CAPÍTULO 12

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JONG HYUN

Hace dos días que estoy cerca de Mai, creo que podría acostumbrarme a su trato y lindas palabras. En la hora del almuerzo nos sentamos solos, alejado de mis amigos, pero no se ofenden por eso. Mis horarios escolares se reducen a pasar tiempo con ella, incluso fuera del colegio a través de nuestro chat.

Me gusta, me hace sentir querido y está claro que espera lo mismo de mi parte. Me esfuerzo en hacerle cumplidos, porque se merece ser tratada de igual forma y no quiero causarle falsas esperanzas como a Suni. No sería justo, por eso quiero empezar desde cero.

Hoy iremos a una cafetería que queda cerca. Le pediré que sea mi novia. Quizás es apresurado, pero ¿por qué debería esperar? Si no lo hago ahora quedaré atrapado por siempre bajo los encantos de alguien que jamás va a fijarse en mí.

Anoche, después de que D'angelo se durmiera, analicé sus palabras, también las mías. No puedo arruinar la amistad que tenemos. ¿Qué sería de mí sin la presencia de Erika? No podría soportar que se aleje por algún error de mi parte. Llegué a la conclusión de que me gusta porque es la única persona que ha pasado tiempo conmigo y jamás se burló como los demás niños lo hacían. Me gusta porque es una chica, y a mi edad es normal que eso pase. No necesariamente estoy enamorado de ella, es solo mi amiga, me trata bien.

Batallé mucho al respecto, hasta que tomé una decisión. Esto es necesario, esto es por el bien de los dos para evitar confusiones.

—Erika, no iré a casa ahora. Saldré con... —Me invaden los nervios, lo que me obliga a mirar hacia otro lado para no decírselo a los ojos—. Dile a mamá que llegaré tarde porque iré a casa de Bo Gum a jugar videojuegos, ¿de acuerdo?

—Sí, lo haré —contesta cabizbaja.

Juro arrepentirme en este instante.

Mai me espera para nuestra primera cita, de alguna manera todos saben que voy a confesarme. Supongo que se encargó de esparcir el rumor ella misma, aunque no me molesta.

A punto de salir del salón siento un fuerte golpe en el brazo que me impide avanzar. Suni acaba de pasar, golpeándome a propósito con su mochila. Su furia me hace sentir una mierda. Y la peor parte es cuando Hyo Ri hace exactamente lo mismo, pero aumentando la brusquedad.

Me hago a un lado, Erika también quiere salir. Sin embargo, ella pasa con calma, lo único que deja es el aroma delicioso de su perfume; sin contar una débil sonrisa.

Al verlas caminar me estoy odiando a mí mismo, por no arreglar las cosas con Hyo Ri, por no contarles mis planes anticipados a las dos que son mis amigas. Se enteraron de esto al igual que los demás. Y las estoy dejando solas de nuevo.

—Jong Hyun, ¿estás bien? —Indaga Mai—. ¿Vamos?

—Sí, vamos.

Mai habla sobre los mensajes que nos enviamos ayer. Halagamos nuestras personalidades y virtudes, eso resultó agradable. Es muy bonita. Sonríe y sus mejillas se ensanchan, dan ganas de pellizcarlas y jugar con ellas. Es adorable. Tiene un flequillo a la altura de las cejas y, para apartarlo, hace un leve movimiento con su cabeza cuando este se interpone en su visión.

A su lado nunca me aburro, me quedo con ganas de más, el tiempo se pasa volando. Eso explica mis horas frente al teléfono en los últimos días.

—Vamos al parque, caminemos un rato—Propone.

El cielo se cubre de un manto de nubes grises, luce apagado. La humedad que se percibe en el ambiente augura lluvia. Compartimos nuestros pensamientos en tanto caminamos. Cada palabra es como un lazo que nos une, este día será especial para los dos, lo vamos a recordar.

Deberías darte cuenta (Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora