a correr rumores de que eres... ya sabes, gay.
He Xuan sintió alivio y fingió confusión.
—¿Gay? Bueno, no he tenido pareja por enfocarme en el trabajo, en realidad-
—Si ese rumor creciera, sería un gran problema para tu imagen en Asia. No te confíes por el hecho de que empiezas a ganar popularidad en Europa y América, tu popularidad es mucho más fuerte aquí.
—Bueno, fue por petición de la agencia que-
—Lo sé, así que tengo una solución perfecta. Ling Wen, ¿no te parece atractiva? Es algunos años mayor que tú, pero da igual, es muy bella. Quiero que aparezcas con ella en los medios, que haya rumores de tu relación con ella hasta el momento en que su película salga en carteleras.
—¿Disculpa?
He Xuan sabía que ese tipo de cosas les ocurrió a ciertos artistas, sólo que para él era tan lejano como una leyenda urbana. No pensó que algún día le tocara a él. Se quedó boquiabierto ante la propuesta, pero sabía que tratándose de Jun Wu no podía flaquear, pues en el momento que él captaba una debilidad no dejaba de insistir hasta mermar la voluntad de quien fuera.
—No te preocupes, no tendrá que ser tu novia de verdad. Sólo oficializar su relación, aparecer en público algunas veces. Ni siquiera tendrán que besarse, sólo mostrarse muy íntim-
—No voy a hacerlo.
—¿Disculpa?— ahora Jun Wu le devolvió la pregunta, pero lejos de sorpresa había una calma espeluznante. Luego sonrió— Ah. Creo que no has entendido, XuanXuan. Vas a acceder a este acuerdo, y quién sabe, quizás la noviecita pobretona que tienes por fin conozca a los contactos adecuados para que su carrera despegue. Entiendo que te hayas fijado en ella. Es bonita y tiene clase, a pesar de vivir en un apartamento de cuarta. Sólo... es una pena que hayas tratado de romper nuestro acuerdo con esa Shi a mis espaldas.
A He Xuan se le fue el alma a los pies. Por supuesto. Por supuesto que no podría engañar a Jun Wu, ni ocultarle nada. Jun Wu lo sabía todo y tenía control de cualquier cosa a su alrededor. Y por la forma en la que se refirió al apellido de Qingxuan, parecía tener alguna especie de rencor contra su familia. Empezó a temblar, pero no de miedo, sino de rabia e impotencia.
Jun Wu sonrió.
—Me alegra que hayamos podido llegar a un acuerdo. Y no te preocupes, la prensa jamás publicará cosas de ustedes juntos. Sé un buen chico, obedece y te dejaré verla a escondidas... Ah, mira esto, ya es hora del almuerzo. Nos vemos luego, XuanXuan.
Apenas Jun Wu salió de la sala de juntas, He Xuan empezó a destruir y volcar todo cuanto pudo, hasta que un elemento de seguridad lo calmó. Esa junta definitivamente era la peor que había tenido desde que decidió iniciar su carrera como cantante. Salió furioso y condujo de forma descuidada hasta su casa. Quiso hablarle a Qingxuan, pero tenía los nervios crispados y no quería preocuparla, pues ya bastantes problemas tenía ella. Intentó llamar a Hua Cheng, pero le mandó el tono de ocupado dos o tres veces, así que no tuvo más opción que consumirse en su ansiedad a solas.
ESTÁS LEYENDO
Jugando a no extrañarnos [BEEFLEAF]
Romans-Deja en paz a la chica. Estás borracho y la estás incomodando. El hombre que estaba a punto de respingar, se controló cuando vio su rostro. Parecía que sabía de quién se trataba. -Por supuesto. Seguro preferirá a alguien sobrio. Acompáñela, por fav...