Capítulo 16. Un giro de 360°

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Mi cuerpo esta entumecido, quiero despertar, pero...No puedo, algo me limita. Escucho a lo lejos como si alguien estuviera tecleando el ordenador.

Borrando y escribiendo. No me puedo equivocar, he redactado documentos, conozco el proceso. Pero, ¿de dónde viene el ruido?

Intente abrir los ojos una vez más, fue en vano.

Inhale y exhale levemente tratando de relajar mi cuerpo.

¿Por qué me siento diferente? Algo cambio, estoy seguro.

Puedo sentirlo.

Desperté de golpe observando a mi alrededor.

Mi habitación cambio, la pared donde esta ubicada mi cama es de color gris, están colgadas dos obras de arte, hay dos pequeñas mesas a los lados de la cama. Mi colcha, las sabanas, las almohadas y el cabecero todo es de color blanco.

Sonó el celular.

Contesté un tanto confundido.

—¿Or..Orson?

—Jul, ya vamos para allá —escuché su voz.

—¿Eh? —respondí confundido.

—¿Estas listooo? —preguntó Marcel en un grito haciendo que alejara el celular de mi oreja.

—¿Listo para qué?

—Hoy te casas Jul —dijo James —. Y somos tus caballeros de honor, quedamos de ir a tu casa para ponernos guapos —añadió.

Colgué.

¿Casarme? Reí a mis adentros. ¿Es un sueño?

Suspiré una y otra vez, caminé en círculos por la habitación, el sonido de mi respiración resonó por mis oídos haciéndome tambalear, por lo que, presioné mi cabeza con ambas manos. Después de unos minutos volví a observar a mi alrededor, noté que había un cuadro en el piso, decidí levantarlo y el cristal estaba roto, sin embargo, la foto estaba intacta.

Mi corazón dio un vuelco repentino de emociones.

Era ella.

Daira Turner.

Lagrimas corrían por mis mejillas y mis manos comenzaban a temblar.

Escuche pasos por lo que, limpie mis lágrimas, trate de tranquilizarme y me dirigí a la entrada, eran ellos.

Orson, Marcel, James y Vincent. Sonrieron para mí, pero, yo seguía confundido.

—Orson, necesito hablar contigo un segundo —pronuncié.

—Vayamos a tu habitación.

Nos dirigimos a la habitación, se sentó en una de las esquinas de la cama mientras yo caminaba de un lado hacia el otro.

—Bien, te escucho.

—Sé que esto sonará loco, muy loco de hecho, pero, lo último que recuerdo es —deje la frase suspendida, mientras seguía negando con la cabeza —. Tú fuiste a Japón a cerrar el trato del proyecto, yo fui a tomar un café con Marcel y desperté aquí, en un lugar desconocido, con la noticia de que me voy a casar.

—¿Estas bien? Supongo que los nervios siempre traicionan al subconsciente — ladeo la cabeza al mismo tiempo que arrugo la frente un tanto desconcertado, como si no entendiese mi explicación.

—No puedo creer que de la noche a la mañana me casaré con Daira, todo iba en contra mía.

—Han pasado por mucho, han enfrentado muchas situaciones: JUNTOS. ¿Por qué dices que todo iba en contra tuya? Jul, son la pareja más bonita del mundo, créemelo.

Al otro lado de la LunaWhere stories live. Discover now