Prueba

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POV LARISSA
Morticia giró y empezó a caminar con cierta dificultad por el objeto.
-Camina derecha Morticia, la gente va a preguntar-
-Estoy dando lo mejor de mi- dijo molesta. Reí. Esté sin duda sería todo un show.

Pasaron los minutos, pude leer un poco el documento y salí de ahí sin olvidar mi juguete nuevo...
Al llegar, en la sala ya se encontraban todos, cada profesor en cada pupitre, rápidamente busque mi cabellera negra y la encontré sentada una antes de la última fila. Reí al ver como sutilmente Morticia se removía en su asiento y eso que no estaba encendido aún. Tome lugar en la segunda de la primera fila.

Quién impartirá el examen será el bozal de la junta directiva, un hombre tan arcaico para esta era, saco, buen porte y su indistinguible bigote. Giré mi cuerpo hacia atrás para ver a todos en la sala y ya estábamos todos solo faltaba... Farisea, revire mis ojos, ella siempre llega tarde.
Al cabo de unos segundos
-¡He llegado!- dijo animada entrando al cuarto.
-Tarde- habló él señor de bigotes.
-Normal- dijo ella guiñando el ojo y se dirigió al pupitre libre que estaba con Morticia.

POV MORTICIA
-puedes creer que el sexo entre sirenas y tritones es lo más delicioso- me susurró.
-No puedo ni imaginarlo- respondí vacilante.
-Apuesto que es más delicioso al sexo que tú y Larissa tienen-
-QUÉ!, Yo no, nosotras no hemos.. ¡OH!- sentí como mi centro empezaba a vibrar.
Desvíe mi vista hacia Larissa y leí sus labios -El nuestro es mejor-
-Morticia- me llamo Farisea con el ceño fruncido-estás bien?-
-S-si, yo solo... ¡si, creo que me apreta el pantalón!-
-por mucha nalga será- dijo pícara.
-Docentes disculpen pero estamos por empezar podrían guardar silencio- habló el señor gruñón.
-Disculpe- respondimos ambas.
El vibrador todavía estaba encendido, haciéndome sentir como mi lubricación se esparcía, agarre con fuerza el pupitre sin excederme ya que si lo presionaba más lo rajaría. Para empeorar mi situación la bruja de Larissa aumentó la velocidad, mis espíritus eran testigos de cuanto quería gritar en ese momento. Tome mi bolso y lo agarre con fuerza al cabo si se dañaba era mío. Debido a la velocidad mi cadera empezaba a tomar vida propia, levante la vista y cada uno estaba en lo suyo así que sutilmente empecé a rodar en mi pupitre, nadie lo estaba notando pero era suficiente fricción para darme una honda de placer sin igual. ¡Oh! ¡Como quería disfrutar!.

El señor llegó a mi fila para entregar la prueba y Justo me vio extraño.
-¿Esta bien señorita? ¡Está roja!- eso fue suficiente para llamar la atención de todos. Larissa es un demonio.
-E-estoy para morir- sonreí levemente. Sentí como mi frente empezaba a sudar y Justo la velocidad se volvió máxima. -¡Diablos!
-Me está insultando- preguntó el señor con su mirada seria y rígido.
-No... yo, no- respondí casi gimiendo -No, su excelencia, simplemente no estoy muy bien... uh, de sa-salud- y fruncí mi ceño debido al placer, seguramente los demás pensarían que estaba más loca de lo que ya creían.
-Si necesita salir avíseme- dijo el señor Arcaico. Asentí en respuesta.
-Ahora todos a la prueba por favor, la junta necesita saber qué tal están en todos los ámbitos y está prueba nos lo hará saber, ¿de acuerdo?- Todos asintieron menos yo, yo solo podía moverme tranquilamente en mi pupitre y sentía como "esos síntomas" de disfrute eran cada vez más fuertes hasta que no pude controlarme y puse el lápiz sobre la mesa y mi rostro se estremeció en una sonrisa.
Solté un bajo y diminuto gemido mientras mordía mi labio, estaba lista para venirme, total todos tenía su vista sobre sus pruebas.
Odio mi falta de valor, odio mi debilidad como mujer, odio haber sido obligado a casarme y ser tan estúpidamente débil. Y ahora mismo estoy planteándome en odiar a Larissa.
Todos sabemos el "dar de beber al sediento" y es justo lo que haré, saciaré esta sed de orgasmo que crece cada vez más.
Tome con fuerza mi pupitre, incline mi cabeza lista para tener mi amado orgasmo. Y justo el juguete dejo de vibrar.
-ESTÁS JUGANDO CONMIGO!- me exalte y con razón.
-¿Algún problema docente?- escuché esa voz tan horrible.
-Varios señor, mis espíritus me odian!- dije estresada.
-Si necesita salir puedo posponer su prueba, se ve tétricamente mal, señorita- vio sus papeles -Morticia Addams-
-Yo- y empezó a vibrar de nuevo  -¡Satanas!-
-Addams- habló serio -si intenta hacer un ritual no es el momento-
-N-no, disculpe, yo-es solo que no me siento m-mucho do-dolor- agarre con fuerza el pupitre.
-Es mejor que salga-
-No-no, estoy para morir, tranquilo- sacudí mi cabeza en acuerdo y sentí la mirada de Larissa que hizo que mi piel ardiera más.
Por fuera, realmente parecia estar enferma y no me importaba pero Justo recordé el porqué estaba sentada Justo aquí y no sobre ella.
-Farisea- susurré -necesitó ayuda-
-te ayudo?- preguntó tan ingenuamente a lo que a su alrededor estaba sucediendo.
-¡Sí, por favor!- pedí, pero en mi mente esa respuesta iba para Larissa. Era una frase de doble sentido.
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-Recuerden que es con tiempo y solo quedan 3 minutos- avisó el señor.
Intentaba escribir las respuestas y concentrarme pero mi mano temblaba a la misma velocidad que el vibrador. Farisea me ayudaba muchísimo mientras yo solo podía jadear, gemir y apunto del llanto.
Escribía lo último cuando sentí como la velocidad alcanzó su máximo esplendor. Yo aquí me corro. Lo
peor no sería el orgasmo, si no la tortura hasta aquí.
Larissa me conocía y sabía que cuando más me tardaba en venir mi orgasmo salía intenso y escandaloso, pero no le importaba, no ahora.
Mis paredes empezaron a juntarse, mis mejillas cambiaron de color, mi frente estaba con una capa de sudor y mis bragas empapadas de mis jugos, mis ojos luchando por no cerrarse y mis labios con un pequeño hilo de sangre debido a la presión de todo este tiempo evitandome gemir alto.
La señal sonó, todos se levantaron escandalosamente para entregar sus pruebas. Y yo simplemente me vine intensamente, mi cuerpo como dueño de su sed me inclinó sobre mi respaldo de madera y mi frente cayó al frente del pupitre.
Reaccione, ¿alguien me habrá visto? Levante la vista y para mi mala suerte, la única persona que lo había visto era Larissa, con una sonrisa sucia en su rostro.

✨Larissa✨ Un Nuevo Amanecer🖤. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora