Capítulo 23

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Por su parte, Qingxuan dejó a HanXue en la cuna y prefirió quedarse dentro de la habitación. Si salía y veía a He Xuan de nuevo, se echaría a llorar. A demás, He Xuan ya se iba, ¿No?

Sí lloró y mucho, no quiso hacer mucho ruido para no despertar a su hijo, pero había cargado con tanto desde hace tanto tiempo que no pudo dejar de llorar por un largo rato. Se quedó dormida después de llorar y a mitad de la noche HanXue volvió a despertarla. Lo sacó de la cuna y lo acostó en la cama junto a ella.

Revisó su teléfono, tenía algunos mensajes de Xie Lian, le había enviado fotos desde el avión. Sonrió, melancólica por supuesto. Se acordó cuando He Xuan mencionaba que renunciaría a la agencia y la haría su esposa.

Una notificación de su app de citas llamó su atención. Era el hombre que con el que últimamente mensajeaba. Le estaba haciendo una invitación a almorzar. Qingxuan se quedó mirando el mensaje por un largo tiempo. Decidió aceptar. Ya era hora de darse una oportunidad y olvidar del todo a He Xuan.

En la mañana del día siguiente bañó a su bebé, lo alimentó y dejó preparados algunos biberones que solo se tendrían que calentar cuando el niño quisiera comer. También le preparó una sopa y unas papillas y lo arregló muy bonito para esa tarde que pasaría con su padre.

Ella se puso un vestido rojo y peinó su cabello de lado. Envío un mensaje a su cita.

"Solo estoy esperando a que llegue el papá de mi hijo. Lo cuidará mientras salgo. Espero no hacerte esperar mucho."

Un rato más tarde, He Xuan llamó a la puerta tratando de animarse con la idea de que al menos aún tenía a su hijo, y le abrió una apurada Qingxuan. Se había puesto un atuendo muy lindo y estaba más arreglada de lo normal, pero no hizo preguntas. Ni siquiera pudo verlo, pues deambulaba de un lado al otro buscando sus cosas y alistándose para salir. Él por su parte, se puso a jugar con su hijo.

—¿Saldrás por mucho tiempo?— preguntó He Xuan, sólo para asegurarse de que tenía todo cubierto en el trabajo.

—No. Es solo una cita, iré a comer algo y regreso. No quiero dejar a mi A-Xue tanto tiempo. ¿Crees que lo que dejé para su comida está bien? Le hice una sopa de pollo, le gusta mucho y creo que es buena idea darle más sopas ahora. Y también dejé varios biberones. Prometo no tardar mucho.

El gesto de He Xuan se descompuso inmediatamente.

¡Por eso estaba tan linda!

He Xuan por un momento creyó que saldría a algún sitio con Ming Yi o alguna otra amiga, y hasta le daba gusto ver que pusiera tanto esmero en arreglarse, pues eso era indicador de que se sentía un poco más confiada en sí misma. Dejó al bebé jugar en la alfombra y se levantó.

—¿Una qué? ¿Te estás viendo con alguien?— La indignación se sentía peor de lo que hubiera deseado. Emitió sin querer una risa corta y sardónica, y luego tomó aire mientras llevaba sus dedos a sus sienes. —Entonces déjame llevarme a A-Xue a mi casa. Te lo traeré de vuelta por la tarde y te lo entregará Ban Yue. Tienes derecho a buscar a alguien si es lo que te hace feliz, pero yo también tengo derecho a no ser testigo de cómo la única mujer a la que he amado se va por la puerta en busca de otro hombre.

Sin preguntarle, empezó a guardar correctamente los biberones en la pañalera, una muda más de ropa, algunos pañales y juguetes también. En realidad era sencillo, pues la habitación de HanXue siempre había estado abierta para él y He Xuan sabía perfectamente dónde se encontraba todo, pues atendía a su hijo con devoción.

Qingxuan encontró los aretes en un sillón y se los puso rápidamente. Cuando escuchó a He Xuan preguntarle aquello de manera tan imponente, frunció el ceño y lo miró. Su gesto fue de incredulidad. ¿En serio le estaba preguntando si se estaba viendo con alguien? ¿Y en ese tono?

Jugando a no extrañarnos [BEEFLEAF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora