Yako

312 29 92
                                    

Sesshomaru había sido llamado por la reina sin ningún detalle, pero debía ser importante si el mismo Kohaku había ido a notificarle para no decir que fué a buscarlo exigiendo que dejara de hacer lo que fuera que hiciera en ese momento.

Él miró a las dos mujeres frente a él, la reina aunque era más alta que Rin no lograba infundir ni la mitad de lo que sentía cuando la más joven estaba cerca, podría ser la reina pero definitivamente Rin era más amenazante, era la combinación perfecta entre pureza y podredumbre, entre la inocencia y la corrupción, entre él y su misión, y esto era lamentable.

—¿Kohaku ya te informó de que necesitaba tus servicios Yako?—preguntó la mayor.

—¿En qué le puedo servir?

—Iras con Kohaku al centro.

—¿Que? ¿A mí misión?¡Yo puedo ir solo!

—El necesita ir a una misión antes de llevarlo de cacería.

—¿Cacería? ¿Tan pronto? Prácticamente acaba de llegar ¡Mes y medio! Tenemos hombre que llevan esperando un año y hasta más.—aprieta los puños y kagome lo mira con cansancio.

—Kohaku, la decisión está tomada, te pedí algo ¿Lo hiciste?

—Aún no logro nada.

—Entonces no tienes nada para mí, lleva a Yako contigo—Rin mira a Kagome extrañada.

—¿De qué hablan?—preguntó la chiquilla.

—Yako, prepárate—Sesshomaru asiente y se dirige a la salida.

—¿Me dirán ahora que sucede?—Logró oír Sesshomaru antes de cerrar la puerta, ya averiguaría lo que se traían entre manos ¿La reina lo mando a investigar? Debía tener cuidado. Poco después salió Rin molesta, no era como cuando kohaku reveló su nombre ni era un problema con el trabajo, era como cuando llegó a su habitación pidiendo un beso.

—¡Rin!—ella se detuvo unos pasos más allá—¿Estas bien?—ella lo mira sorprendida y sonríe ligeramente.

—Sí, lo estoy—va hasta ella y acaricia su mejilla.

—No lo estás—se acerca más a ella, a sus labios y la besa,al apartarse ella lo abraza y él la cubrió con sus brazos.

—Rin—ella se aparta y ve a kohaku mirándolos con desconcierto, otra vez la mirada de Rin se ensombreció, se fué a ir pero Sesshomaru tomó su mano, ella lo miró y afianzó su agarre así que él caminó a su lado sin soltarla ante la mirada estupefacta de Kohaku. Caminaron hasta la "Y" que dividía los pasillos a sus habitaciones.

—¿Puedo… quedarme hoy contigo?

—¿Conmigo?—ella no lo miraba pero él podía notar su malestar, su tristeza—vamos—la guió a su habitación, al entrar la abrazó, no sabía xq pero tenía la necesidad de protegerla de todos. Luego de varios minutos ella se apartó de él, era extraño pero ahora se sentía vacío, no quería dejarla ir. Rin se sentó en la cama con la mirada baja.

—Ellos te investigan.

—Lo se—ella lo mira.

—¿Ocultas algo?

—Todos ocultamos algo.

—Puedes confiar en mí—Él retira la vista ¿Confiar en ella? Imposible, era su enemigo.

—Es complicado.

—Lo se, mi vida también lo es ¿Que sería de mí si mi padre hubiera sido otro?

—Me sucede—dice sin querer en voz alta.

—Creen que me harás daño—Él la mira, ella volvía a ver el suelo.

Morir No DueleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora