El Tiempo En Tu Alma // Adaptación Emiliaco

41. Eρíʅσɠσ

6 años Después

Joaquín salió sonriente de su habitación. Era mucho más temprano de lo usual para que él estuviera despierto, y más aún en pié y sonriente. Llevaba su celular en las manos mientras enviaba algunos mensajes rápidamente, y la sonrisa crecía un poco más en su rostro.

Era viernes, y uno muy especial; y cómo ya era usual desde que él y Emilio se hicieron socios y dueños de un nuevo medio de comunicación escrito, no iría a trabajar. Uno de los beneficios de ser el jefe.

Cuándo se despertó Emilio ya no estaba a su lado; eso no era algo habitual, pero Joaquín creía saber con seguridad lo que aquello significaba.

Entró a la cocina con un humor radiante; pero aquello duró increíblemente poco.

- Buenos días familia...- saludó Joaquín extendiendo sus brazos, pero su ceño se frunció sólo un segundo después con algo de duda.

- Hola Joaco...- Kenny estaba sentada en la mesa de la cocina comiendo cereales con leche, mientras revisaba su celular.

Kenny ya tenía 18 años, y estaba a punto de ingresar a su primer año de universidad. Había decidido seguir los pasos de su tía Romina cómo siempre soñó, y pronto se iría a la Universidad de Guadalajara para estudiar medicina.

Emilio no podía ocultar que alejarse de su pequeña niña lo tenía bastante triste, sin embargo Joaquín había sembrado en ella un carácter muy autónomo e independiente, y era él sin duda su mayor confidente sentimental y encubridor de fiestas llamadas "tareas donde una amiga".

- ¿Dónde está tu padre? - Joaquín preguntó realmente desconcertado.

- Se fué...-

- ¿Cómo que se fué?, ¿a dónde? - el castaño se veía algo más confuso a cada momento.

- Salió muy temprano, no me dijo mucho... sólo que debía hacer algunos trámites importantes, algo de un abogado, una firma, la empresa, que tardaría bastante... pero la verdad no le puse demasiada atención - Kenny se encogió de hombros, sin prestar atención al gesto horrorizado de Joaquín.

- No, no puede ser...- el ojimiel murmuró mientras parpadeaba con fuerza.

- ¿Qué es lo que no puede ser? - preguntó la niña por fin quitando los ojos de la pantalla de su celular.

- Tu padre debería estar aquí...-

- Pero no lo está, ¿cuál es el motivo para tanto drama?-

- ¿Tampoco lo recuerdas? - Joaquín bufó y luego preguntó cruzándose de brazos.

- ¿Recordar qué?-

- Kenny, hoy es nuestro aniversario, nuestro quinto aniversario exactamente, y desde hace 2 meses puse recordatorios en mi celular, computadora, en la oficina, le avisé a mi secretaria, a Diego, al ojiazul para que me recordaran - Joaquín soltó un pesado suspiro - hasta puse de tus post-it en mi agenda-

Kenny sonrió con un gesto de incredulidad y mofa. - pero bueno, lo recordaste éste año, ¿Cuál es el problema?-

- ¿Cómo que cuál es el problema? - Joaquín alzó los brazos - El problema es que tu padre no está aquí, ¿dónde está mi desayuno especial?, ¿Y mi beso de buenos días?, ¿Y él..."recuerdas que día es hoy bonito", justo antes de mi pre infarto habitual?-

- Bueno, quizás papá lo olvidó éste año, ó quizás no lo olvidó y te hará algo de cenar especial cuándo regrese...-

- No, claro que no...me niego. Emilio es el hombre más detallista y encantador del mundo, a pesar de que yo siempre lo olvido, él se esmera por sorprenderme y cada año se supera más y más con mis sorpresas y regalos. Y mi desayuno especial jamás faltó-