Antes de hoy solo habían estado una vez los tres en la dirección al mismo tiempo y fue cuando les inscribieron, irónicamente con sus padres ahí también a quienes ahora estaban esperando.
Kevin tenía la ceja partida y un pequeño moretón en la mejilla, sus hermanos salieron más ilesos de aquello pues Diego ni se molestó en meterse en su pleito pero igualmente fue llamado a la dirección; Julián solo iba con un rastro de sangre que salió por su nariz.
El mayor de los tres era Kevin, con una diferencia de poco más de un año le seguían Julián y Diego pues estos fueron mellizos, el menor por cuestión de minutos siendo Diego así como el único Omega pues sus dos hermanos eran Alfas.
Y ahora estaban esperando a sus padres pues los tres se negaban a hablar sobre lo sucedido hasta que ellos estuvieran ahí; los padres del otro cachorro con el que tuvieron problemas estaban ahí por igual, la madre viéndolos peor que nunca.
—Sus padres deben de estar muy ocupados, jóvenes. —La voz áspera del director hizo a Kevin fruncir su ceño.
—Mi madre llegaba hoy, deben de estar en el aeropuerto o algo. —Dijo Diego por lo bajo.
—Por supuesto que no tienen tiempo ni de preocuparse por sus hijos. —La mujer Omega habló con casi desprecio, los cachorros se encogieron en su lugar no queriendo creer en sus palabras.
Antes de cualquier protesta la puerta fue abierta dejando ver a unos no muy contentos Lionel y Guillermo, el menor de estos yendo de inmediato con sus cachorros al ver sus heridas.
—¿Están bien? ¿Les duele? ¿Quién les hizo esto? —Fue lo primero que preguntó, el Alfa miró a la otra familia, su cachorro igualmente tenía heridas.
—Señores Ochoa, sus hijos no han querido contar lo que sucedió, en primera instancia tenemos una pelea en la que se vieron involucrados. —Informó el director. —Dijeron que no hablarían hasta que ustedes estuvieran aquí.
—¿Por qué no le han dicho? —Preguntó Guillermo con suavidad hacia sus hijos que ahora estaban abrazado a su madre.
—Los estábamos esperando, nosotros-
—Esto es una ridiculez, mi hijo fue agredido por estos tres niños y todavía les darán la oportunidad de contar su versión como si nadie hubiera visto que ellos empezaron. —Esa señora ponía de nervios a sus hijos.
Lionel no se iba a quedar callado con eso, si alguien se metía con sus cachorros su lado Omega se encargaría de que eso no se repitiera. Se separó de sus hijos para encarar a esa odiosa mujer.
—Mis hijos jamás comenzarían una pelea sin motivos, su cachorro habrá tenido que provocar a los míos para que esto sucediera. —Defendió, poniendo detrás suyo a sus cachorros.
Guillermo y el otro Alfa se miraron sin saber qué hacer.
—Y sus hijos caen tan fácil en provocaciones así, no debería esperar menos, después de todo sus niños deben de estar tan poco atendidos por ustedes como para que con cualquier interacción se pongan peores que unas fieras.
El Omega perdió su paciencia; un gruñido formándose desde su garganta acompañado de la demostración de sus colmillos que usualmente era señal de hostilidad pero esta vez fue por protección hacia sus cachorros.
Su esposo estaba perplejo, pocas veces había visto en ese estado a Lionel y el qué haría después lo preocupaba.
La mujer le respondió de igual forma, ninguno parecía querer ceder, el ambiente en la oficina comenzaba a sentirse más pesado debido a las feromonas de ambos Omegas.
—¡Suficiente! —Gritó el director sacándolos de aquel duelo, Guillermo aprovechó y tomó a su marido de la cintura para alejarlo e intentar calmarlo. —Están aquí porque sus hijos pelearon, no para repetir lo mismo.
—Pero señor Herrera-
—Señor Herrera madres, ahora o sus hijos dicen qué sucedió o los tres se irán suspendidos por dos semanas. —Decretó.
Ambos miraron a sus cachorros, el que siempre daba la cara era Kevin cada vez que alguno o los tres hacían una pendejada, así que esperaban que esta no fuera la excepción.
Lo fue.
—Hablen, no nos vamos a enojar si lo dicen, nenes. —Pidió suavemente Lionel.
—Fue por los abuelos... —Murmuró Diego mirando hacia el piso.
Kevin se soltó del agarre de su madre y salió de la oficina hecho una furia.
Guillermo y Lionel se miraron con preocupación, en ese momento poco importaba el castigo para sus hijos. —¿Los abuelos? ¿Hablas de mis padres? —Preguntó con delicadeza el Alfa.
—Ellos siempre iban por nosotros a la otra escuela... él —Julián señaló al otro joven presente— y otros se empezaron a burlar... dijeron que ya no vienen por nosotros unos ancianos...
Fue el turno del Alfa de enfurecerse, tensó su mandíbula pero antes de cualquier reacción el director habló. —Si eso es verdad entonces los cuatro se irán suspendidos en lo que queda de la semana, es lo justo e investigaré quiénes fueron los demás que estaban molestando a los cachorros Ochoa.
La otra Omega enrojeció por la ira pero eso poco les importaba; Guillermo agradeció con ademán al otro Alfa y con sus hijos abrazados a él salieron de ahí para buscar a Kevin.
—Imagino que ganaron... —Murmuró Guillermo intentando relajarlos.
—Julián casi lo noqueó. —Dijo Diego.
—No estoy molesto, pero tampoco quiero que lleguen a esos extremos, traten de ignorarlo para que esto no se repita, ustedes mismos lo vieron, esa mujer está loca. —Advirtió, luego miró a su marido. —Y eso va para ti también.
—Vos sabés que yo le habría ganado hasta con las manos atadas.
Los tres rieron.
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The Family Jewels
Fanfic•͈ ┈─ Falling down like dominoes Hit by family jewels Pass it down from kid to kid The chain will never end No existe familia perfecta. Y la familia Ochoa lo tiene claro desde hace algunas generaciones atrá...