Los siguientes meses no fueron fáciles. A pesar de lo mucho que había gustado su álbum, He Xuan no se sentía bien anímicamente y se notaba. Pronto se hizo la grabación de ese álbum, y aunque no estaba listo para cantar sobre ella, tuvo que buscar la forma de sobrellevarlo. Los meses pasaron y al salir cada single y finalmente el álbum, planearon una nueva gira. Solo que nadie contaba con que He Xuan cada vez bebía y fumaba más, cosa que en unos meses empezó a afectar su voz. Sin embargo, nadie preguntó qué estaba pasando.
—Oye, ¿estás bien? Tu interpretación fue buena pero tu voz se oye terrible— le dijo Hua Cheng una vez.
—Mjh. Estoy bien—, respondió He Xuan.
—Escuché que Qingxuan se fue a Europa... ¿Tú... Seguro que estás bien?
—Qingxuan está en el pasado y donde tiene que estar.v Respondió He Xuan con tono seco e indiferencia.
—Oh. Bueno, siento mucho que no hayan funcionado las cosas.
Su amigo lo miró de forma reprobatoria, pero estaba tan ocupado conquistando a Xie Lian, que no se dio el tiempo de visitarlo. Si lo hubiera hecho, se habría dado cuenta del desastre que tenía a pesar de los intentos de su personal por limpiar, o de la personalidad cada vez más hosca y ruda, o de la falta de brillo cada vez más notoria en su mirada.
He Xuan se embriagaba al menos una vez a la semana y fumaba a diario para tratar de calmar su ansiedad por Qingxuan. Eso, aunado a la presión de la agencia con todo lo que implicaba su nuevo álbum, el cual estaba 100% dedicado a ella; hizo que se volviera cada vez más retraído y serio. Sufría de insomnio y tenía que tomar pastillas para dormir.
Su falta de control por el alcohol se empezó a hacer evidente en las reuniones de la agencia. A las que asistía con algunos tragos encima para soportar lo que fuese que tuviese que escuchar. Hua Cheng notaba con preocupación cómo su amigo podía tomarse tres cervezas rápidamente y estar entero, cuando antes apenas toleraba una. Sin embargo, aunque trató varias veces de hablar con él, He Xuan le contaba superficialmente lo que había ocurrido, sin contarle exactamente cómo se sentía. Y no pudo sacarle nada relevante antes de que iniciara la gira.
Y entonces fue cuando He Xuan perdió el control. Bebió una noche antes de su segundo concierto, y no despertó hasta poco antes de que iniciara. Llegó apenas a tiempo, aún un poco ebrio y con el rostro hinchado. Ni siquiera el mejor maquillista hubiera podido hacer algo.
Aunque dio el concierto, definitivamente no rindió como debía, ganándose comentarios de odio de sus fans. Fue desastrozo y la indignación en redes fue tal, que tuvieron que cancelar la gira y la forma de la agencia de responder fue enviándolo a un centro de rehabilitación.
—Pero no soy adicto— replicó He Xuan.
—Eres alcohólico desde el momento en que no lo controlas. Tienes que ir, está en tu contrato.
He Xuan no protestó más. De hecho, ya no le importaba, ni le importaban los comentarios horribles ni los abucheos. ¿Para qué? De cualquier forma, su vida no volvería a ser la misma.
Inicialmente estaría dos semanas en aquél centro, pero él voluntariamente firmó para quedarse ahí un mes entero. Durante terapias, presentó un hermetismo que llamó la atención del personal. ¿Para qué hablar de su adicción? Mejor pasar tiempo ahí y hacer lo posible por controlarla. Pero no se daba cuenta que todo ello era más grave.
Hua Cheng lo visitó varias veces, pero He Xuan jamás le habló de lo que realmente pasaba dentro de su cabeza. ¿Para qué? Si de igual modo su amigo volvería a desaparecer una vez que estuviera en brazos de su gege.
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Jugando a no extrañarnos [BEEFLEAF]
Romance-Deja en paz a la chica. Estás borracho y la estás incomodando. El hombre que estaba a punto de respingar, se controló cuando vio su rostro. Parecía que sabía de quién se trataba. -Por supuesto. Seguro preferirá a alguien sobrio. Acompáñela, por fav...