14.- Recuerdos del día del padre

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Mientras Kevin, Diego y Julián intentaban dar con una tienda o panadería en aquella colonia, Guillermo se quedó debatiendo sobre qué prepararle de desayunar a su Omega, ahora con la noticia del embarazo tendría que ser cuidadoso.

Ayer que venía de regreso de dejar a sus hijos en esas canchas pasó a la tienda a comprar algunas cosas pero no le alcanzaría para un desayuno decente para toda su familia.

Los mandaría de nuevo a la tienda cuando volvieran, ahora...

Sintió unos brazos rodeándolo por detrás, sabiendo de inmediato de qué se trataba se giró para encontrarse a su adorable marido frotando su mejilla contra su pecho.

—Creí que querías dormir más. —Murmuró en un tono dulce, Lionel negó.

—No podía hacerlo si no estabas vos ahí, vení a la cama conmigo.

—Sabes que eso me encantaría, pero tú y mis cuatro hijos tienen que desayunar algo.

Messi ronroneó contento al escuchar como incluía a la pequeña cosita que se formaba en su vientre, su Alfa había aprobado ese embarazo y eso no podía hacerlo más feliz.

—¿Y qué va a ser?

—¿Qué se te antoja?

—Mm... ¿recordás lo que me cocinaste cuando Kevin nació y volvimos a casa? —Preguntó con una sonrisa inundada de nostalgia.

—¿Chilaquiles? —Vio como el menor asentía. —Muy bien, espera a que regresen los cachorros y si quieres esta vez podemos ir tú y yo por las cosas... a que conozcas un poco mi barrio.

—Suena bien, pero antes quiero saber por qué en el patio está rayada la pared con tres árboles...

Guillermo alzó su ceja. —Se supone que somos mis padres y yo.

El Omega sintió que toda su tranquilidad fue cortada, se enderezó de inmediato y evitó mirar a su pareja por la vergüenza que lo consumió.

—Perdón...

Pero la cariñosa risa de Guillermo lo tranquilizó ligeramente.

—Tenía tres años, tampoco esperaría mucho de un niño así, ¿no recuerdas los dibujos de tus hijos? —Preguntó con una visible sonrisa que contagió al menor.

—El que te hicieron del día del padre fue mi favorito.

—Si supieran que tengo ese dibujo en mi cuarto de trabajo en la casa me matarían seguramente.

—¿Lo tenés ahí?

—Es demasiado especial, fue el primer dibujo que me hicieron entre los tres...

Hace poco más de diez años y pico...

Guillermo y Lionel no tenían tanta carga de trabajo en ese entonces, la paternidad siendo jóvenes no les sentó tan mal como creían.

De hecho fue el propio Alfa fue quien dijo que cuando los cachorros fueran más independiente del Omega, él los cuidaría mientras su pareja se encargaba de triunfar en el modelaje.

Así que ahí estaba el mexicano, cortando quesadillas en forma de animales para sus hijos, incluyéndose a sí mismo mientras esperaba que Messi llegara, había ido a negociar con una marca y esperaba que haya tenido éxito.

—¿Por qué no hacen moldes con forma de águila? —Farfulló terminando de cortar la comida de sus pequeños.

Repartió la comida en los platos y decidió ir al cuarto que compartían los mellizos y en el que Kevin se la vivía.

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