RELIGARE I [Fanfiction NCT- MarkHyuck/JohnHyuck]

Pecado XXII

Estoy aterrorizado, pienso demasiado. 

Me emociono cuando bebo de más.

Compro todos los llantos porque no me fio.

Estoy aterrado. 

IAMX, Terrified

     Donghyuck volvía de una reunión con las personas del coro de la iglesia cuando fue interceptado por los tres hombres que lo habían golpeado hace varias noches... Muchas personas lo molestaban, pero ese trío en verdad lo odiaba, él les tenía mucho miedo puesto que su homofobia alcanzaba niveles enfermizos. Sentía que si hubiera una ley ofertando: «Asesine un homosexual solo por hoy y no vaya a la cárcel», esos tipos lo enterrarían, no sin antes arrancarle el pene y dárselo de comer a los perros callejeros.

     —Donghyuck ... ¿a dónde vas? —preguntó Yuta— ¿O vienes?... ¿Acaso de la iglesia?

     Él intentó pasarles de largo, pero Chenle se interpuso en el otro lado.

     —Tsk, tsk, tsk, qué mal educado... ¿No vas a responder?

     —Voy a mi casa —contestó seriamente con su mirada baja.

     —¿Vienes de tus reuniones curamaricas con el padre?

     —Con permiso. —Cuando giró, encontró a Jungwoo.

     —¿Qué tanto han funcionado esas reuniones? ¿Aún te gusta chupar pollas?

     —¡A él no le gusta chuparlas! —exclamó Yuta— Lo que le gusta es que se las metan.

     —¿Eso te gusta? —preguntó Chenle con tono inocente mientras su mano jugaba con una vara de madera.

     Donghyuck no supo de dónde la había sacado porque todo el rato había estado mirando hacia el suelo, pero en ese momento estaba pensando que lo golpearían con ella.

     —El otro día te vi con ese padre —acusó Jungwoo—, parecía como si hubieran estado besándose... —Donghyuck se puso más pálido de lo que ya estaba. —Sé que suena a locura; sin embargo, el lunes Yuta y yo pasábamos casualmente por aquí y te vimos entrar muy tempranito... luego empezó la misa y terminó, pero tú nunca saliste. Te estuvimos esperando mucho rato para invitarte a jugar con nosotros.

     —Debo irme. —Donghyuck se giró frente a Chenle otra vez, era más fácil escapar empujándolo a él antes que intentar eso con Jungwoo, pero este lo sujetó cruzándole los brazos por la espalda, una vez más estaba indefenso. Odiaba ser físicamente tan débil. Yuta se reía y Chenle lo miraba con una sonrisa amable, lo que solo lo hacía parecer más psicópata.

     —Dinos, Donghyuck ... ¿a qué hora saliste de ahí el lunes?

     —Cuando acabó la misa me marché por la puerta de atrás. Ayudé al padre Taeil a limpiar unas cosas y...

     —¡Mientes! —exclamó Yuta— Te vimos pasar muy, muy tarde y caminabas con dificultad.

     —¿Acaso el sacerdote te rompió el trasero? —preguntó Jungwoo demasiado cerca de su oído.

     Donghyuck se sonrojó, sintió un escalofrío recorrerlo por entero. Quería irse de inmediato y empezó a revolcarse, pero solo conseguía hacerse daño.

     —No te comportes así —se burló Yuta—, actúas como el loquito de Taeyong.

     Los acosadores se rieron comparándolo con el joven de la comunidad que padecía de esquizofrenia y había tenido un par de crisis en público.

     Mark volvía del hospital, estaba ayudando con la comunión de unos enfermos que no podían ir hasta el templo. Entonces, gracias al grito de Donghyuck , observó la pelea que se daba en una parte alejada del parque, donde Chenle silenció a su víctima con un puñetazo en el estómago. El sacerdote estuvo a punto de dejar caer el bolso donde traía el portaviáticos que había contenido las hostias y correr hasta Donghyuck, que su dios lo perdonara ya que le iba a dar una paliza a aquellos jóvenes; sin embargo, alguien se le adelantó. Johnny golpeó la nuca de Chenle sin miramiento alguno y este cayó casi inconsciente, no se tomó demasiado tiempo para acertar su puño en la nariz de Jungwoo, obligándolo a soltar a Donghyuck quien cayó en sus pies. Antes de inclinarse a ayudarlo, miró hacia Yuta quien tiró del brazo de Chenle y lo apresuró para marcharse. Ni estando loco se iba a enfrentar a aquel gigante con mirada de asesino. Jungwoo había sido el primero en huir.

     El joven tosía mientras intentaba recuperarse. Mark llegó hasta ellos y se arrodilló al lado de Donghyuck.

     —Donghyuck , ven conmigo al templo. Tenemos que hablar.

     Johnny le apartó de manera brusca la mano que sostenía a Donghyuck.

     —¡No! Él no va con usted a ninguna parte. Manténgase alejado, ya ha hecho lo suficiente.

     El hombre levantó a Donghyuck cargándolo sobre su espalda y se alejó rápidamente. Mark se acercó a la iglesia, aunque lo que realmente deseaba era volver sobre sus pasos y reclamar a Donghyuck como suyo, pero entonces, ¿qué iba a hacer? ¿A dónde podría llevarlo para que no lo lastimaran? ¿De qué manera él era mejor para aquel muchacho que Johnny? ¡Johnny del averno! No había un punto en el que pudiera superarlo y eso le dolía. Cuando al fin llegó a su destino, Gary, el niño que servía como monaguillo, se acercó corriendo hasta él.

     —Padre Lee, padre Lee, lo estuve esperando un buen rato...

     —Hola, Gary, ¿en qué puedo ayudarte?

     —Un muchacho me dijo que le diera esto —indicó ofreciéndole un papel doblado—. Adiós, padre Lee.

     Mark observó a Gary correr. Los niños eran tan amables e inocentes... ¿en qué momento se volvían personas tan agresivas como aquellos tres hombres que golpeaban a Donghyuck ? ¿Cómo eran sus vidas para tener que hacer tanto daño a los demás? Aún con esos pensamientos, abrió el papel y cuando leyó lo que decía estuvo a punto de caer sobre sus rodillas:

«SABEMOS QUE TE FOLLAS A DONGHYUCK ».