JEONG [Tk/Vk]

IX

Jungkook miró de reojo a Jun que yacía sentada en el suelo, mantenía sus codos sobre la mesa de centro mientras sus palmas sostenían su rostro sin dejar de verlo, haciéndole sentir sumamente incómodo.

- ¿Te debo algo acaso? - preguntó Jeon, viendo a Jun negar con una sonrisa - ¿Entonces por qué me miras así?

- ¿Tú no quieres ser papá?

Jungkook tosió al sentir la saliva ir al lado equivocado, causando que se ahogara tras aquella pregunta que le tomó desprevenido.

- ¿Papá? ¿Por qué preguntas eso?

Jun levantó los hombros.

- Conozco hombres que les agrada la idea de ser papás, pensé que era tu caso.

Jungkook negó, sacudiendose tras el escalofrío que lo invadió.

- No soy fan de los niños, lloran mucho y... No, tengo muy poca paciencia - murmuró, enfocandose en su trabajo.

- ¿Qué hay de niños grandes? De esos que se portan bien.

Jungkook se rio.

- Esos niños no existen - dijo burlón.

- ¡A qué si! ¡Yo me porto bien!

Jungkook volteó a verla con confusión.

- ¿En serio crees eso?

- ¡Oye!

Jungkook se rio al ver la molestia en el rostro de la pequeña, misma que volteó a su cuaderno a modificar su plan. Aquel hombre no pretendía ser su padre por las buenas así que sería por las malas, justo como su padre le enseñó.

- ¿Por qué estoy siendo apuntado con un arma tan temprano en la mañana? - preguntó Jeon con los ojos a medio abrir mientras la pequeña Jun yacía de rodillas a su lado apuntandole a la cara.

- Hoy es mi clase de tiro - dijo ella - quiero que me lleves.

Jungkook tiró de su manta, haciendo a la pequeña rodar por el colchón, golpeandolo molesta tras ello.

- ¡Hoy es sábado! ¡Se supone que tienes que pasarlo con tu papá! - se quejó enrrollandose en sus cobijas y cerrando sus ojos para retomar su sueño.

- ¡Tú también eres mi papá! - se quejó ella - ¡Yo quiero que me lleven los dos!

- Hoy no me toca ser tu padre falso, lo siento - murmuró cubriendo su cabeza con las mantas.

- ¡Jun!

La nombrada volteó hacia atrás, viendo a su padre entrar a la habitación, mostrando la molestia en su rostro.

- ¿Qué te dije de apuntarle a las personas con el arma? - preguntó Kim, cruzandose de brazos y mirando con desaprobación a su hija.

- No se apunta a nadie a menos de que vayas a matarlo - murmuró con un puchero en el rostro.