JEONG [Tk/Vk]

III

– Cuéntenos, señor, Jeon ¿Cómo fue que logró mantener oculta a su hija todos estos siete años?

Jungkook sonrió a la cámara, encontrándose en una entrevista de la televisora más grande de su país, sabiendo que el programa se transmitía a nivel mundial. Su empresa estaba teniendo una alza en sus ganancias gracias a la niña que estaba sentada a su lado.

– Uh, bueno, en realidad fue bastante difícil – dijo con vergüenza fingida – no quería que mi hija se expusiera ante el ojo público hasta que ella así lo quisiera.

– Eso es bastante admirable de su parte, señor Jeon. Pero lo más sorprendente de todo esto es que logró mantener una relación fuera de los medios todo este tiempo... Cuénteme, que hay de la madre de su hija.

– Oh, sobre ella- 

– A papá no le gusta hablar sobre mamá – interrumpió JunSeok, llamando la atención de Jungkook y la chica a su lado.

– ¿No? ¿Por qué a tu papá no le gusta hablar sobre ella? – preguntó la mujer de la forma más dulce posible, viendo a la niña mirar cabizbaja el peluche en sus manos.

– Porque la historia de mamá es muy triste – murmuró – y papá a veces llora por eso.

Jungkook miró confundido a la niña.

– Oh, lo lamento mucho señor Jeon – se disculpó la mujer, sonriendole al empresario – no sabía-

– Está bien, yo- está bien.

"¡Corte! Vamos a comerciales y volvemos solo con Jeon!"

Jungkook levantó la mirada y se puso de pie, tomando la mano de la niña, guiandola a la salida del set para poder dejarla en el camerino que prepararon para él.

– ¿Qué fue eso? – preguntó una vez estuvieron en aquel cuarto.

– ¿Qué fue que? – preguntó JunSeok subiendo al sofá y cruzando las piernas en flor de loto – tengo hambre... ¿Hay algún restaurante de comida italiana por aquí?

– Lo de tu madre, no evadas el tema.

– Mmh, solo... No- ¿Y a ti por qué te debo explicaciones? No eres mi papá.

Jungkook se apresuró a cubrir la boca de la niña, mirándole con mala cara.

– Eres mi hija ahora, ante todo el mundo lo eres... ¡Oye! – exclamó Jeon, alejando su mano de golpe cuando sintió la lengua de la niña sobre su palma – ¡Que asco!

– Asco tu manota sucia en mi cara – respondió Jun, sonando molesta – ¡Tengo hambre! ¡Tengo hambre! ¡Tengo hambre!

– ¡Ya voy! – exclamó Jeon con molestia, abriendo su teléfono y enviándole un mensaje a su secretaria – ya pedí la comida, no tarda en llegar.

Jun asintió.

– Extraño a mi papá – murmuró la pequeña, dejando salir un suspiro de cansancio – tú eres un mal padre.

– ¿¡Mal padre yo!? ¿¡Por qué sería un mal padre!? Estoy cumpliendo tu capricho de comida italiana.

– Mi papá también, todos los jueves comemos juntos comida italiana pero tú te vas a ir y me vas a dejar comiendo sola... – murmuró con un puchero en sus labios, notándose la tristeza en su cara.

– Entonces quieres decir que... ¿Tengo que comer contigo?

Ella asintió con una sonrisa.

– Todos los días. También mi papá me compra muchos dulces todos los días.