CAPÍTULO 37

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ERIKA

Hoy es el cumpleaños de Jonghyunie. Se ha dormido antes de la medianoche, pero voy a despertarlo solo para ser la primera persona que lo felicite.

Durante la tarde pensé en la manera de sorprenderlo; sin embargo, debido a que se durmió antes, tuve que buscar otra alternativa. Recordé los Walkie talkie que usábamos para hablar a la distancia, y decidí incluirlos en esta sorpresa.

Sobre su mesa de noche acabo de dejar uno de ellos, es la hora exacta para iniciar mi saludo.

—¡Jong Hyun! Cambio.

Ese fue un intento muy débil, no se despierta. Puedo hacerlo mejor.

—¡Llamando a Jeong Jong Hyun, el cumpleañero! Cambio.

Reacciona de inmediato, o eso creo, porque está todo oscuro. Aun así, escucho como avienta unos manotazos hacia su mesa de noche.

—¿D'angelo? —Pregunta entredormido.

—Tienes que decir cambio—digo a través del aparato.

—Deja de molestar. Cambio.

No conforme con su respuesta, empiezo a cantar en español.

—Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños, Jonghyunie... feliz cumpleaños a ti. Cambio.

De pronto, resuena su risa en la penumbra cuando enciende la luz de su mesa de noche. Es mi momento para salir de la cama y lanzarme hacia su encuentro.

—Estás loca—dice.

—Feliz cumpleaños, Jonghyunie—Beso sus mejillas reiteradas veces—. Quería ser la primera en saludarte.

—Gracias, nunca te olvidas de este día.

—Espera, voy a encender la luz del dormitorio.

Me apresuro, ansiosa por llevar a cabo aquello que anida en mi mente.

—Ahora una selfie—digo.

—Erika, tengo los ojos hinchados—Se queja, pero aun así se sienta en la cama, acercándose a mí.

—Sonríe. ¡Así no! —digo al notar que apenas hace una mueca—. Enseña los dientes.

—No, los dientes no.

—¿Por qué? Quiero una sonrisa real.

—Es que...Jun Ho dice que tengo dientes de castor. Se burlará de mí.

—Primero que nada, eres muy lindo, no tienes dientes de castor, son dientes normales. En segundo lugar, no subiré la foto a las redes, es un recuerdo para mí. Además, no tienes que tomar literal todo lo que dice Jun Ho.

Algo cambia en su interior, porque toma mi celular para extender su brazo y capturar la foto.

Su sonrisa despliega una belleza encantadora, él mismo es un hermoso espectáculo. Jong Hyun es la representación de la estética, se convierte en el epicentro de mi atención, en un imán que atrae mi mirada y eclipsa todo lo demás.

Lo veo en la pantalla casi sin creerlo. Cada rasgo es una pincelada perfecta, es como un cuadro viviente, una obra maestra creada solo para acelerar mi corazón.

—Listo, quedó bien—dice, devolviéndome el móvil.

—Ahora a dormir—expreso contenta con el resultado—. ¿Quieres que te preste mi almohada de cerdito?

—No, ocupará toda mi cama. Para eso mejor duermo contigo.

—¿Me estás comparando con un cerdo?

—No he dicho eso.

Deberías darte cuenta (Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora