- Nuevamente la maldad lograba separar a Joaquín y a Emilio. Pero la verdad era que sin importar el tiempo que transcurriera, ni el miedo ó el dolor por la separación; No existía nada que pudiera menguar su amor.
- La vida y el destino funcionan a v...
Emilio no daba crédito a lo que escuchaba; su padre había sido asesinado, y él estaba siendo investigado cómo culpable. Y en aquel instante dónde sólo deseaba estar junto a Joaquín, los hombres frente a él, quiénes finalmente eran oficiales de policía vestidos cómo civil, lo tomaban con fuerza a pesar de no poner ningún tipo de resistencia.
Romina y Josh volvían en ese instante a la habitación dónde se encontraba Joaquín, y aún estaban conmocionados por la noticia de la muerte de Juan, cuándo se encontraron con la dolorosa escena de Emilio siendo arrestado y llevado hacía una estación de policía.
- ¿Puedo saber que pruebas tienen para acusar a mi cuñado? - Josh se dirigió con autoridad al par de policías que llevaban ahora a un esposado Emilio a las afueras del hospital.
- Hay testigos que dicen haberlo visto ayer en el lugar de los hechos. Y mientras se hace peritaje a las cámaras del lugar, se ha dado la orden de arrestarlo cómo único sospechoso...-
- Emilio, ¿has ido a ver a papá? - Romina preguntó con voz quebrada mientras intentaba acercarse a su hermano.
- Si Romina, pero yo no he hecho nada, te lo juro...- el menor miró a su hermana siendo presa total del miedo. Una situación así era lo que Emilio jamás imaginó tener que vivir.
- Tranquilo cariño, yo sé que tú jamás serías capaz de lastimar a alguien...- Romina comenzaba a llorar, mientras su novio se acercaba a ella para alejarla de Emilio, pudiendo evitar así algún conflicto con los policías.
- Emilio debes estar tranquilo, yo me encargaré de todo... sólo tienen pruebas circunstanciales, de seguro que en unas horas volverás aquí...-
Emilio asintió con sus ojos inundados de lágrimas, pero su mirada en ese instante buscaba a Diego, quién presenciaba todo a unos cuántos pasos.
- Por favor, quédate a su lado...- aquello fué lo último que logró decir el oji-café, antes de que un fuerte tirón lo hiciera avanzar a la salida.
Cerca de 30 minutos más tarde, Emilio era ingresado a una fría y sucia celda. La línea investigativa del crimen, aún era demasiado precaria, por lo que se esperaba aún la orden de un juez, para poder realizar una autopsia al cuerpo del difunto Juan Osorio, y encontrar en el lugar del hecho algún indicio que llevara al culpable.
Mientras tanto, Josh comenzaba a preocuparse. Emilio al día siguiente debía comparecer en la corte, para llevar a cabo la solicitud de su divorcio, por lo que debía rápidamente pensar en una forma de solicitar la libertad del oji-café.
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Lunes 21:15 pm.
- ¿Para que me llamaste de manera tan urgente, querido?...- Seidy ingresaba con una sonrisa triunfal al despacho de su amante y se sentó frente a él. Juan le había reprochado por no poder deshacerse de Emilio, y no veía la hora de restregarle en la cara, que él tampoco lo había conseguido con su plan supuestamente tan bien elaborado - supongo que necesitas ayuda ahora que te diste cuenta que matar al estúpido de Emilo no era tan sencillo...-
