CAPÍTULO 40

92 19 32
                                    

ERIKA

3 MESES DESPUÉS

Termina nuestro año escolar, fueron meses de mucho estudio con exámenes de por medio, pero lo logramos. Ahora queda despedirnos de nuestro colegio, compañeros y profesores.

Habrá una ceremonia con entrega de diplomas, algo normal en cualquier establecimiento. No obstante, los docentes realizan otra actividad para los estudiantes, es su manera de decir adiós, y demostrar afecto a quienes egresan. He oído que algunos hasta preparan una coreografía, eso es muy loco. No me imagino al profesor Lee o al director Dong danzar frente al alumnado, aunque sí podría esperarlo de la maestra Kang o los profesores de Educación física. Son jóvenes y divertidos.

Este año, por primera vez, se realizará un baile en el gimnasio. Será como en las películas. Los chicos deben invitar a las chicas, incluso habrá premios otorgados por los profesores. La idea me gusta, aunque falta una semana para ello. Por el momento tengo en mente otra cosa: San Valentín.

No tengo novio, tampoco creo que lo consiga con la presencia de tres hermanos celosos y protectores, pero la ilusión continúa. Me encantan estas festividades. Las calles están repletas de anuncios y promociones para regalos de pareja, es muy tierno.

Bang Suni y Yoon Ji Hyo me invitaron a ir de compras. Estos últimos meses nos hemos acercado más de la cuenta entre el campeonato de fútbol y los exámenes escolares, por lo que concretamos una tarde de chicas. De paso, aprovecharé para hacer unas compras.

—¿Ellas son tus amigas? —Pregunta Jong Jin, quien se ofreció a traerme.

—Sí, son ellas. —Abro la puerta del auto—. Gracias, Oppa.

—Le escribes a papá para que venga por ti, ¡no vayas sola a casa! —Grita, con la ventanilla baja del coche.

—Ya vete—Le hago señas, observando cuidadosamente hacia los costados.

A veces es insoportable, me hace pasar vergüenza. Eso a él no le importa, toca la bocina a medida que avanza.

—El hermano mayor de Jong Hyun es hermoso—dice Suni—. Él debe festejar los 12 días del amor desde que entró en la pubertad.

—Oye, ten respeto—Contesta Ji Hyo.

Estoy acostumbrada a esta clase de comentarios. Hyo Ri los hace todo el tiempo, está enamorada de Jong Jin desde que tengo memoria.

Las chicas lo ven como un actor de un drama, y él tiene el ego tan grande que lo usa a su favor. Cada expresión te incita a querer tenerlo. Tiene un encanto particular.

—Hay que entrar a esta tienda—dice Ji Hyo.

—¿Comprarán algo para un chico? —Pregunto por simple curiosidad.

—Yo sí —contesta con una sonrisa.

—¿Tú harás un regalo, Erika?

—He pensado en comprar 4 cajas de chocolates para mis amigos. Es solo un detalle.

—Está bien, ellos lo saben.

Sé que es el día del amor, pero me entusiasman estas cosas, no puedo evitarlo.

La tienda tiene variedad de chocolates y motivos. Hay cajas en forma de corazón y otras rectangulares, envoltorios simples o personalizados, precios carísimos y otros más accesibles, sin contar la tarjeta con dedicatoria que puedes incluir.

Tengo dinero en mi cuenta de ahorro. Mi abu me hace llegar una cantidad cada cierto tiempo, y papá hace lo mismo con los cuatro.

A veces me da remordimiento gastar, siento que no es justo que el señor Jeong tenga que darme una mesada; no obstante, repite que puedo hacer lo que quiera con el dinero.

Deberías darte cuenta (Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora