20. Eʅ HσɱႦɾҽ Máʂ Aϝσɾƚυɳαԃσ

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- ¿Porqué no te agrada mi tío Roy? - Kenny iba en el asiento del copiloto acompañando a Joaquín, quién conducía tranquilamente a una tienda cercana.

- ¿Cómo sabes que no me agrada? - Joaquín miró a la niña por el rabillo del ojo, mientras una risa nerviosa se dibujaba en sus labios.

- Porque el ketchup se acabó ayer, es imposible que lo hayas confundido con la salsa picante...- Kenny reía divertida, pero con un dejo de soberbia al saber que había descubierto al mayor.

- Bueno, me atrapasate...- Joaquín sonrió algo nervioso, ya que no sabía cómo responder a la pregunta de la niña - la verdad, no sé porqué no me agrada, simplemente no me simpatiza y ya-

- Lo entiendo, a mí me pasa igual, pero creo tener razones. Mi tío Roy es un engreído, siempre presumiendo sus nuevos autos, sus vacaciones, y diciendo que salió con modelos, aunque la verdad, yo no le creo eso - la niña dió un fuerte suspiro antes de terminar - pero sin duda lo peor, es que siempre defendía a la bruja frente a mi papá... Cómo si él realmente supiera lo mala que es-

- Oh vaya...- Lo último dichos por la niña dejaron al castaño sin palabras. Ahora creía tener más razones para desconfiar de Roy, porque que otro motivo tendría el ojimiel para defender a Seidy, siendo testigo de que su primo era evidentemente infeliz con ella.

El resto del camino transcurrió en silencio, Kenny había sincronizado la radio del vehículo de Joaquín con su celular, así que iba tranquila escuchando su música favorita.

- Llegamos princesa - Joaquín mencionó mientras se quitaba el cinturón de seguridad - te parece si me esperas aquí, se vé que en la tienda hay bastante gente, y es mejor prevenir contagios, el virus aún está por todas partes aunque en la prensa no digan nada...-

- Si, por mí está bien, me quedaré escuchando música... ¿Recuerdas todo lo que hay que traer?-

- Si, anoté los ingredientes en mi celular antes de salir-

Joaquín se alejó del auto, no sin antes advertirle a la niña que no hablara con nadie extraño, y que frente a cualquier eventualidad lo llamara, y él saldría corriendo.

El sol se había escondido hacía pocos minutos, y el cielo tenía unas bellas tonalidades violetas. Kenny estaba cantando suavemente, mientras veía a Joaquín alejarse para entrar a la tienda, hasta que de pronto algo llamó su atención.

Un hombre joven, y que podría jurar haber visto antes, salió de su auto justo en el preciso momento en el que el castaño pasaba por su costado. El sujeto miró a su alrededor de una forma que le resultó bastante sospechosa a la niña, y luego salió caminando apresuradamente tras los pasos del ojimiel.

Y cómo si eso ya no fuera lo suficiente extraño, Kenny logró divisar a lo lejos la figura de su tío Roy, quién luego de estacionar su auto, se ponía sobre su camisa un hoodie de color negro, para entrar también de manera apresurada a la tienda.

La niña frunció el ceño sin entender demasiado la situación, pero realmente se sintió intrigada. Pasaron varios minutos sin tener señales de Joaquín, pero cuándo estaba a punto de llamarlo para saber si todo estaba bien, Joaquín aparecía inesperadamente por un costado para subir a su vehículo. Traía consigo todos los ingredientes, pero se veía notoriamente agitado, y algo nervioso.

- ¿Todo bien, Joaco? - la niña preguntó curiosa al ver cómo el castaño llevaba una de sus manos a su rostro, viéndose bastante exasperado.

- Si, cariño... Volvamos pronto a casa para poder hacer nuestro nuevo pastel - Joaquín intentaba sonar tranquilo, pero su voz salía temblorosa y Kenny de inmediato pudo notarlo

El Tiempo En Tu Alma // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora