POV MORTICIA
-crees que sea lo correcto.?- preguntó y mi cuerpo atrapo el suyo contra la pared.
-he hecho.- la bese -lo incorrecto.- seguí
besando -todos estos años.- la mire -esto.- volví a atacar sus labios -es lo correcto.-
-Morticia espera.- dijo poniendo su mano en medio de nuestros labios. Mi agitación estaba al cien.
-qué pasa.- mi pecho subía y bajaba.
-me encantaría que esta habitación estuviera llena de pétalos de rosas, vino tinto, y tú comida favorita "bagre con chuletas fritas".- sonreí -pero solo tenemos una cama y..
-y estás tú.- interrumpí poniendo mi mano sobre su mejilla donde di ligeras caricias -y tú Larissa Weems has sido la mujer que se adueñó de mi alma, siempre te he pertenecido.- Larissa tenía una sonrisa tan grande y rápidamente tomo mi mano llevándonos a la cama, donde se sentó y palpo para que me sentara sobre ella. Hice mi cara más sexy y traviesa y me senté con cada pierna al lado de ella.
-Tu Morticia.- dice pasando sus manos sobre mi cintura -mereces todo el respeto y admiración del mundo entero, déjame curarte lo que has pasado todos estos años, no quiero que sea solo sexo, quiero hacerte sentir respetada.- beso mi frente -amada.- beso mis labios -y valorada.- beso mi barbilla. -tu vales más que cualquier otra mujer de este mundo.- Larissa limpio una lágrima que caía por mi mejilla.
-te amo.- sollocé
Larissa atrapó mis labios en un beso tan suave, lleno de amor, amor... que lindo es.
Intenté cambiar esta situación, necesitaba ir más de lo que Larissa planeaba.
Baje mis manos en un intento fallido por quitar su blusa el dolor hizo retractarme de concluir la misión.
-oye vamos despacio con esa mano, me escuchaste?.- me dio su sonrisa traviesa y quitó su blusa por mi asentí y luego moví mi labio indicando que era el turno de bajar las mangas de mi vestido. Y lo hizo.
-si esto no hubiera pasado tuviera ambas manos para disfrutar a mi mujer.- hablé.
Larissa se alejó y abrió sus ojos.
-has dicho que?.- ella me miraba perpleja. Yo no sabía que decir, Larissa pensara que esto es un juego para mi, que solo la quiero para satisfacer mis necesidades sexuales. -puedes repetirlo?.-
-Bueno- dije haciendo ademanes con mis
manos -yo-yo en un futuro..
-¡espera!- me interrumpió, fruncí mi frente. Larissa Me bajo de su regazo posicionándome en la cama y ella fue a la gaveta de uno de sus closet. Saco lo que parecía era una caja muy pequeña.
-no digas nada Morticia, era yo quien tenía que proponer esto, probablemente pensaras que he sido una loca tras tu sombra, pero eh guardado esto durante todos estos años.-
Me recompuse y subí mi pierna encima de la otra.
-no hagas eso!- alegó
-no estoy haciendo nada.- mordí mi labio. Ella vaciló cerrando sus ojos.
-como sea.- Abrió la caja -Morticia hazme la mujer más feliz del mundo entero y ¡cásate conmigo! Está petición lo iba hacer hace más de diez años atrás, eres lo que más amaba y sigo amando aparte de Enid claro, pero tú Morticia completas todos mis lados desde el más perverso hasta el más significativo, eres perfecta en todos los sentidos y Dios.- río al darse cuenta lo rápido que iba -pensaras que estoy loca, que tú apareces y te pido matrimonio y creo que...
Jale a Larissa para que cayera sobre mi y la bese.
-eres el ser más encantador que conozco, y si, definitivamente estás loca y Si Larissa por todos los espíritus que acepto.- la volví a besar sostenido su cara, podría durar toda mi vida y la de mi espíritu besándola.
He perdido mucho tiempo, he sido cobarde, he sido tonta por dejarme manipular pero ya no más, tengo lo que más amo en este mundo, mis hijos y ahora que la recupere no la pienso dejar por nada del mundo, y no es ser precipitada es recuperar lo que siempre ha sido mío.
Larissa se levantó y sacó el anillo de la caja y con toda delicadeza lo colocó en mi dedo, era perfectamente hermoso, una piedra negra al fondo que brillaba como mil diamantes. Beso mi mano.
-No existes Larissa.- la volví a jalar.
Larissa procedió a quitarme el sostén, que era realmente fácil debido al vestido que traía, el sujetador era solo un complemento.POV LARISSA
Obtuve la vista más hermosa, sus pechos expuestos solo para mi. Baje por todo su cuello repartiendo besos y chupadas, su piel era exquisitamente suave y con su olor tan natural. Morticia soltaba suspiros que me hacían transportarme a otra galaxia, la galaxia del amor y placer. Baje hasta llegar a sus pechos, sus pezones estaban rígidos.
Empiezo a deleitarme con mi boca en uno de ellos, chupo con ganas mientras bajo mi mano por encima de su vestido oscuro que todavía llevaba. Empecé a frotarme sobre esa tela. Hago movimientos circulares y sigo chupando su pecho con ganas.
Me detuve por un momento y vuelvo mi atención a sus ojos, ella me mira y sonríe con lujuria. Pronto bajo hasta su cintura para deshacerme de su vestido, los deslizó por todo su cuerpo hasta botarlo en el piso y aprovechó para deshacerme de mi falda también. Subí a la cama sentándome en Morticia, llevo mi mano hasta su cabello y levantó su cuerpo para besarla.
