CAPÍTULO 35

129 20 51
                                    

JONG HYUN

Erika parece estar en alerta las 24 horas del día, ya ni siquiera mira por la ventana antes de dormir; con decir que la familia que vivía en frente se mudó y poco le interesa lo que ocurre allá afuera. Todo es mi culpa.

Con Jong Jin hicimos un pacto de silencio, nadie puede saber que nos golpeamos como única y primera alternativa para evitar la cita con Bo Gum. Funcionó, pero traumó a D'angelo. No contábamos con esto último, ella está muy rara.

Le he pedido a Rex que la acompañe a casa, para él es una oportunidad, para Erika una compañía. Y no es que yo desee esto, es solo que Ja Rin pidió hablar conmigo hoy; esta semana estuvo más distante que de costumbre. Lo nuestro no es una relación, es más bien una contención cuando los días se vuelven difíciles. Ella asegura que le hace bien platicar conmigo, y es recíproco. No obstante, en otras ocasiones, me proporciona conocimientos que estoy dispuesto a adquirir sin ningún inconveniente.

Por eso estoy frente a la puerta de su departamento, quiero saber qué le sucede.

—Llegas temprano—sonríe.

—Him Chan acompañó a Erika esta vez.

Su gesto desaparece, le molesta que la mencione. No se trata de celos, más bien siente culpa. Los dos lo hacemos.

—Dijiste que querías hablar conmigo, noona—digo.

—Jong Hyun—Acaricia mi cabello—. Ya no podemos vernos.

—¿Por qué?

—Conocí a alguien más, y voy a empezar una relación con él. Es más seguro.

—Ah, entiendo —asiento con la cabeza—. Sí, está bien.

—¿Estás enojado? —Se me queda viendo.

Noona, siempre supe cuál era mi lugar—Sonrío—. Tú también conoces el tuyo.

—Creciste—Se sorprende ante mi respuesta—. Al inicio no pensabas de esa manera.

—Ja Rin, me enseñaste muchas cosas, y me gustó estar contigo, pero... también me di cuenta lo que no me gusta en una mujer.

—Lo dices por despecho, porque te estoy dejando.

Está indignada por lo rápido que asumo esta ruptura repentina. O quizás está decepcionada de sí misma, porque a decir verdad, jamás le prometí otra cosa. Desde un inicio marqué mi límite y acepté los suyos.

—Esto siempre estuvo mal—digo.

—Ya vete—Señala la puerta—. Eres un niño desconsiderado, te falta madurar.

—¿Te vas a ofender conmigo, noona? —digo del lado del pasillo, ella se encuentra de pie en la puerta del departamento—. Tú buscaste a este niño, me usaste, me mal aconsejaste y me quedé contigo de todas formas. Ahora consigues a otro y me desechas, ¿en verdad soy desconsiderado?

—Te gustaba estar conmigo, te gusta estar conmigo—Insiste en un tono desafiante.

—Sí, porque no puedo estar con Erika, solo por eso.

Me da una bofetada.

—Adiós, noona—Ignoro lo que acaba de hacer.

—Espera—Me abraza por la espalda—. Perdón, no quise hacerte daño, Jong Hyun, podemos despedirnos mejor, como nos gusta.

—Así está bien—Me separo de ella—. Hoy no estoy de humor.

—Jong Hyun, ¿podemos hablar? —Pregunta intranquila, como si yo fuese el que decidió terminar con esto.

Deberías darte cuenta (Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora