Jung Jaehyun ha sido enviado a aquel pueblito recóndito a servir en el sacerdocio. Aparentemente, había muchos pecadores por allá, tanto que incluso el cura que estuvo antes de él, un tal Mark Lee, fue descomulgado... El lugar era terrible. Después de haber vivido en Roma, en el mismo Vaticano, a Jaehyun todo le parecía un nido de cucarachas en comparación. Nada más al poner un pie en ese lugar, se lamentó por haber sido tan irreverente en Italia... si se comportara mejor (al menos frente a los demás sacerdotes), aún podría estar almorzando diario las exquisiteces que comía el Papa.
El presbítero que lo recibió se hacía llamar Taeil y parecía una buena persona, aunque un poco... demasiado aburrido para su gusto personal. Después de instalarse en la casa cural fue a conocer el templo. Hablaba con su compañero acerca de datos generales de la comunidad cuando la secretaria que tenían se acercó para avisarle a Taeil que lo llamaban desde la capital. Seguramente, estarían preguntándole si él nuevo sacerdote ya había llegado. Estando solo se dedicó a curiosear por el templo, hasta que notó una mancha bajo la mesa del altar y se acercó para tocarla. Era vino... ¿qué clase de descuidado vertió vino ahí?
—¡Aisssh! —expresó su desagrado después de olerse los dedos manchados. Miró a su alrededor y al no notar a nadie se acercó a la fuente bautismal que estaba llena de agua bendita y se lavó las manos en ella, luego se las secó con rapidez en su sotana negra en caso de que alguien lo encontrara, la gente solía ser un poco quisquillosa con las cosas bendecidas...
Un par de personas entraron y en cuanto lo vieron se acercaron a él.
—¡Padre! —llamó la mujer con cierto tono de desesperación en su voz.
Aquí viene el trabajo —pensó Jaehyun con desgana. Le molestaba porque esperaba juguetear un poco por ahí antes de empezar a hacer cosas aburridas.
—¡Ayude a mi hijo, por favor!
El sacerdote observó la manera en que la mujer tiraba del brazo de un joven, obligándolo a caminar hasta él.
—Qué Dios los bendiga —dijo por norma más que por un deseo de corazón—. Emmm, ¿en qué puedo ayudarles?
—Mi hijo Taeyong, padre... está poseído por el demonio.
Bueno... al menos aquello era nuevo.
Jaehyun levantó una ceja en gesto incrédulo, miró el rostro de aquel hombrecillo, tal vez demasiado delgado y hermoso como para ser un varón. De inmediato, una cicatriz cerca de sus ojos perfectos le llamó su atención. El joven lo observó de vuelta con gran timidez. Tenía una mirada hechizante. ¿Estaba poseído por el mismo Lucifer?
Después de todo, era posible que no extrañara tanto Roma como se lo había estado imaginando... aquel pueblo empezaba a parecer interesante.
ÁngeLus
Así acaba la primera entrega de esta trilogía, Religare I-Pecaminoso. El segundo libro, Angelus tendría como protagonistas al JaeYong (sí salen Mark, Donghyuck y Johnny nuevamente cerrando la historia de ellos). Pero lo subiría solo si veo el suficiente apoyo a esta adaptación, porque si no le daré ese tiempo a mis otros proyectos.
Espero que la lectura les haya resultado entretenida. Gracias a las fans de NCT, uno de mis grupos favoritos, por encargarme la adaptación de la novela a este shipp. Me divertí mucho subiendo estos capítulos. Les envío un fuerte y pecaminoso abrazo.
¡Ah! Antes de irme, recuerden que compartir las historias, votar, comentar y recomendar nos ayuda infinitamente a las autoras que nos autopublicamos. Si está en su disposición puede colaborarnos de esta manera (o comprando nuestros libros) c:
ESTÁS LEYENDO
RELIGARE I [Fanfiction NCT- MarkHyuck/JohnHyuck]
FanfictionMark Lee ha respondido al llamado de la fe, por lo que ahora es un sacerdote católico apostólico recién salido del seminario. Después de su segunda misa en la provincia en la que fue llamado a servir, recibe el encargo de una de sus feligresas: «Ayu...