Comienzo un beso mojado y ella se enrolla en mi cadera y aprieta su pecho con cierta fuerza.
La hago retroceder y colocó su cabello atrás para tener acceso a su cuello y rápidamente empiezo a besarlo, Morticia enrolla su mano en mi cabello juntándome más a ella, chupo y lamo ese espacio.
Morticia levantó su mano e intentó quitar mi sujetador pero al parecer no pudo.
-ayúdame.- susurró en mi oído y chupo mi ovulo.
-Mhmm sus deseos son órdenes.- e hice lo pedido.
Morticia lanzó una mirada llena de hambre cuando obtuvo la vista de mis pechos, rápidamente la jale para pegar nuestros cuerpos y ambas soltamos un gemido al sentirnos la una con la otra. Seguimos con el beso lleno de deseo.
-¡AH!- gemí al sentir como Morticia arañaba mi espalda.
-lo siento.-
-No te detengas-
Detuve el beso y la empuje para que cayera a la cama, quite sus bragas e hice lo mismo con las mías.
Ahora ambas estábamos completamente desnudas.
-no.- dijo ella saliendo de mí
-qué pasa?.- y rápidamente se subió.
-me encanta estar sobre ti.- dijo pícara.
Antes que pudiera responder empezó a distribuir besos por mi cuello, podía sentir la humedad de Morticia resbalar sobre mi cadera.
-Mor.- sollocé llena de placer, ella rápido sacó su rostro de mi cuello.
-amo que me llames así, mereces un premio.- y se deslizó sobre mi, hasta llegar a mis piernas.
Dio besos húmedos y mordía con cierta fuerza mis muslos Internos, mi cuerpo se retorcía dé placer solo con eso.
-Mhm.- suspiré cuando sentí la proximidad de ella a mi sexo. Sopló en el. -Ah!.- gemí y sentí como su lengua de deslizaba de abajo hasta arriba.
Se levantó -Mhm, Mhm.- saboreaba mi líquido -miau-maulló. Era el sonido que siempre hacía antes de empezar el mejor sexo oral de mi vida, reí, ciertas costumbres no se pierden.
Fue directo a mi clitoris y lo chupo con fuerza. Seguido empezó hacer movimientos frenéticos con la lengua en él. Gemí y apreté las sábanas.
Cuando pude sentir deslizó un dedo dentro de mi, solo pude nombrarla embriagada de placer por ella. Estaba sin alimento, hace mucho que esto no sucedía. Volvió a chupar mi punto débil y deslizó dos más hacia mi.
-Mo-Morticia.- me incline sobre mis codos y gemí su nombre, rápidamente caí traicionada por mi propio cuerpo debido a la falta de fuerzas.
Morticia aceleró sus estocada metiéndolos tan dentro como fuera posible.
-ya casi.- hablé como pude.
Su boca y sus dedos hacían un trabajo brillante, fue cuestión de segundos para explotar en ella. Morticia empezó a tomar cada parte de mi disfrute.POV MORTICIA
Me tire sobre ella en su pecho con mi brazo a un lado para no aplastarlo.
-¡Mi mujer es demasiado caliente!- hablé sintiendo el sabor aún en mi boca.
-¡eres increíble, y con una sola mano!- alegó agitada.
-imagínate con las dos.- y ambas reímos.
-¡Mi turno!.- ella dice, cambiando de posiciones -no queremos que te dañes más ese brazo verdad.- y se sentó sobre mi.
Larissa me besa y empieza a rodar en mi sexo. Cielos esto es una tortura para mí, podría disfrutar de solo mirarle la cara mientras rueda con los ojos cerrados y mordiéndose el labio inferior.
Bajo por mi cuello, pechos chupando con ganas y mordisqueaba en el derecho y luego al izquierdo en un perfecto vaivén. Empuje su cabeza hacia abajo y entendió la referencia. Llego a mi sexo.
-No sabes cómo me gusta mirarte desde esté ángulo.- ella hablaba y solo sentí como tomo mi clitoris entre sus labios jugándolo con los dientes y diablos! Como me hace gemir. Me enrolle más buscando más contacto con su boca.
-Lari...- me chupo con fuerza y sin previo aviso insertó tres dedos a la vez que fueron deslizados fácilmente .
-¡Larissa!.- ¡oh Dios!
Está mujer me matará, algún día de estos, me jode tan bien, y toda la culpa será de ella.
Tanto placer me volvía loca, mi mano dañada no me importó y la llevé a mi cabeza donde sostuve mi propio cabello con fuerza a estas alturas el dolor era insignificante, y con la otra apretaba las sábanas.
Sus toques son tan precisos y rudos.
-Me, vengo!.- avisé
Succionó con más fuerza y no tarde ni cinco segundos en venirme. Larissa me cogia tan bien.
Se tiró a un lado de mi y beso mi mano.
-tranquila.- me dijo y giré para verla mientras aún jadeaba recuperándome de un orgasmo jodidamente genial.
-eres increíble Larissa Weems.- dije pasando mi mano por su rostro.
-y tu, Morticia eres...
-¡Mamá! ¡Puedo pasar?!.- interrumpieron.
Mis ojos se abrieron como plato, habíamos olvidado que Larissa cito a Enid cuando llegara de su cita.