CAPÍTULO 5

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JONG HYUN

El matrimonio D'angelo viajó a Argentina por temas laborales y Erika se quedará en casa un par de días hasta su regreso. Tengo mi dormitorio en orden a causa de un pedido de mi madre, ya que mi mejor amiga dormirá conmigo. Es una forma de decir, porque lo hará en mi cama y yo en el piso. Al fin y al cabo, quiero que se sienta cómoda.

Recién terminamos de cenar, ella está hablando con mi hermano sobre un libro, una novela romántica y cursi contraria a mis preferencias. Aborrezco ese tipo de historias, junto con el llanto innecesario cuando se cierra la tapa; pese a ello, le hago compañía y escucho el relato.

D'angelo se ofrece a levantar la mesa, en su casa lo hace en compañía de su madre mientras conversan por horas sobre lo que hizo en el día. Más de una vez me he preguntado qué se sentirá ser hijo único, tener la atención de tus padres en todo momento y saber que no tendrás que pelear por quién se lleva el auto o quién usará la consola el fin de semana.

Amo a mis hermanos, mi vida sin el insoportable de Jong Jin y el relajado de Jong Hwan no sería igual; sin embargo, estar solo resultaría una gran opción por momentos.

—No tienes que ayudarme en nada, Erika—dice mamá—. Vayan a dormir que mañana tienen que ir al colegio.

La considera una invitada, no sería correcto que lo hiciera, tampoco que ella se oponga, así que nos retiramos.

—Jeong, ¿puedes esperar aquí un momento? —Pide antes de ingresar al dormitorio.

—¿Por qué? —Cuestiono de inmediato.

—Porque quiero ponerme el pijama. ¿O quieres verme desnuda?

En mi cabeza es una excelente idea, pero como soy un caballero simplemente me quedo en el pasillo y le pido que me avise cuando esté lista.

—¡Ya! —Grita minutos después.

Su pijama es rosa con puntos blancos, una elección de colores que no me sorprende.

—Tú dormirás en mi cama como una reina, y yo en el piso como todo un caballero—Ironizo.

—¿Quieres dormir conmigo?

Volteo rápido en su dirección. Ella está viéndome a la espera de una respuesta.

—Yo... no... no...no sé... —respondo en una mezcla de nervios y vergüenza.

—Eres muy tierno—Suelta una risita nasal—. Ya duérmete, Jonghyunie, mañana hay que levantarse temprano.

Acaba de hacerme sentir un idiota.

Cada vez que comienzo a molestarla, ella parece tener un as bajo la manga y redobla la apuesta. Tal vez sea una de las razones por las cuales me gusta, porque no se deja vencer ni intimidar.

Me acuesto con la atención fija en quien ocupa mi cama. Nunca me cansaría de observar sus lindos rasgos. No podría explicar lo perfectos que son sus ojos con esos pequeños pliegues que se le forman cuando duerme. Ni hablar de sus labios que brillan por el bálsamo que colocó antes de dormir.

Trago saliva antes de pensar en una estupidez. Me estoy volviendo loco.

¿Cómo es que ella no puede darse cuenta de que me gusta? A la vez, siento una culpa enorme dentro de mí, es mi mejor amiga y no quiero lastimarla, mucho menos que esto que tenemos se termine de repente por una mala decisión.

Mejor intento dormir, caso contrario, los próximos días serán como una batalla sin fin.


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Deberías darte cuenta (Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora