- Si sigues dándole vueltas al café vas a agujerear la taza - la energía matutina de Lola siempre me sorprende - ¡Sonríe para el selfie!Me apresuro a llevarme la taza a la boca para tapar mi cara de las siete de la mañana. Hace la foto y se pone a editarla mientras habla sobre la cantidad de seguidores que ha conseguido en los últimos días.
No podrían interesarme menos las redes sociales. Tengo dos fotos y menos de cien seguidores, cosa que, al parecer, es muy triste. Creo que he nacido en la época equivocada. Dejo que siga con su monólogo mientras observo el mundo a través de la ventana de la cafetería. Aunque el cristal está frío, me apoyo para ver también el fondo de la calle.
El estudio de rodaje está a unos cien metros. Es una calle de edificios residenciales y pequeños negocios. Frente a la cafetería en la que estamos, hay una copistería. No puedo ver el interior, pero hay dos sombras pegadas a la puerta. La distancia entre ellas es poca e incluso parecen unirse un par de veces. Una tercera sombra se acerca desde uno de los laterales y, unos segundos después, la puerta se abre.
- ¿Hola? - pregunta Lola - Tierra llamando a Gala, ¿hay vida inteligente ahí?
- Te estaba escuchando - rechisto.
- Mentira. Te decía que en primavera voy a ver a mi perfecta y arrogante hermana desfilar para una marca, no me puedo creer que no se digne ni a presentarme a los peces gordos de ese sector porque maquillar a modelos sería una gozada y...
Vuelve a entrar en su dinámica y yo redirijo mi mirada a la tienda. Ha sido un instante fugaz, pero juraría que era él. Reviso la acera hasta el edificio de ladrillo pero no le veo, tampoco hay ningún grupo de tres personas. Seguramente será el cansancio. Me termino el café mientras Lola acaba de contarme su drama de hoy. Quiero mucho a mi amiga pero a veces pienso que vive en una burbuja. Su familia tiene muchísimo dinero y ha podido crecer cómoda y sin preocupaciones. Toda la planta de arriba de casa de sus padres, es suya, solo comparte con ellos el jardín, la piscina y los trabajadores. Odio compararme y ni siquiera sé si querría una vida así, pero no me importaría que Dimas tuviera todo el espacio y las facilidades de mi amiga. El mundo no está equilibrado.
Diez minutos antes de la hora, nos vamos.
- Ojalá hoy podamos hacer algo más que limpiar brochas - se queja Lola -, no hay nada de la profesión que odie tanto como eso.
En cuanto entramos en la sala de maquillaje, Berta se dirige a paso rápido hacia nosotras gritando al aire.
- ¡Ya están aquí las dos niñas de prácticas!
Nos miramos con incredulidad. ¿Nos acaba de llamar niñas?
- Buenos días. A ver, - va directa al grano - ¿quién es Lola?
Mi amiga sonríe y levanta levemente la mano.
- En tu currículum pone que sabes de peluquería - Lola parece estar a punto de estallar de la emoción -. Necesito que vayas al centro a comprar algunas cosas. En breve te enviarán la lista y los datos para que pidas facturas, te quiero aquí con las brochas en menos de tres horas.
Siento cómo el corazón de mi amiga se rompe en muchos trocitos diminutos que van cayendo hasta el inframundo mientras ella mantiene lo que cree que es una expresión neutral. Asiente y sale por donde acabamos de entrar y sé que es cuestión de segundos que me envíe un montón de mensajes desahogándose.
- Y tú eres Gala - Sonrío temerosa de lo que me espera a mí -. Licenciada en arte dramático textual, eso es teatro, ¿no?
Asiento y se pone a buscar algo en una caja que hay en el primer tocador. Cuando lo encuentra, me lo ofrece y reprimo una sonrisa de ilusión.
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¡Prevenidos!
Romance¿Qué ocurre cuando descubres que tu amor platónico no tiene nada que ver con lo que habías imaginado? Una joven en busca de su propio camino. Un hombre perdido que necesita que lo encuentren. La eterna lucha entre mente y corazón que nunca acaba bie...