3. Uɳ Aʅɱα Sιɳ Dҽʂƚιɳσ

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Kenny había pasado una tarde espectacular en compañía de su tía Romina. Sin duda, ella era la persona que más quería de su familia; después de su padre, obviamente.

Para Romina también era un gran placer pasar tiempo con su sobrina y poder escuchar sus divertidas ocurrencias. La castaña había decidido tomarse unos meses de descanso en la CDMX, antes de retomar sus labores humanitarias en Sudáfrica.

Pensó que pasar tiempo con su familia era necesario, ya que llevaba bastantes años fuera de casa; y la verdad era que su última conversación telefónica con su hermano, la hizo sentirse demasiado culpable por no estar con él para apoyarlo en sus problemas.

Así que cuándo su madre llorando y dramatizando le contó que Emilio tenía la intención de separarse de Seidy, no tuvo que pensarlo 2 veces antes de comenzar a organizar su regreso a México.

Sabía que Emilio podría necesitarla y ella debía estar para él. No podía fallarle otra vez, cómo sentía que había hecho toda la vida.

Habían comenzado a ver un maratón de Harry Potter y estaban a punto de terminar El prisionero de Azkaban, cuándo de pronto la puerta de la entrada se abrió y se toparon con una terrible imagen del oji-café, quién llegaba mucho antes de lo esperado.

- ¿Papá? - la niña preguntó con notoria preocupación.

Emilio estaba notoriamente pasado de copas y se notaba que había estado llorando. Sus ojos y nariz estaban enrojecidas y sus labios se veían algo más abultados de lo habitual.

- Princesa, pensé que ya estarías durmiendo...- el rizado comentó con voz algo quebrada.

- Son apenas las 11 y mañana no hay escuela

- Lo siento, lo había olvidado... Ustedes sigan en lo suyo, yo me iré a dormir - el oji-café necesitaba terminar pronto con aquella conversación, aún sentía su pecho oprimido por su encuentro con Joaquín y ya no sabía, ni tenía fuerzas para ocultar su dolor.

- ¿Y Poli? - la niña preguntaba algo curiosa - ¿porqué has vuelto tan temprano y sin él?

- Él estaba muy entretenido con su nuevo amigo y yo me sentía algo cansado, no quise molestarlo y preferí tomar un taxi

- ¿Estás bien Emi? - Romina preguntó arqueando las cejas; era evidente que su hermano estaba muy deprimido.

- Si Romi, todo bien - Emilio ya no mencionó nada más. Observó por un segundo más a su pequeña, e intentó darle una dulce sonrisa. Acto seguido, se dirigió a su cuarto con la mirada perdida en el piso.

Romina y Kenny se quedaron viendo con un gesto de tristeza. Ambas sabían que Emilio llevaba tiempo estando muy deprimido, pero siendo él alguien muy reservado, no tenían completa certeza de las razones que lo tenían en ese estado; sin embargo las dos tenían fuertes sospechas.

La pequeña soltó un pesado suspiro, de pronto la película dejaba de importar.

- Tranquila cariño, tu papá no lo está pasando muy bien... Pero pronto se pondrá mejor, ya verás - la castaña intentaba darle algo de calma a su sobrina, a pesar de que ella también sonaba bastante apesadumbrada.

- Si tía... Yo sólo quiero que papá sea feliz

- Lo será, pero tienes que entender que todo el proceso de una separación es muy duro...-

La niña de pronto soltó una risilla traviesa; le tenía bastante confianza a su tía cómo para darse el lujo de soltar algunos comentarios bastante sarcásticos.

- Tía, pero que inocente... ¿Enserio crees que papá está triste por su divorcio con Seidy? - desde que la niña había salido de casa con su padre, había dejado de nombrar cómo "mamá" a la rizada.

El Tiempo En Tu Alma // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora