Inventario Maldito Jujutsu Kaisen (One Shots)

Nanami Kento I

Capitulo 4: Infinito

Lino de algodón blanco envuelve sus cuerpos entrelazados mientras la puesta de sol iluminaba la habitación con un brillo mandarina.

Tus dedos se deslizaron con delicadeza la piel resbaladiza por el sudor del pecho de tu novio mientras su cuerpo desnudo descansaba sobre el suyo. Pecho con pecho. Corazon a corazon. Un lío de extremidades. Los únicos sonidos que se podían escuchar eran las suaves respiraciones de ambos, el zumbido distante de las cigarras y el lento latido de su corazón. No podías dejar de admirarlo. La inclinación de su nariz, su mandíbula afilada y sus pómulos definidos. Parecía mármol esculpido por un artista.

-Estás pensando terriblemente alto- te interrumpió.

-Te estoy estudiando.

-¿Estudiándome? ¿Y qué has aprendido?- pregunto divertido.

-Qué tengo el mejor hombre del universo.

Se sorprendió por su rápida respuesta y falta de vacilación, pero no lo demostró.

Nanami se mostró confiado e inquebrantable, pero aun así agradeció tus cumplidos. Besó tu sien y movió su mano para alisar tu cabello despeinado.

-Me halagas.

Parecía tan pacífico. Sus rasgos relajados contrastaban con su habitual ceño fruncido. Está aquí , te das cuenta. Y él es tuyo tanto como tú eres suya.

-Pregunta... - tarareó

-¿Recuerdas que me dijiste que los hechiceros mueren con remordimientos?"

Te miró a través de sus pestañas, pero su expresión no cambió. - Por supuesto.

Apartaste la mirada de su mirada repentina y elegiste concentrarte en los patrones invisibles que trazaste en él. No era de los que apreciaban las preguntas abiertas, pero dejaba que tú fueras su excepción una y otra vez. Reuniste el valor suficiente para continuar preguntando:

-¿Te arrepientes de algo?

Su mano en tu cabello se detuvo y se movió para agarrar la tuya que estaba en su pecho cesando tu acción sin sentido.

-No- dijo con un tono suave. Besó tus dedos. La tierna acción y el tono hicieron que tu corazón palpitara.

- Amo lo expresivo qué eres cariño - bromeaste. Tenías que contenerte para no poner los ojos en blanco juguetonamente.

Nanami no respondió por uno o dos latidos. Para otros, puede parecer que no te escuchó o te estaba ignorando, pero sabías que estaba pensando en cómo responder. Recordaste cómo te hizo desconfiar cuando empezaron a salir pero el tiempo, te acostumbraste a cómo se comunicaba.

Nanami era una persona orientada a los detalles. Nunca fue descuidado pero ponía el pensamiento detrás de sus palabras. Esto hizo que siempre estuvieras ansioso por escuchar lo que tenía que decir.

Normalmente no era alguien que ofreciera una gran cantidad de halagos siendo un creyente de que las acciones hablaban más que las palabras, pero sabía cuánto algunas algunas veces necesitabas escuchar algo.

Él te dio una rara sonrisa casi como diciendo que ya deberías haber sabido la respuesta.

- Porque pase lo que pase, sé que siempre te tendré.

En ese momento cuando pronunció esas palabras tu corazón casi explotar de la felicidad.

Pasará lo que pasará tu amor por Nanami nunca terminaba.