La ira de Kai era un incendio sin control, y aunque el plan había sido ejecutado a la perfección, su furia no conocía límites. Ahora, con el camino despejado hacia la candidatura oficial, solo una cosa empañaba su triunfo.
-¡MIERDA! ¡VOY A MATAR A WINTER, LA VOY A MATAR! -rugió Kai, su voz retumbando en las paredes.
-Tranquilo, Kai, todo salió bien -intentó calmarlo Meadow, pero sus palabras eran como susurros contra el estruendo de un trueno.
-¡CÁLLENSE, PUTA MIERDA, NO LOS QUIERO OÍR! -la orden de Kai selló los labios de todos-. Debí matar a ese maldito.
-¿Al chico guapo rubio? Solo estaba protegiendo a su novia -comentó Meadow, intentando entender.
-No es su novia, jamás lo será -Kai escupió las palabras como veneno.
La revelación cayó como una bomba entre ellos; Kai estaba enamorado de Amy, y algo había salido terriblemente mal.
-Esperaré a Winter en el sótano, ustedes pueden irse -declaró Kai antes de entrar a su casa y cerrar la puerta con un estruendo.
Solo en la oscuridad, Kai reflexionaba. Amy lo había visto matar. Aunque su rostro estaba oculto tras una máscara, temía que su inteligencia le permitiera conectar los puntos. Solo podía esperar presentarse como un Kai inocente, incapaz de tal barbarie.
...
...
...
-Amy, despierta. La persona que mataron anoche era un consejero -Kyle rompió el silencio con la noticia.
-Van a abrir elecciones, ese tipo que vino ayer podrá ser candidato oficial -continuó.
Amy se congeló. La coincidencia era demasiado grande, pero no, conspiraciones así no existían en estos tiempos. Sin embargo, la realidad era innegable: un grupo había asesinado a esa pareja y dejado una cara pintada con sangre. ¿Una pandilla? ¿Un asunto de drogas? Las posibilidades giraban en su mente.
-Qué suerte, Kai podrá hacer lo que sueña, me alegra -dijo Amy, y en su voz había sinceridad.
-Bueno, iré a la universidad, cuídate -se despidió Kyle con un beso en la frente.
-Tú igual, nos vemos en la noche -respondió Amy, aún sumida en sus pensamientos.
La televisión mostraba a Beverly Hope, famosa por cubrir crímenes. Entonces, el celular de Amy vibró con un mensaje de un número desconocido.
*Kai: Buenos días, Amy. Soy Kai, mi hermana me dio tu número. ¿Estás bien? Me contó lo de anoche...*
*Amy: Hola, sí, estoy bien. Kyle me ayudó a dormir, es un buen amigo. Gracias por preguntar.*
*Kai: Qué bueno que Kyle estuviera ahí. ¿Nos podemos juntar? Te invito a un café.*
*Amy: Am, bueno, hoy tengo tiempo libre. ¿Dónde nos juntamos?*
Mientras esperaba la respuesta, Amy vio en la televisión cómo los mismos payasos de la noche anterior asesinaron a la periodista en vivo. El caos se desataba en la ciudad.
*Kai: En la plaza principal, te espero.*
El mensaje hizo que su corazón latiera con fuerza, una mezcla de temor y emoción.
-No, por favor, no de nuevo -murmuró Amy-. Perdóname, Tate.
En la plaza, alguien la abrazó por detrás, y una barbilla se apoyó en su hombro.
-Hola, Amy, perdón por hacerte esperar -dijo Kai, su voz suave.
-Está bien, Kai -respondió Amy, su cuerpo tenso.
Ella no era dada al contacto físico, pero permitía que Kai la tocara. Era un avance significativo, y Kai, embriagado por la cercanía, no tenía intención de retroceder.
-Amy? -la voz de Kyle interrumpió el momento.
Amy se apartó y se dirigió hacia su amigo, dejando a Kai con las manos vacías y el corazón ardiendo de ira.
-¿Qué haces, Amy? ¿Olvidaste tu promesa? ¿Tan rápido? -Kyle estaba furioso.
-Esa promesa es imposible de cumplir. Lo intenté, pero ya es tiempo de seguir con mi vida. Lo que pasó no fue mi culpa... -Amy se defendió.
-¿Y Tate? -Kyle no podía ocultar su preocupación.
Kai, observando la escena, entendió el dilema de Amy y no pudo evitar una sonrisa burlona. Estaba ganando contra el fantasma de Tate.
-Tate está... muerto. Eso no va a cambiar -dijo Amy, su voz firme.
Kyle se acercó a ella, su mirada llena de una mezcla de preocupación y afecto.
-Amy, sabes que quiero lo mejor para ti. Si rompes esa promesa para ser feliz, lo respeto. Solo debes cuidarte y no caer en mentiras. Necesitas a alguien que te quiera de verdad -dijo Kyle, su tono protector.
-¿Como tú? -se burló Kai.
-Sí, como yo -afirmó Kyle, suponiendo que Amy entendía su amor fraternal.
-Gracias, Kyle -Amy lo abrazó con ternura maternal.
-Estaba por aquí porque encontré un lugar donde irme. Así que iré a recoger mis cosas y me cambio hoy mismo -Kyle anunció su partida mientras seguían abrazados.
-En serio, te voy a extrañar -dijo Amy, su voz teñida de tristeza.
-Estoy a diez minutos en bus, no seas dramática -respondió Kyle con una sonrisa.
Ambos rieron, y Kai, observando desde la distancia, sonreía con satisfacción. Por fin, ese obstáculo se iría de la casa. Amy había insinuado algo más que amistad, Tate quedaba en el pasado, y él era ahora el candidato oficial. Sus planes estaban dando frutos, y lo mejor estaba por venir.
•Kyle perdón mi niño, pero no eres el prota de esta historia jajsjajjs
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Nuestra Rota Historia (Kai Anderson/ Kyle Spencer)
RomanceAmy es una chica de 22 años. Un dia, conoce a un hombre de pelo azul, que llego a la puerta de su casa, promocionando su candidatura. Amy no sospecha que ese hombre ha estado planeando ese encuentro durante años y sin saberlo, se unirá a un culto