Inventario Maldito Jujutsu Kaisen (One Shots)

Megumi Fushiguro I

Capitulo 3: Amanecer.

Megumi se dijo a sí mismo que si algún día estuviera a solas contigo así, entonces estaría listo. No sería demasiado callado, demasiado pesado en sus pensamientos, o demasiado tosco.

Alguien como tú se merece a alguien seguro y gentil. Y él puede ser esa persona por ti, incluso cursi si tu así lo deseas.

Pero había fallado, aquí y ahora sentia todo el peso del mundo sobre sus hombros y su estomago estaba tan revuelto qué parecía iba a expulsar el desayuno. Nunca fue bueno en las con mujeres o en ninguna relación en general.

-¿Megumi?- pronuncias su nombre preocupada.

Te inclinas hacia él, con la boca a centímetros de la suya, y todo en lo que puede concentrarse es en tus labios y hermosos que son Quiere disculparse por hacerte fruncir el ceño cuando todo lo que quiere hacer es hacerte sonreír.

-¿Algo te está molestando? - Tu mano pasa por su pecho y encuentra un hogar sobre su corazón. - ¿No quieres hacer esto?

Megumi no responde porque si, algo lo está molestando.

Tiene tantas ganas de hacer esto contigo que le arde el pecho. Coloca sus pulgares contra tus caderas para evitar que sientas lo duro que está cuando todo lo que has hecho es sentarte en su regazo. Quiere estar dentro de ti, escuchar tu voz sin aliento susurrando su nombre; él quiere mostrar cuán desesperadamente te ama; él quiere que sepas que te ama tanto, mucho más de lo que podrías amarse el mismo pero tiene miedo.

¿cómo podría tenerlo cuando cada vez que abraza a alguien y le hace un espacio en su corazón algo sale mal? Una lesión, una muerte. ¿Qué le da derecho a maldecirte a ti también?

¡A ti! Qué no tienes ni idea de lo cruel y de la maldad qué habíta este mundo. ¡A ti! qué eres la única persona que le devolvió un sentido a su vida.

- No quiero lastimarte - las palabras se atoran en su garganta.

- No lo harás- . Tu voz se vuelve suave.

- Pero...- Cierra los ojos con fuerza como si fuera a despertarlo de un terrible sueño.- No soy bueno en las relaciones.

Megumi es tan dolorosamente inexperto, siempre habia alejado a las personas que le importaban apropósito para protegerse así mismo.
Él era egoísta y podía llegar hacer cruel.

No hay duda de que te hará llorar más de una vez, pero estará dispuesto a compensarlo una y otra vez hasta que te canses de él y de las sombras que lo envuelven.

Tus ojos son más sutiles, brillantes y delicados cuando lo observan.

-Te dije que no me importa.

Para probar que tu respuesta es cierta, juntas tus labios con los de él. Sus dedos se clavan con más fuerza en tus caderas, la ropa se arruga en su torpe agarre. Se desploma y luego se derrite contra ti, y el suspiro de felicidad que te deja graba completamente tu nombre en su mente y tus dedos posándose en sus clavículas marcan tu toque en su piel.

No te das cuenta cuando tu lengua se desliza dentro de su boca y sus manos desaparecen debajo de tu vestido, rozando la parte de atrás de tus piernas.

Cuando los dos se separan, no puede ver nada en la habitación más que a ti.

A Megumi no le importa la apariencia de los demás. A él le importa más lo que hay debajo, y debajo de ti está la compasión, la amabilidad y él mismo, pero en esta posición, con tu cuerpo pegado al suyo, con las manos ahuecando tu trasero, es posible que tenga que llamar a Todou y decirle que mintió. que tenía una preferencia después de todo.

-Eres perfecta. - dice entre susurro mientras va dejando capas de besos a lo largo de la curva de tu cuello y sobre tus hombro.

Te siente tan cálida qué su cabeza no para de dar vueltas; el peso de tu cuerpo sobre el tuyo es abrumador y él dice sin contemplaciones.

-Te amo.

Cuando te detienes para mirarlo, se encuentra repitiéndolo.

-Te amo -, incluso cuando las palabras son tan repentinas y salen de su boca antes de que su razonamiento interfiera en un intento por no abrumarte.

- También te amo - le sonríes ampliamente y le besas de nuevo haciendo que el corazón de Megumi se derrita por completo.