El Tiempo En Tu Alma // Adaptación Emiliaco

23. Hαყ Aʅɠσ Máʂ

Probablemente aquella no fué la primera noche en su nuevo hogar que hubieran deseado. Ambos eran conscientes de que afuera de esas 4 paredes, existían personas dispuestas a hacerles daño, dispuestas a separarlos.

Pero apesar del dolor, apesar del llanto y de la angustia, apesar de las palabras que a veces podían herir; los dos sabían que se tenían, y que estando juntos todo era posible.

Es que es inevitable que el amor duela, y cuándo se ama con tanta intensidad los temores vienen incluidos en el mismo sentimiento. Sin embargo, si el amor es sincero no hay forma en la que el miedo sea el vencedor.

- Bonito, por favor no llores, es normal que tengamos miedo... Pero yo sé que si tú estás conmigo, si estamos juntos, al final todo estará bien - Emilio se acercó lentamente y algo temeroso al castaño. Lo envolvió con ternura entre sus brazos, y sintió que todo el aire que le faltaba volvía a su cuerpo, cuándo sintió que los brazos de Joaquín le correspondían en un tibio contacto.

- Siento haberte gritado, cariño - Joaquín murmuró mientras suspiraba con pesar.

- Todo está bien, sé que mi estúpida inseguridad te lastima, y lo lamento...-

- Respecto a eso...- el mayor se separó de los brazos del oji-café, sólo para poder mirarlo a los ojos. - de verdad, no quería tener que llegar a decirte ésto, pero amor, creo que es necesario que asistas a terapia -

Emilio se quedó en silencio unos instantes, intentando analizar con detalle la solicitud de Joaquín, la que inevitablemente le causaba bastante desconcierto.

- Joaco, yo sé que soy un poco... Bueno, bastante celoso; pero tú sabes que tengo motivos, pero si tú ya definitivamente cortaste todo contacto con Ethan, no creo que tengamos que volver a discutir al respecto

- Cariño no es sólo por tus celos...- Joaquín dió un suspiro, y tomó a Emilio por la cintura, intentando darle algo de tranquilidad - amor, los últimos meses han sido muy difíciles para tí, los problemas con Seidy, nuestra relación, Kenny y ahora la pérdida de tu madre... Son demasiados sentimientos, y no creo que estés sobrellevando las cosas de buena forma

- Tienes razón, todo ha sido muy difícil... Pero te tengo a tí, y con eso me basta para estar bien - Emilio se acercó a Joaquín con una pequeña sonrisa y dejó un pequeño beso en sus labios.

- Es que eso no está bien, cariño... Tu bienestar no tiene que depender de nadie, ni siquiera de mí - Joaquín acarició delicadamente con el dorso de su mano una de las mejillas de Emilio antes de seguir - Quiero que entiendas, que yo haría cualquier cosa con tal de verte bien y feliz, sin embargo eso no pasará si tú no aprendes a resolver las cosas por tí mismo. No quiero que nuestra relación se vuelva tóxica, no quiero que dependas de mí para ser feliz, tu felicidad será la mía, y la mía tuya, pero no dependerán la una de la otra, ¿lo entiendes?-

- Creo que sí...- Emilio suspiró y bajó la mirada.

- Amor, tú sabes que yo sólo deseo lo mejor para tí, y estoy convencido que ver a un especialista te ayudará a entender mejor tus sentimientos, y procesar de mejor forma tu miedo, tu inseguridad y tu tristeza - Joaquín se inclinó para besar la frente del menor y le dió una pequeña, pero sincera sonrisa - Yo en principio también me negaba, pero realmente fué lo único que me ayudó a superar todo lo que pasó los últimos días de escuela

- Apesar de que mis miedos y mis celos digan lo contrario, yo confío en tí, amor. Y si tú crees que tomar terapia será bueno para mí, lo haré. Por tí, por nosotros...-

- No, amor... Lo harás por tí - Joaquín sonrió haciendo que sus ojos se volvieran pequeños.

Un segundo después ambos iban tras sus labios. Un beso tierno, cargado de sentimiento y de necesidad. Porque frente a cualquier dificultad, era su contacto y su compañía la cura a cualquier dolor, porque se amaban y necesitaban en partes iguales, y su amor era tan grande, tan firme, que una simple fotografía no podría dañarlo.