Uno de los miedos más grandes de Emilio y su pequeña estaba haciéndose realidad. La niña se aferró con fuerza a la mano de su tío Polo cuándo los ojos de su madre se posaron llenos de recelo sobre ella.
El oji-café aún no era capaz de salir de su estado de impresión, y aunque estaba absolutamente dispuesto a pelear por su pequeña, aquella era una situación que no quería que fuera presenciada por Kenny.
- Kenny, ven conmigo nos vamos a casa...- la rizada habló sin ningún tipo de condescendencia. No hubo un saludo, una media sonrisa, ni siquiera un pequeño gesto que mostrara algo de amabilidad ó afecto. Seidy estaba ahí, furiosa y decidida a llevarse a su hija.
- No, yo me quiero quedar con papá...- Los ojos de Kenny buscaron el rostro de su padre y de Joaquín. Su voz sonaba temblorosa producto del miedo que la invadía en aquel instante.
- Yo no te estoy preguntando si quieres, mocosa...- Seidy se acercó decidida a la niña, mientras ésta se ubicaba rápidamente tras la espalda de Polo - ven conmigo te dije-
- Seidy, tú no puedes hacer ésto...- Emilio habló mientras se acercaba a Kenny, pero antes de llegar frente a ella, Joaquín ya le había ganado la partida.
- Ni siquiera te atrevas a ponerle un dedo encima a Kenny, ó te juro que te vas a arrepentir...- el ojimiel se plantó de golpe frente a Seidy y con su expresión consumida por la furia, se atrevió a hablarle de manera desafiante; sin un rastro de miedo en su rostro.
- ¿Quién demonios crees que eres tú?... sabes perfectamente que puedo llevarme a Kenny, y si quiero también puedo alejarla de todos ustedes para siempre...-
Joaquín no alcanzó a responder cuándo Romina se interpuso entre él y la rizada.
- Ni creas que puedes venir de la nada a amenzarnos, mucho menos usando tus mentiras y engaños... Kenny está bien aquí y lo sabes, no permitiré que te la lleves, y mucho menos por la fuerza...- Romina se escuchaba decidida, pero extrañamente calmada.
- No me provoques Romina, que tú ya me debes varias... la niña es mía, y no necesito tu autorización para llevármela-
- Seidy por favor...- los ojos de Joaquín y Emilio se posaron incrédulos sobre Romina, quién en contra de todo pronóstico se escuchaba demasiado tranquila - te pido que seas consciente, Kenny está mucho mejor con mi hermano, ¿no te importa acaso el bienestar de tu propia hija?-
- Lo que a mí me importa ó no mi hija, no es tu asunto... y ahora quítate de mi camino, ó vas a arrepentirte...- Seidy estaba desafiante frente a la castaña, quién no se atrevía a mirarla a la cara.
- No, no dejaré que te lleves a mi sobrina... y lo lamento decírtelo, pero tú no eres un buen ejemplo para ella...-
- ¿Y Emilio si lo es?... no me hagas reír, se quiere divorciar de mí sólo para estar con un hombre...-
- ¿Y eso es peor que ver a su madre acostarse con su abuelo en la habitación juntos?... Emilio y Joaquín cuidan y le entregan amor a Kenny, y eso es algo que tú ni siquiera conoces...-
- No seas patética Romina, el que yo sea amante de tu padre desde hace tanto tiempo, y que ni Emilio, tú, ó la estúpida de tu de madre ni siquiera lo hayan sospechado, no me quita ningún derecho sobre Kenny - Seidy hablaba con una sonrisa tan llena de soberbia, cómo de maldad - además, por si a tu hermanito se le ha olvidado mencionarlo...Kenny no es realmente su hija biológica, y si lo deseo ahora mismo hago que el verdadero padre pelee por su custodia...-
- ¡No!...- un grito desgarrador y lleno de desconsuelo se escapó de los labios de Kenny, quién continuaba aferrándose con fuerza a la espalda de Polo.
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El Tiempo En Tu Alma // Adaptación Emiliaco
Fanfiction- Nuevamente la maldad lograba separar a Joaquín y a Emilio. Pero la verdad era que sin importar el tiempo que transcurriera, ni el miedo ó el dolor por la separación; No existía nada que pudiera menguar su amor. - La vida y el destino funcionan a v...