"TRIPULACION, PREPARADOS PARA EL DESPEGUE."
El avión avanzo hacia la pista, acelero y después de unos minutos, despego, la adrenalina se sentía a flor de piel, el estómago se hizo pequeño y sentí cosquillas recorrer. Como si se tratara de una comprensa caliente tornándose fría en cada segundo que transcurría.
Observe por la ventana y me pregunte: ¿Cómo es que todo se hacía tan pequeño en cuestión de segundos? Por un momento me sentí como un gigante observando hormigas por doquier.
Empezaba a dolerme la espalda y no era de esperarse, habían pasado un par de horas, quería levantarme y estimarme, por lo que opte por ir al sanitario. ESTABA OCUPADO.
Solo me estire y regrese a mi lugar.
—¿Gusta algo de tomar? —preguntó la azafata.
—Agua está bien, por favor —respondí.
—Aquí tiene —dijo al entregarme una pequeña botella de agua.
—Gracias señorita.
Observe por la ventana una vez más y el cielo empezaba a oscurecerse.
Si pudiera observar detenidamente con una lupa a cada persona, entendería el dolor que esconde una sonrisa.
Todos estamos llenos de cicatrices que un día fueron heridas queriendo ser tratadas. Nuestras historias, experiencias y sobre todo nuestros pensamientos nos han forjado, pero, ¿Cuándo todo se sale de control? No queda nada más que una mente loca disfrazada de cordura.
Quise leer un poco, así que tomé el libro que había empezado hace un par de días, "INDIGO". Me atrapo desde el primer capítulo, debo admitirlo.
Habla sobre la humanidad y su complejidad, la incertidumbre que conlleva el vivir y sobre todo el cómo los seres humanos nos volvemos tan predeciblemente impredecibles. Desconozco al autor o a la autora, pero si tuviera la oportunidad de conversar con esa persona, le diría que su trabajo me ha hecho sentir comprendido.
—¿Quiere cenar algo? —preguntó la misma azafata.
—Por ahora no, gracias —respondí. Y es que realmente no tenía hambre, siendo honesto sentía un revoltijo en mi estómago.
—Cualquier cosa que necesite, puede presionar ese pequeño botón verde y estaré a sus órdenes —afirmó amable.
—Gracias —dije esbozando una pequeña sonrisa.
Seguí leyendo y sin darme cuenta me fui quedando dormido...
Al despertar, el cielo estaba tornándose azul con tonos amarillentos y rojizos, el sol estaba saliendo y las nubes parecían algodones flotando a su alrededor. Se veía precioso.
Sobre las nubes están todos mis sentimientos, flotando sin ser vistos. Soy una pequeña nube.
"TRIPULACION, PREPARAR CABINA PARA EL ATERRIZAJE"
Fue lo único que escuche mientras mis sentidos se alineaban.
Después de unos 20 minutos, todos los pasajeros y yo nos dirigimos a la salida en orden. ¿Habrá alguien que viajo por la misma razón? ¿Habrá alguien atravesando y experimentando la misma historia que yo? Si es así, deseo que todo esté en orden en su vida o al menos que tenga la fuerza necesaria para afrontarlo.
—Tyler, ¿puedes mandarme tu ubicación? Por favor —escribí el mensaje para después enviarlo.
—ubicación...
Me dirigí rápidamente hacia su departamento. Observe cada lugar, cada rincón y lo único que quería era cambiar la historia de mi hermano. Tyler no merecía sentir culpabilidad y remordimiento. Siempre quise que su estancia aquí fuera divertida, amena y sobre todo que él se sintiera feliz con lo que era y quien quería ser. No pedía más, pero... La vida te da lo que necesitas mas no lo que quieres. El necesita aprender muchas cosas, al igual que yo, al igual que todos...
Al llegar, me di cuenta de que la puerta estaba entrecerrada, así que opté por entrar. Era todo un desastre. Ropa por doquier, latas de cerveza, comida, en pocas palabras basura por donde sea que caminaba. Me atreví a levantar unas cuantas prendas y las puse en un rincón del sofá.
—Jul —dijo casi gritando al verme acomodar su ropa. Estaba despertando.
—¿Cómo estás?
—Feliz de tenerte aquí, creí que no vendrías —dijo mientras se estiraba y limpiaba sus ojos.
—No iba a dejarte solo en un momento tan vulnerable para ti, lo sabes.
—Gracias Jul, gracias por todo, ven toma asiento.
—Tienes que explicarme como estuvieron las cosas, solo así podré ayudarte —solté sin perder el tiempo.
—Jul, no quiero decepcionarte más...
—No, no estoy decepcionado, estoy preocupado por ti. Cuéntame lo que creas necesario, te escucho.
—...Conocí a Ainara en la universidad, conectamos desde el primer día, pero solo como amigos, nunca tuve intención de sentir algo por ella, hasta que sentí celos por su amistad con Oliver, así que, me acerque a ella, tanto que me aferré. Nuestra relación hasta cierto es un tanto tóxica, lo admito. Estamos, nos alejamos, terminamos, regresamos... Pero, de ese círculo vicioso simplemente no quise salir y no quiero soltarla, ni ella a mí, lo sé —dijo soltando un suspiro.
Lágrimas empezaban a formarse, sus manos frotándose con desesperación y yo tratando de ocultar mi preocupación. Necesitaba mostrarme firme ante la situación.
—¿La quieres? —pregunté.
—No lo sé...
—No era la respuesta que esperaba, pero si no lo sabes, deberías priorizar esa pregunta, para que así no haya dudas, después... El amor no es un juego, y los sentimientos ajenos, menos. Tyler, dime ¿Por qué está en prisión?
—Sé que fue una trampa, sé que alguien quiso separarnos, aun así, soy culpable, alguien puso droga en su mochila creyendo que me pertenecía a mí.
—¿Sabes que es un tema delicado? No es cualquier cosa Tyler, la están acusando por tráfico ilegal.
—Lo se... Pero no necesito más regaños, necesito una solución —demandó —.Un último detalle... Su mejor amiga no tarda en llegar, tuve que acudir a ella también, Ainara me lo pidió. Solo confiamos en ustedes.
—¿Su mejor amiga? —pregunté y justamente en ese momento el timbre sonó. Tyler se dirigió rápidamente a la puerta.
—Con que tú eres el famoso Tyler —escuché.
Dirigí mi vista hacia a ellos y...
—¿Daira?
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Al otro lado de la Luna
Romance¿Es mi vida o es mi muerte? "Somos la visión nocturna del otro, la luna del otro" ¿Alguna vez se han preguntado si existe otro tú en otro mundo? ¿En otro plano? ¿En otra realidad? ¿Viviendo algo totalmente diferente? Las personas no tenemos el pod...